El carretón fantasma
En la soleada ciudad de Puerto Cabello, los ancianos cuentan, a veces, una leyenda fantasmal, con la cual muchos todavía amenazan a los niños desobedientes. Se trata de El Carretón Fantasma una aparición que en la época colonial, durante las noches más oscuras, recorrían las principales calles de la ciudad y luego se alejaban hacia el Fortín. El Carretón Fantasma era una especie de carreta o carruaje en llamas, tirado por cuatro briosos caballos, también de fuego, que relinchaban y corcoveaban aterradoramente. Se decía que le cochero de aquel horrible carruaje era el mismísimo Lucifer (diablo), y los pasajeros, las almas condenadas al fuego eterno. El Carretón Fantasma era la carroza de infierno, el vehículo donde el diablo se llevaba a los que vivían en el pecado y la maldad.
También se creía que la visión de ese carruaje anunciaba muertes y catástrofes. Por eso, al anochecer, las personas se iban temprano a sus casas, y si escuchaban rechinar de ruedas o relinchos de caballos, cerraban bien las puertas y ventanas, para que aquel fuego fantasmal no pudiera afectarlos.
Para librarse del maligno influjo de El Carretón Fantasma y alejar la horrenda aparición, era necesario santiguarse con agua bendita y rezar un Credo.
— Via Creepypastas