Cántico a La Maraña

El Puente Negro
El Puente Negro

Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.

  • Proverbio judío

Y hasta aquí han llegado, en la autopista que comunica a Xalapa con Coatepec; los llamados “Hombres Alegres” están siendo revisados por un retén de militares; los cuatro en ese momento clave, son cortadores de naranja; huelen a sudor, tierra y fruta, sus manos están sucias y pegajosas, en la radio suenan los Huracanes del Norte con la canción de “El Dormilón.”

Ay que bonito es tener, aventuras donde quiera, pa’ no tener que decir nada cuando uno se muera…

Tres de ellos están fuera de la camioneta, los oficiales la han inspeccionado bien, meticulosamente.

Han mostrado identificaciones, todas falsas por supuesto.

Los militares les han dicho amablemente que revisarán los costales y no quedan defraudados: 350 kilos de naranja fresca para el ingenio de Fermín Villalba en Coatepec; los Hombres Alegres explican que tiene una finca por la carretera, cosa que es cierta…. pero la verdad es que la naranja la consiguieron gracias a unos contactos de Simón Ballard que es el que está de brazos cruzados, el hombre otoñal con gafas de montura, panzón y con nariz aguileña, es el del dinero en el grupo gracias a su pasado como banquero e inversionista en actividades nebulosas.

Está también Martín Ruíz y su inseparable sombrero vaquero, él fue de la policía municipal michoacana, estuvo durante algún tiempo sirviendo en el ejército hasta que vio algo de lo que sólo ha hablado con sus presentes camaradas, algo relacionado a una criatura arrancó dos dedos de la mano a un compañero de armas, tuvieron que correr toda la noche hasta el poblado más cercano para salvar el pellejo. Martín es muy creyente y buen muchacho pero, de ser necesario, puede matar a alguien sin pestañear siquiera.

“El Cubano” que está contándoles un chiste verde a los oficiales tiene la piel de un tono casi azulado, sorprende ver en esa amplia sonrisa fingida esos inmaculados dientes blancos, su histrionismo es prodigioso, habla poco pero cuando requiere “ser alguien más” lo logra con creces, es el erudito en varias ciencias sociales y el especialista en ocultismo, de él sólo se sabe que dejó la isla que regenta Raúl Castro y que allí trabajó para el gobierno en no se sabe qué maldita operación que requería conocimientos en brujería. Suele referirse a que oye la llamada de Dios…

Y finalmente al volante está Antonio Santacruz, el milusos del grupo, talentoso para las reparaciones: mecánica, electrodomésticos, plomería…; cuando era adolescente, su padre fue llevado a los cielos por algo invisible en la noche de San Juan. Tiene apenas 3 años con los Hombres Alegres.

Es obvio que no son el grupo de Sabuesos Nocturnos ideal: faltan el especialista en computadoras y electrónica, el que burla la seguridad de todo tipo, el experto en entornos naturales y cacería, el del bajo mundo, el académico, el de los datos inútiles, el especialista en la salud, el científico, el “hombre de fe”… es cierto no existe una “nómina perfecta” pero éste grupo de Sabuesos ha funcionado desde el 2008; y…

— Muy, bien. Todo en orden —dice uno de los oficiales—. La gente ha veces se molesta ésta revisión pero la situación está difícil.

— Sí, oficial, lo sabemos —dice Martín—. Hay mucho mal en el país… en el mundo.

El oficial asiente meditativo, una reflexión para que sepas por qué te juegas la vida día a día.

Los falsos cortadores de naranja se despiden, Cubano dice algo en referencia al chiste y los oficiales ríen. Los oficiales imponen en un primer vistazo pero son sólo seres humanos. Por ellos es la cacería de engendros de la noche. Por todos. Por ti, por mí.

Al poco, el retén militar se pierde en la lejanía. Empieza otra canción grupera que elogia el adulterio.

— Cámbiale a eso —dice Simón con serio desdén.

