Mortal Kombat X: El Juego Maldito

—Oye. Ven. Te daré lo que andas buscando.
Un hombre de cara arrugada y de pelo largo y blanco, que vestía un sombrero y ropa negra, me llamó y sacó de su chamarra el juego que quería. Siempre me había considerado un fanático de Mortal Kombat X. Cuando me enteré de que había salido en español latino, quise jugarlo, pero no tenía dinero.
—¿Como sabe que buscaba ese juego?
—Eso no es de tu interés. Pero es lo que andas buscando, ¿no?
—¿Cuánto le debo?
—No, no cuesta nada. Llévatelo de regalo.
Fui a mi casa a jugarlo pero, en el camino, me encontré a André, mi mejor amigo.
—Hola, Axel. ¿Te compraste el Mortal Kombat X?
—Sí, ahorita me lo acabo de comprar —dije con emoción—. Si quieres, puedes venir a mi casa a jugarlo.
—Estaba bien. Me acompañará Kenya.
—Suena bien. Te veo al rato.
Llegué a mi casa y abrí el paquete del disco. Este era negro y ponía «Mortal Kombat X» con marcador rojo. Lo puse en la consola que me habían regalado para mi cumpleaños y el juego inició. Luego, vino André con su novia, Kenya.
—Hola, Axel. ¿Qué haces?
—Nada, estaba poniendo el juego. Vénganse y echémonos unas peleitas.
—Vale.
Escogí a Scorpion y André a Sub Zero, su personaje favorito. Nuestros personajes, no obstante, eran sombras. Sus ojos destellaban. Cuando empezó la primera ronda, en lugar de oírse la música típica del juego, se oían gritos de lamento. Después de tres rondas, derroté a Sub Zero, le hice una fatality, pero, en vez de indicar el movimiento o decir que yo había ganado, ponía que Sub Zero había muerto.
En la siguiente pelea, André eligió a Jhonny Cage y Kenya a Sonya Blade. Después de las tres rondas, Kenya le hizo una fatality. La pantalla, sin embargo, indicó que Jhonny Cage había muerto. Luego de eso, se oyeron gritos y risas y la consola puso que nos mataría.
Dejamos de jugar. Fuimos a reclamarle al que me había dado el juego. Una señora nos recibió en el lugar. Le preguntamos por el hombre. Había sido linchado a garrote vil en la cárcel dos años antes.
— Via Creepypastas