Castigo divino
Esta historia cuenta qué, hace muchos años atrás en la localidad de Paria —en la ciudad de Oruro, Bolivia —, dentro de un pueblo preservador de cultos y tradiciones ancestrales, vivía un cura, el cual estaba encargado de la iglesia del lugar y emitía las misas diarias.
El mencionado cura, en varias de sus misas, se percató de que había una bella campesina que atrajo sus inquietudes. Pasaron los días y los meses; y, en una ocasión cuando la joven campesina se encontraba por las inmediaciones de la iglesia, fue llamada por el cura. Ella, sin dudar, fue donde él sin saber las oscuras intenciones del cura. Entonces él, llevado por sus intenciones carnales, abusó de ella.
Al día siguiente, al enterarse los hermanos de la joven sobre tal agresión, fueron a la iglesia justo cuando el cura se encontraba en plena misa. Lo agarraron de los pies y lo arrastraron por el pueblo; en todo el recorrido la cabeza del cura iba golpeando las piedras del piso con tanta brutalidad que su cráneo se destrozó y se fue esparciendo por todos los lugares en que llevaban el cuerpo.
Según historiadores, se cuenta que la localidad de Paria quedó maldita por tal horror realizado. Ellos debieron esperar el castigo divino sin tomar la justicia en sus manos.
Por eso, según se dice, la localidad de Paria está cada vez más desolada. La iglesia se va cayendo trozo a trozo; y, por ese motivo, el pueblo no puede ser productivo y va rumbo a la decadencia.
— Via Creepypastas