— Con gusto —responde Antonio. Sintoniza Digital 96 suena Summer Time Sadness. A Simón tampoco le gusta, pero Antonio decide que será la canción de viaje. Les espera una jornada muy dura.

Ahora dejan de ser cortadores de naranja, ha funcionado la farsa y la coartada; la batea tiene una superficies falsa adaptada por un antiguo Sabueso del grupo que se prendió fuego en octubre del 2010 pues temía estar infectado de algo llamado “Parásito de Karma”, bajo su obra, sobre la verdadera batea está todo el arsenal que necesitan para la cacería.

Es como si fueran por un prófugo de alta peligrosidad o de safari con la diferencia de que, además de las armas y del equipo para acampar hay cosas tan curiosas como una traducción española del siglo XIX del libro De Las Puertas que Comunican con la Realidad Otra de Alamilla y algo tan místico como un frasquito con un pequeño hueso de un santo sin identificar.

La temporada de caza ha comenzado.

I

No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.

  • William James

Durante el viaje han platicado… bueno, sólo Martín, Simón y Antonio. Cubano sólo asiente o dice frases cortas. Simón se queja de la canción grupera. “Qué inmoral… ¿cómo rayos le gusta ésto a la gente?”

Martín dice que es por el Pecado, dice que hay que acordarse de la Oscuridad, su agente principal es aquello que se le ha llamado Pecado; Simón es el único de los fundadores de los Hombres Alegres que sigue activo, los demás están locos, muertos o retirados; Simón ha visto y sabido cosas que asustarían al más temerario, por eso sabe que no hay que creerse todo lo que se dice del Otro Mundo, de la Esfera Oscura, el lugar de procedencia de todo el linaje de lo relacionado a lo conocido como “lo paranormal” en su forma más tenebrosa… aconseja a Martín que no se tome ha pecho eso, recuerda que se le ha dado un origen mítico, casi divino a los Sabuesos y que eso es caer en el error.

— Los Sabuesos no somos tan antiguos… es como… es bastante fantasioso.

— Los Masones —dice Cubano.

— ¡Eso! —señala Simón—. Esos también remontan sus orígenes desde después del Diluvio y eso es exagerado, chocante.

Ésto que hacemos surgió de Inglaterra. Punto… alguien se tomó en serio lo de los Sabuesos Nocturnos de Whineman; vio que sí existía lo paranormal y los Exteriores y ¡pum! Alguien más sacó lo de la Oscuridad, el Pecado…

Por la radio empieza el noticiario, parece que toda la violencia que ocurren en el país ya les ha producido un cayo moral…

(Efecto de sonido) En información internacional El Vaticano anuncia su apoyo para la creación del Estado Palestino en un acuerdo que no sólo da visto bueno a ésta propuesta, controversial para algunos sectores sino que en el mismo se habla acerca del futuro de la Iglesia Católica en Palestina, según el subsecretario para las relaciones con los Estados, monseñor Antoine Camilleri…

—__Salve, Dios; cámbiale a eso, muchacho —dice Simón quisquilloso.

— Yo lo quiero oír —dice Martín con una expresión de sorpresa.

— Pero yo no, cámbiale.

— Es que es uno de los signos del Fin de los Tiempos —pone Martín como excusa.

Simón aborrece esas creencias apocalípticas, se limita a hacer un comentario negativo relacionado a la política y a los intereses de la religión.

Martín rebate: — Una vez escuché en La Mano Peluda con Juan Ramón Sáenz un programa que hablaba sobre el Fin de los Tiempos. Un pastor evangélico hablaba acerca de que el Anticristo hará posible la paz entre Israel y Palestina…

— ¿Le estás diciendo “El Diablo” al jefe de tu Iglesia? —pregunta Simón con cinismo.

— ¡Cielos, no! Pero el pastor añadía que el Anticristo sería o un jefe de Estado o un Papa… tal vez ésto allanará el terreno para que logre establecer su reino…

— Ay, Martín no fastidies, hombre… ¿No estás viendo el maldito mundo hundirse, caerse en pedazos? Si ya está reinando no me sorprendería.

