La historia del catrín

Hace muchos años que el Cementerio de Belén no tiene velador alguno; uno de los últimos que tuvo vivió entre la época de los 40s y los 50s; y su muerte fue ocasionada por la siguiente historia:
Una noche, cuando este velador iba a cerrar el cementerio, se encontraba descansando en un tronco esperando que llegara la hora de cerrar, cuando de repente vio a una persona vestida de negro de pies a cabeza, el velador fue a buscarlo para decirle que ya no era horario de visitas y que ya iba a cerrar el cementerio, pero por más que lo buscó no lo pudo encontrar.
Este suceso siguió repitiéndose en los próximos días; hasta que un día el velador vio que esta persona entraba a la tumba de los “Arévalo”, gente poderosa y rica que tenía fama de ser violenta, el velador no quería tener problemas con ellos, por lo que no se atrevió a molestar a esta persona que siempre vestía de negro.
En una ocasión el velador se armó de valor y fue a buscar a éste personaje, lo encontró en la tumba de la familia “Arévalo” nuevamente; cuando este personaje se da cuenta que el velador está ahí volteó con una sonrisa perversa invitando al velador a pasar, pero cuando el velador se da cuenta que es el mismo demonio en persona; se quedó paralizado del terror y lo que hizo fue introducirse en su casa (lo que ahora son las oficinas del Cementerio de Belén).
El velador pasó 3 días y 3 noches, 72 horas en las que solo se oían ruidos espeluznantes, gritaba que había visto al demonio cara a cara; lógicamente nadie le creyó, hasta que un día lograron sacarlo de ahí. Pero a los pocos días de haber sacado al velador de ese lugar, murió; entonces la gente termina por convencerse de que algo impresionante debió haber vivido para haber muerto en tan poco tiempo.
La familia se había enterado de lo sucedido y creyó la historia. Por lo que ordenaron a un sacerdote a bendecir el mausoleo y colocar un cuadro de Cristo dentro del lugar. Luego de realizar aquellas acciones, aquel catrín no volvió a aparecerse cerca del mausoleo. La leyenda cuenta que el día en que el cuadro del Cristo sea retirado del mausoleo, entonces el diablo volverá a hacer acto de presencia.
La otra parte de la leyenda dice que se trataba de un muchacho que le encantaba apostar en las cantinas; en una de esas apuestas apostó lo que no le pertenecía: las propiedades familiares y desgraciadamente las perdió.
Cuando este muchacho llegó a su casa estaba todo sudado, pensaba que su padre al enterarse de esto lo iba a matar, entonces sube a su habitación que de estar oscura se ilumina con una luz terrible, entonces una mano lo sujeta por el hombro, y una voz profunda y cavernosa le dice: no voltees porque podrías asustarte, soy satanás en persona, vengo dispuesto a ayudarte, pero con una condición, el día y la hora en que yo lo decida voy a regresar por tu alma pecadora, no me importa si es el día de mañana; el miembro de los Arévalo estaba tan asustado que termina por aceptar, desde ese entonces el joven firmó un pacto de muerte.
El joven regresa a la cantina, al parecer no entendió la lección y en uno de esos juegos se arma un pleito de tales dimensiones que este joven es asesinado de un balazo en el corazón, tan rápido y tan certero que ni el mismo demonio tiene tiempo de aparecerse para reclamar su alma.
— Via Creepypastas