La casa de piedras
En la Avenida Libertador de Ciudad Bolívar existe una casa adornada externamente con lajas, y un estilo europeo, que ni la familia más valiente ha podido habitar por más de una semana, desde 1968.
Una exhaustiva investigación descubrió que a mediados de los años 60 La Casa de Piedras (también llamada Casa Embrujada o Casa del Diablo), era habitada por un hombre muy alto (aprox. 1.90 m) de aspectos muy peculiares, estirpe trinitaria, que siempre vestía ropa fúnebre y extravagante. Usaba un sombrero negro de gran tamaño y asustaba por las calles a cualquiera que se le cruzara mientras caminaba con varios ejemplares de perros de raza rottweiler y doberman.
En ese entonces, comenzaron a reportarse numerosas desapariciones de niños menores a 10 años en la zona, y la policía allanó la casa, encontrando un cementerio de niños y perros en fosas comunes, además de símbolos de sectas satánicas y la llamada “Biblia Negra”, cuyas escrituras son las leyes del maligno y sus desaforados seguidores.
Como si fuera poco, entre tantos relatos en torno a la casa, resalta uno de finales de los años 90, cuando el gobernador de la época decidió recoger a un grupo de indígenas indigentes y les dio insumos para que habitaran cómodamente en la casa. Duraron sólo una noche.
Vecinos relataron que a altas horas de la madrugada salieron corriendo por plena avenida pidiendo ayuda. Uno de los nativos, quien dominaba mejor el español, contó que en el patio de la casa vieron el espectro de una fémina alta, vestida de blanco y con ojos como dos brazas encendidas, cuyos pies nunca pisaron el suelo y caminaba haciendo un ruido similar a huesos chocando.
— Via Creepypastas