Además ¿qué el ministro aquél conoce qué hará Dios? ¿No tu Mesías dice que ni los ángeles conocen la hora del Fin?

— No bueno, el mundo se está cayendo a pedazos… pero en fin —“en fin”, Martín siempre dice eso cuando ya no quiere alegar.

Permanecen como medio minuto en silencio cuando Cubano dice: — Las señales no son tan fáciles de interpretar.

Les recuerda que ha veces son obvias. En el caso del atentado contra las Torres Gemelas parecía que su simbología gritaba al mundo, especialmente la relacionada con el número 11: la misma forma de las Torres Gemelas; el número telefónico que fue el más marcado ese trágico día fue el 911; ese detalle de que “New York City”, el nombre en inglés del lugar del ataque tenga once letras… cuando Benedicto XVI anunció su renuncia al papado cayó un rayo sobre la basílica de San Pedro… le dice a Martín que su nombre significa “perteneciente a Marte”, ése es el astro de la guerra, curiosamente Martín fue soldado antes de la cacería…

— Las señales son información. Todo es información de hecho —sentencia Cubano—. Como si de un programa de computadora se tratase o tal vez de una interminable ecuación cuya lógica es difícil de abarcar.

Pero las señales que pronostican el futuro… eso es otro decir. Sus ecos son con frecuencia malinterpretados, o simplemente no son tomados en cuenta.

Se quedan callados, Cubano sólo mira el paisaje correr; ya están por entrar a Coatepec, kilómetros de cerros y vegetación pasan por sus ojos. Para Antonio sólo es la autopista gris y el sonoro zumbido de los vehículos en dirección contraria.

Martín, inspirado por lo del “astro de la guerra” comenta que, según entiende los aztecas anduvieron como los judíos —voltea a ver a Simón al decirlo— en su propio Éxodo son guiados por algo que se les presentó como “un dios”… aquél ser les indicó dónde fundar Tenochtitlán, Martín señala que le es curioso que el dios que los guió era Huitzilopochtli… representante de la guerra y el hecho de que México ha vivido en guerra. Siempre.

Indígenas contra indígenas, indígenas contra españoles, españoles contra mestizos, la independencia, la revolución, la persecución religiosa, las persecuciones de estudiantes…

— La guerra contra el narcotráfico —menciona Antonio.

— _Es como si alguien o algo_estuviera muy interesado en que el país sea un eterno campo de batalla. Un macabro matadero sin fin.

— Abusas de tu imaginación, Martín —dice Simón con un suspiro, le recuerda que ha estado en la cacería mucho tiempo y que ha visto y escuchado innumerables aberraciones y locuras y que se puede crear toda una historia a partir de fragmentos sueltos.

— En éste momento podría hacer una trama ficticia acerca de… ¿qué les parece el presidente Madero? ¿Era espiritista, no? Se supone que los espíritus le dijeron que debía encabezar el proceso revolucionario y, según él mismo eran los espíritus de Miguel Hidalgo y de Benito Juárez, ¿no?

Pero aquí entra mi vocación de charlatán: aquellos no eran ni el padre de la Patria ni el Benemérito de las Américas sino que eran Exteriores que lo arengaron a estallar la guerra ¿el móvil? La Guerra misma: muerte, odio, violaciones y robos eran el pan diario: lo que llamamos Revolución los Exteriores le llamaron “festín.”

¿Lo ven? Cualquiera puede armarse una bonita historia para comenzar a hacer desmanes. ¿O qué se olvidan de Los Protocolos de los Sabios de Sión? creo que esa porquería era el libro de cabecera de Hitler. Por eso les digo: no se tomen a pecho todo eso.

