Cherry
Mi amiga y yo íbamos camino al colegio como era de costumbre.
Lindo día para caminar y hablar, éramos mejores amigas desde hacía cinco años, no era mucho, pero era nuestra pequeña eternidad.
Eramos muy distintas, yo amaba el negro, y ella el rojo, yo era pálida y ella morena, yo amaba el hardcore y ella el pop, yo tenía ojos verdes y ella marrones, no eramos parecidas pero nos teníamos un cariño muto, inmenso.
Siempre me acompañaba, en todo momento, me cambiaban de escuela seguido, y ella siempre me acompañaba, sea donde sea.
Mi madre, con quien yo vivía, me trataba bien, pero siempre estaba triste y preocupada por mí. Demasiado, me hacía sentir mucho peor cuando lloraba sin razón.
Cherry, mi amiga, me dijo:
-Espero que esta vez los idiotas de nuestros compañeros no nos molesten.
-Lo sé amiga, pero recuerda nuestro plan, ya no nos molestarán, el plan los callará. -Le dije convencida. -Implica tu color favorito, ¿recuerdas? Jajaja. -Dije riendo a carcajadas y haciendo reír a Cherry también.
Cinco horas más tarde:
Cherry y yo llegamos a casa, prácticamente vivíamos juntas.
Mi madre estaba sentada en el sillón, llorando ¿Por qué siempre lo mismo?
Habían dos tipos con ella, me asusté un poco, pero ¿Por qué me agarran?
Me subieron a una camioneta junto con Cherry y mamá.
Llegamos a una casa, grande, una casona del siglo XV, colonial. No me gusta de todos modos.
Estos tipos deben ser estúpidos, me pusieron un buzo, ¡Pero está al revés!
-Cherry, que cómodo es este cuarto, jajaja, amo estos almohadones blancos en las paredes, ¿Tú no Cherry?
— Via Creepypastas