Macabra sonrisa

Toma mi mano. Vamos en lo oscuro.
No se oyen más que gritos y lamentos.
El frío es insoportable, el suelo duro.
Rocas hirvientes, rudos filamentos. Ya no se miran más que sombras pálidas
iluminadas del fulgor flamígero
del fuego que a las almas condenadas
cuece en su rojo ardor, torvo y mortifero… ¿Y qué hacemos aquí, mejor amiga?
¿Dónde se fueron nuestros nobles días,
los del trigo maduro y las espigas,
los del verso, el verano y la poesía? Crujir de huesos, rechinar de dientes,
rasgadas vestiduras, la ceniza
corre sobre cabezas incipientes…
cerca se ve la línea fronteriza. ¡Vamos!, ¡corramos ya! ¡viene el oscuro
el más abigarrado de los torvos
y deleznables seres, el impuro
al que más se le teme! ¡¡¡un ruido sordo le antecede cual ráfaga siniestra!!!
¡está por atraparnos! ¡el demonio!
Vamos, ¡que en esta pesadilla nuestra
ambas damos el mismo testimonio! Cuál no fue la sorpresa, al día siguiente
cuando a salvo las dos nos coincidía
la misma pesadilla, y en la frente
la misma cicatriz… dura y sombría
— Via Creepypastas