Es verdad que los Sabuesos enfrentamos algo lo cuál la gente no debe enterarse pero de eso a crear una mitología absurda o verle tres pies al gato… No menosprecien el sentido común. Ni aún en las situaciones más extrañas.

II

Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.

  • Kobo Abe

Al fin en Coatepec, es domingo y el Parque Miguel Hidalgo rebosa de la vida y el movimiento de las buenas personas: niños bulliciosos, los jóvenes despreocupados, los felices enamorados, los turistas curiosos, los boleros, los representantes de un partido político de la izquierda en su eterno puesto improvisado, los músicos urbanos, la estatua viviente de Boba Fett…

Martín recuerda lo que le dijeron cuando se unió a los Hombres Alegres: “Lo hacemos por todos ellos: cada investigación, cada compañero perdido, cada engendro que hemos tenido que reducir a un charco betuminoso… todo es por la Humanidad; por quienes te conocen, por quienes no te conocen; por quienes te aprecian y por quienes creen que eres lo más insignificante que puede haber en el mundo…”

Junto al monumento a la memoria de una notable poetisa un predicador del Templo del Cristo Esotérico, hombre de gruesas patillas, alto, faz nerviosa y con una sotana de un azul oscuro lanza anatemas contra el mundo, es ignorado por todos alrededor pero eso no lo detiene en su predica acerca de que El Enviado purificará la tierra con el fuego sagrado_¡Ea’elh Achmah!_¡Ésta Era del Mundo conocerá al Enviado!.

Los Hombres Alegres han llegado al fin con Fermín Villalba, disfruta de una nieve junto con su esposa y su nietecita. Los Sabuesos ahora tienen que asumir nuevamente su rol de cortadores de naranja: “Patrón, qué bueno que lo encontramos.”

A las afueras de Coatepec, los Hombres Alegres son huéspedes de Fermín Villalba en su hacienda; les ha pagado la naranja como si de veras fueran sus empleados. Han hablado de todo: familia, trabajo mundano, deportes, política, televisión… y ahora los importante.

Simón agradece la ayuda de Fermín, dice que la estadía de los Hombres Alegres será corta mientras investigan en el caso que tienen entre manos. Resulta que en el poblado de Ijiyoteotl cercano al imponente Pico de Orizaba se han reportado desapariciones de personas del lugar, niños incluso, que eran atribuidas a una presencia conocida simplemente como “La Maraña”.

Al inicio se decía que algo se estaba llevando a los animales domésticos y de corral, después se empezó a hablar de que el escaso rebaño caprino de la región estaba siendo atacado por las noches por algo que se arrastraba con rapidez por el suelo, se dijo que un poblador abrió fuego contra una especie de mata de cabellos (sic) viviente que hacía un desagradable ruido parecido al de un animal agónico sin embargo o falló los dos tiros que dio o aquello era inmune a los disparos porque se escabulló con rapidez, cuando el hombre revisó el entorno descubrió para su horror que dos cabras yacían sin vida, completamente desangradas y secas… ahora estaba predando sobre la gente.

Sin embargo debido a la violencia ejercida por el crimen organizado el 1 de mayo las autoridades estaban más interesadas en darle casa a los delincuentes para asegurar el resultado de las próximas elecciones, dejando a Ijiyoteotl a merced de lo que parecía ser algo que venía de la Esfera Oscura.

Se señalaba también, según un semanario sensacionalista que alguien logró entrar en contacto con la criatura a través de una sesión espiritista “Me dijo que es Dios…”. Otro dijo a un canal local de cómo vio un platillo volador aterrizar en la zona boscosa de los alrededores y que vio a la Maraña abordar el ovni que, en el acto salió disparado hacia el cielo sin hacer ruido alguno.

— Odio ésta parte —comenta Simón —. Separar la patraña de la Horrible Verdad.

La experiencia de los Sabuesos demanda siempre separar el trigo del grano: la verdad de los rumores, las falsas noticias y los embustes de quien ansía la fama fácil.

