El holder de las aflicciones
En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución de salud mental o centro de reinserción social a donde puedas llegar.
Cuando entres, habrá una pareja de ancianos discutiendo enfrente del escritorio del recepcionista, si no hay nadie enfrente de el, vete, puedes regresar una semana después para intentarlo de nuevo.
Si es que los encuentras, dirígete hacia el anciano y muéstrale un espejo, cualquier tipo de espejo funcionara, después muéstraselo a su pareja, quien reirá fuertemente de una manera inhumana, y se irá. El hombre eventualmente se irá, pero no sin antes dejarte un pequeño pedazo de papel. Espera hasta que desaparezcan y entonces dirígete hacia el recepcionista.
Lee los números escritos en el papel y díselos al recepcionista, y guárdalo en tu bolsillo. Ella te observara por algunos momentos en confusión y los escribirá.
Después de eso, pregúntale por ver a El Holder de las Aflicciones.
La mujer te observará repentinamente como si supiera que has llegado para permanecer un tiempo, y le ordenará a una anciana guiarte. Si lo que pasa no es exactamente lo que está escrito en esta descripción, corre inmediatamente fuera del edificio hacia tu actual residencia, rompe todos los espejos que tengas y espera tres días para salir, si no lo haces, el mismísimo infierno parecerá una bendición en comparación a lo que te espera.
Sin embargo, si lo que sucede coincide exactamente con esta guía, síguela fuera de la institución hasta un cercano y derruido edificio.
Entra y espera a que la anciana haga una reverencia y se retire para continuar. Lentamente localiza y sube a la escalera más cercana, detente en el noveno piso y abre la puerta. Si está cerrada, siéntete bien de que tu muerte será rápida. Si no, entra y camina por el corredor, que eventualmente se llenará de un abrumador olor a moho, entonces grita:
¡Tu no necesitas sufrir de esta manera! y el olor gradualmente se desvanecerá, si no, se intensificará hasta tal punto que caerás en un sueño eterno.
Si logras detener el hedor, continúa caminando hasta que llegues al final del corredor, donde encontrarás una puerta, ábrela, lo que experimentarás después puede llevarte a lo que muchos otros, el suicidio.
Habrá imágenes rodeando un pequeño escritorio al centro de la habitación, representando cada momento triste y deprimente en tu vida, todos los malos sentimientos te devastarán.
A pesar de este ataque mental, debes resistir el deseo de cometer suicidio. Camina hacia el escritorio y siéntate lo más rápido que puedas y pregunta con una voz severa:
¿Por que ellos siguen dañando?
Una figura humana moverá su mano por el aire con cierta gracia, haciendo que los sentimientos y las pinturas se vayan, lo que quedará será una simple oficina con una vista a un paraje desolado, sigue mirando a la lejanía, entonces la figura te pedirá con una voz muy profunda un trago.
Dirígete al pequeño cofre de cedro a tu derecha y ábrelo, deberían haber 2 botellas en el, asegúrate de revisar su contenido, si tiene el mismo olor pútrido de antes, no elijas esta botella, toma la otra y tranquilamente ponla sobre la mesa.
La figura se volteará y revelará a un hombre sumamente triste y cansado, te hablará sobre todos los errores y estupideces que lo llevaron a destruir todo lo que importaba para él.
Asegúrate de simpatizar con él, se extremadamente cuidadoso en que comentarios haces, pues la muestra más pequeña de burla causará que te mate de la manera más brutal que pueda. Cuando termine, sonreirá y se desvanecerá en polvo. Toma la botella del escritorio y vete de allí.
Repentinamente aparecerás en un cementerio, frente a una tumba de grandes proporciones, que resulta ser la del hombre con quien hablabas, haz una reverencia respetuosa y sal.
Vuelve a la institución mental a la que fuiste en un principio, y encontrarás a la misma pareja discutiendo otra vez, los cuales no se callarán hasta que te vean, entonces la anciana te dará una pequeña botella: la misma que tenias en la oficina.
Esta botella es el objeto 488 de 538. Su contenido es extremadamente peligroso, y debe mantenerse completamente a salvo, especialmente de ellos. Pero observando bien la botella, te darás cuenta que su sufrimiento no es el tuyo.
— Via Creepypastas
