La hamaca embrujada.

Allá afuera
Allá afuera

La familia Duncan se estaba mudando de casa, a una casa cerca de un pequeño lago precioso.

Los pequeños Jake y Mike estaban contentísimos, porque tenían un cesped grandísimo al lado de casa donde poder jugar con sus amigos y sus padres. La casa. también tenía una pequeña terraza, con mesitas y una bonita hamaca de color azul y blanco, los colores favoritos de Mike.

Todo el mundo fueron a sus nuevos cuartos para dejar las maletas y colocar la ropa en su sitio. En el salón había un gran mueble con una muñeca de porcelana muy bonita, tenia los ojos azules, y tenía un colgante con el nombre de Isabella.

Pasó un mes, la familia estaba muy agusto en esa casa, pero algo extraño ocurría, el padre, Martin, dijo que cuando dormía, sentía algo rozandole, como si alguien le estuviera tocando, y su mujer, Marie, decía que se despertaba en las noches porque tenía el presentimiendo de que alguien le estaba observando, pero no le daban importancia, ya que allí siempre hacía un poco de aire, y que ella se despertaba siempre en las noches, pero no sabía el porqué.

Una noche, el pequeño Jake estaba dormiendo en su cama, cuando su sábana se destapó, y algo le cogió el pié y lo iba arrastrando hasta el suelo, él creía que era el travieso de su hermano, pero Mike estaba dormido, Jake creía que se había hecho el dormido, pero al parecer, no había sido él.

El niño se lo dijo a sus padres, y los padres empezaron a sospechar que algo ocurría, que había alguien más en la casa.

Un día cualquiera, estaban todos en el salón viendo su programa favorito, un concurso de famosos; la puerta estaba abierta, y de pronto se cerró, la luz se fué, pero volvió a venir, al encenderse la luz, había frases escritas en las paredes con sangre; frases como:

-Fuera de aquí, esta es mi casa. -Os mataré.

Eran amenazas.

La muñeca de porcelana que estaba en el mueble, empezó a aparecer en sitios distintos, la hamaca que tanto le gustaba a Mike, se empezó a mover sola, la muñeca, inexplicablemente apareció sobre la hamaca, sin explicación alguna.

Martin, el padre, ya estaba harto, llamó a buscadores de fantasmas, los que afirmaron que sí, que había alguien más en esa casa, era el espiritu de un hombre, un hombre que vivió en esa casa, al cual un día estaba durmiendo en su hamaca, el sitio donde lo asesinaron sin motivo.

Ese fantasma pretende sacar a todo el que entra por la puerta de su casa para quedarse, así que endemonió a la muñeca.

La muñeca se dirigió a la cocina, sacó un cuchillo y, uno por uno, fué matando a los miembros de la familia.

Al terminar, le dedicó una diabólica sonrisa a una de las cámaras que habían puesto los buscadores de fantasmas.

Desde aquel momento, esa casa quedó cerrada por siempre, pusieron tablones por puertas y ventanas y también pusieron rejas alrededor de toda la casa para que nadie pudiera entrar.

— Via Creepypastas

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