— Por lo de la estancia estén sin cuidado —dice Fermín—. Después de todo les debo las gracias por lo del Nahual.

Toda la semana ha sido un ir y venir, de un punto a otro. Entrevistas, búsquedas en internet, estar al pendiente de los puestos de periódicos, rebuscar en bibliotecas; en el mágico Coatepec, en la señorial Xalapa, en el antiguo Xico, en el enigmático Teocelo o incluso; en la lejana, severa y fría Novacruz de ser posible.

Antonio ha indagado en un discreto bar en Xico y ha encontrado a uno conocido simplemente como “El Mai”. El Mai había sido llamado por un compadre para que le ayudara a hacer unas reparaciones y arreglos a un pequeño local cerca de su ranchito en Ijiyoteotl; los primeros días de su labor disfrutó la compañía de un perrita sin dometicar llamada “Pique”, dócil y de complexión frágil iba a echarse a las proximidades de la obra de el Mai, éste empezó a disfrutar de la compañía del noble animalito desde la primera vez que le compartió su refrigerio.

Allá por Semana Santa, sin especificar el año, el Mai empezaba a notar a Pique asustada, en actitud como si respondiera a alguna amenaza al mismo tiempo que experimentaba un gran temor. Sucedió que, por culpa de una avería en su camioneta y apurado por las deudas por apostar en partidos de fútbol soccer: — Los Tiburones Rojos de Veracruz ganarán el campeonato uno de éstos días —dice el hombre con aliento etílico—. No sólo en Dios se pierde la fe… tuve que quedarme a trabajar hasta la noche.

La perrita empezó de nuevo con esa extraña actitud, gruñía pero hacía esos quejiditos que hacen los perros al estar asustados, yo le preguntaba qué le pasaba ¡como si fuese a contestarme en castellano!

Gruñó con fiereza, vi como los pelos del lomo se erizaron, ladró una, dos, tres veces y después corrió a toda prisa ladera abajo… ¡Jesucristo nunca debí seguirla!

Tuve que coger la lámpara de mano para poder siquiera intentar seguir a Pique “¡Pique!” le gritaba “¡Pique, bonita, ven!”

Yo ya no soy un muchacho, bajar aquella cuesta, con el cansancio, la presión y el frío ha sido de las experiencias más desagradables en mi vida… ¡pero lo que vino después! ¡Jesús!- el hombre tapa su cara con sus manazas castigadas por el trabajo rudo y la edad.

— Al principio pensé que era una fosa, maleza… Cuando dirigí el haz de luz hacia_aquello_vi la cabeza… ¡la cabeza de Pique engullida por…! ¡Virgen santísima! ¡Aquello era una especie de bola de estambre pero hecha de carne, una especie de huevo achatado del tamaño de un potrillo! ¡Estaba… jalando la cabecita de Pique que sólo hacía unos estertores, unos lamentos apagados horribles… creo que me miró como pidiendo ayuda! ¡Y el ruido que hacía aquella cosa! ¡Mi Dios… Jesús! —ya no pudo decir más, salió del lugar entre tambaleos.

Martín por su parte, conocedor de los ambientes religiosos descubre en la publicación_Voz Católica_una nota editorial bastante curiosa de un párroco de Xico, alertaba a la población acerca del auge de los cultos de la Nueva Era y neopaganos haciendo referencia a la_“absurda ceremonia del recibimiento del Nuevo Milenio en Boca Verde, la reserva forestal cercana al poblado de Ijiyoteotl.”_

Simón, entrevistando a un contacto dedicado al innoble negosio de la tala ilegal, descubre la curiosa anécdota de unos talamontes que enfermaron al ver entre los frondosos árboles de la Boca Verde; el contacto le pide a Simón no revelar su identidad por asuntos legales: — Después de la jornada de trabajo, Raimundo y Chacho, dos de mis muchachos, regresaron para recoger el equipo, todo iba normal, recogieron las motosierras que faltaban, unas caja con municiones, el equipo para escalar los árboles…

Raimundo, que es quien me contó lo que escuchas, dijo que de pronto escucharon un ruido extraño… una especie de gorgoteo, algo hecho por una garganta…

Para ésto eran como las 18 horas, ya estaba oscureciendo… al principio no avistaron nada hasta que Chacho dijo una grosería y tomó a Raimundo del hombro, pero con fuerza, Ramundo voltea siguiendo la mirada de Cacho y ven esa cosa… según lo que entendieron los demás muchachos; ésto porque los dos salieron como alma que lleva el demonio y dijeron a gritos que había que irse de ese maldito lugar. Los demás pensaron que era gente del ejército o del narcotráfico ¡qué se yo!

La cuestión es que no paraban de decir cosas extrañas, frases y palabras sueltas acerca de algo que vieron: era como una especie de matojo de carne cubierto de unos finos hilillos blancos, tenía ese movimiento casi mecánico y ordenado de un cienpiés y emitía una especie de gruñido apagado o algo así… Raimundo y Chacho enfermaron, unas fiebres espantosas que pensamos que ya no la iban a contar… nunca lo han contado en La Mano Peluda, incluso ahí los mandarían a la…

— ¿Se recuperaron?

— Claro, claro… creo que Chacho tuvo que hacerle una manda a Santo Entierro de Teocelo. Sin embargo ya no están en Veracruz. Hace poco supe que Raimundo vive en Chiapas con otra vieja…

Con su talento histriónico, Cubano se infiltra en una asociación Nueva Era de Jalapa descubriendo que la ceremonia del Nuevo Milenio terminó en un trágico fracaso en donde los 13 asistentes, en una extraña representación donde un “Maestro” con sus doce discípulos habría abrirían un portal hacia_“las zonas de más alta vibración cósmica”…_sólo el Maestro regresó con vida,con la cordura totalmente destrozada; tuvo que ser internado en un conocido psiquiátrico la ciudad.

Las autoridades achacaron el incidente a una célula aislada del crimen organizado; en una entrevista el jefe de policía declaró: “Al fin y al cabo esas gentes estuvieron en el lugar y el momento equivocados”; sólo se encontraron seis cuerpos en una condición irreconocible, la vigilancia de la zona se intensificó hasta la nueva administración que decidió que el cuidado de la reserva ya no era prioridad.

Durante la noche, en el salón para invitados de la Hacienda Villalba Simón ha convocado a una junta con sus camaradas: — Tenemos entonces a un Exterior que fue convocado por el ritual de los Nueva Era que creían inofensivo, abren una puerta a la Esfera Oscura y de ésta sale la Maraña… si lo del testimonio aquél de que parecía un matojo de pelo es cierta quiere decir que entró al Valle siendo de un tamaño, ahora se ha agrandado…

Sin embargo lo que le ocurrió a los del culto Nueva Era: seis cadáveres, seis sin aparecer, uno que está en la casa de la risa… no es cualquier cosa…

Antonio interviene: – Tal vez necesita alimentación constante o del paso de una dimensión a otra lo debilitó… puede ser que entró grande, se achicó y ahora busca ser aún más grande…

Una vez en YouTube vi que en el programa de “El Hormiguero” presentaron un experimento para compactar peluches de gran tamaño: los metes en una bolsa de plástico, metes la manguera de una aspiradora apretando la bolsa alrededor de la misma, la activas y el peluche empieza a comprimirse por la falta de aire… una vez que abres la bolsa de nuevo el peluche empieza a tomar su forma original… tal vez sea como eso…

Con la diferencia de que “el peluche” quiere hacerse más grande.

— Debemos establecer la naturaleza del “peluche” para saber cómo matarlo y no tenemos antecedentes de un Horror similar —señala Simón.

— Se abrió fuego contra la Maraña y las balas no le hicieron nada ¿no? La Bestia de Gévaudan resistió las balas de los hombres de élite del rey Luis XV —observa Martín—. Pero sus costillas fueron hechas pedazos por una bala de plata.

— Nos quedan algunas del incidente del Nahual… y están bendecidas… tenemos también el recurso de algún hechizo para convocar un portal a la Esfera Oscura ¿lo lograrías hacer a tiempo, Cubano?

— Necesitaría la ayuda de alguien más y los ambientes naturales son buenos para eso… pero aún así hay riesgo de que algo entre en vez de que se expulsar a la criatura del Reino —la expresión “El Reino” denotaba al mundo normal, es un término nacido de la Biblia en la expresión “el Reino de éste Mundo” al que alude Jesucristo— . Además no sabemos si, en el estado actual de… el ser, pueda crear alguna interferencia en el flujo mágico.

— Bueno… Muchachos, debemos darnos dos días para descansar de todo el trabajo y hacer un plan para la cacería y recuerden… nada de ésto en Facebook.

El día de descanso es arruinado por una intensa lluvia que comienza desde las primeras horas hasta la tarde que persevera como una molesta brisa, regalo de la temporada de huracanes en el Pacífico. En el comedor sólo quedan Antonio y Cubano; Simón y Martín observan los preparativos para la “expedición de castigo.”

— Cubano, tengo el miedo de morir mañana… —comenta Antonio— . ¿No es ridículo? En los años que he estado en ésto jamás he superado el miedo a morir en una de nuestras expediciones… hay muchas cosas que no he experimentado, que no sé… jamás he tenido novia, jamás he salido del país, nunca mandé un mensaje a alguna celebridad por redes sociales… ¡ni siquiera sé tu nombre de pila!- ríe con ironía mientras aproxima el vaso de tequila a su boca.

— Me llamo Santiago —responde Cubano, pela una manzana con un cuchillo haciendo su cáscara un sólo jirón que recorre la fruta en un armonioso movimiento espiral, corte perfecto, preciso, perseverante.

— … y eso de que dices que oyes a Dios… —pregunta Antonio con extrañeza.

— Siempre es bueno creer en algo. Tu haces lo tuyo y lo alimentas con la fe. Es como un automóvil y su combustible —muerde la manzana haciendo sonoro crujido.

III

No que hayas mentido, que ya no pueda creerte, eso me aterra.

  • Friederich Nietzche

Amanece y el viaje a Ijiyoteotl es fantástico, la carretra está rodeada de impresionantes acantilados de piedra gris invadida por la virginal vegetación de incontables años; aquellos guardianes de piedra parecen observar mudos o indiferentes la insignificante camioneta azul de los Hombres Alegres.

La cúpula celeste es hermosa, de nubes que parecen trazadas con un finísimo pincel de tonos azulados, blancos, grises, rojizos y naranjas; abajo ya sea en las faldas de las amplias laderas o bajo los puentes del camino cantarinos ríos de agua cristalina discurren ajenos totalmente a la Eterna Cruzada.

En una parada los Hombres Alegres a excepción de Santiago han hecho lo que muchos grupos de varones suelen llevar a cabo sin vergüenza: orinar en grupo. Al terminar van hacia la camioneta.

— Nos tomamos cinco minutos, ¿no? —sugiere Martín. Asienten.

Los Hombres Alegres descansan un rato, el paisaje es imponente, desearían no tener que hacer lo que hacen y tener vidas normales: — Ha veces pienso que todo ésto es una mugre —comenta Antonio—. Te juegas el pellejo… o la salud mental o incluso el alma… y la gente te mira siempre como “uno más”… uno más… ¿cuántas veces los Sabuesos han salvado el maldito día?… la muerte más infame de un Sabueso que he escuchado fue la de ese en Ámsterdam: murió de un infarto en un prostíbulo antes de la noche de la cacería… siempre se me quedó en la memoria ese caso porque… era la primera vez que el sujeto estaba en un lugar de esos.

Simón no puede evitar reírse de eso, Antonio se enoja: — No friegues, hombre, que hablo en serio —Martín empieza a reír también, lo mismo Santiago, al poco Antonio acompaña a sus camaradas; ya no son risas son carcajadas. Ha veces la vida parece un chiste de humor negro. “¡Gente, estamos fregados!” dice Simón de buena gana. Ha veces la risa es una forma de resignación.

Cuatro horas después han llegado por fin a Ijiyoteotl. Se han tenido que abrigar pues el frío por la cercanía del Orizaba no resulta mortal pero sí más que molesto.

Algunas de las viviendas en Ijiyotéotl están asentadas en laderas; la mayoría de ladrillo sin recubrir, hay también de tablas con techo de lámina, otras son endebles carpas hechas con lona y bambú, se pueden ver los restos de algunas casas que fueron arrastradas por un terrible deslave que aconteció en el 2014 durante la difícil temporada de lluvias intensas que azotaron a Veracruz así como en otros puntos de la República Mexicana, se ve que el pueblo está olvidado.

Todas las viviendas, absolutamente todas tienen trazadas cruces de cal en las puertas, una anciana cubierta con un chal por el crudo frío traza una afuera de la carpa en la que vive junto a una mujer que escucha en la radio un anuncio político ¿rito ancestral o medida preventiva contra La Maraña?. En su paseo por el deprimente lugar encuentran sólo una deplorable escuela primaria que al parecer es la única del pueblo; dos secundarias: una abandonada por huelgas sindicales, y otra semi activa que cuenta con sala de cómputo pero sin electricidad; cuatro tiendas de abarrotes y siete puestos que simulan ser cantinas y algo que quiere ser un centro de salud en condiciones más que lamentables.

En uno de esos puestos-cantina los Hombres Alegres piden información de cómo llegar a la Boca Verde, no se puede con la camioneta, tendrán que llevar cargando su equipo. Sólo los talamontes o prófugos conocen algunos senderos secretos que permiten el paso del vehículos hacia ese punto; el contacto de Simón no dijo nada al respecto y por ahora o no se sabe o no se quiere decir nada acerca de esos caminos.

— La corrupción somos todos —murmura Antonio para sí.

Los Hombres Alegres recurren a alejar la camioneta del poblado, sacarla de la carretera y retirar la falsa batea. Han recogido mochilas para camping llenas de provisiones, equipo de acampar y por supuesto las armas, incluyendo el pequeño frasco con el huesito del santo desconocido y dos viales de agua bendita, cabe la esperanza de que funcionen.

Sólo por la ruta que se les indicó logran llegar a la Boca Verde, ha sido un largo caminar, un pesado cansancio para los años de Simón Ballard y la inexperiencia en el campo de Antonio Santacruz; Santiago y Martín caminan con la naturalidad del hombre de supervivencia.

La Boca Verde es un gigantezco boquete conformado por un caleidoscopio de tonos verdes de oyameles, pinos, encinos y abetos, algunos cubiertos de espesa lama, a lo lejos se escucha una cascada y el sonido de un inquieto río procedente sin duda del imponente Orizaba.

En éste refugio natural el frío se reconcentra por lo que los cazadores necesitan no sólo de cubrirse con ropa gruesa extra sino que también comienzan a buscar leña para protegerse de la aún más bajas temperaturas que vendrán al anochecer; han preparado el campamento cantando So Happy Together

Es de noche, ya no hay música, sólo frío y oscuridad; la presencia de los árboles es intimidante pues lejos de la iluminación del fuego que brinda calor a los Sabuesos, la vegetación parece formar inquietantes sombras de monstruos que no son pero que existen la mente de los cazadores.

Ahora son 4 hombres solos en el reino de la noche dentro del bosque como niños perdidos; bajo las estrellas que parecen siniestras luces de muerte son rodeados por ruidos del entorno: pequeños murmullos, el ulular del búho y el discurrir del río ignoto más allá del campamento.

Simón pregunta la hora. Dos de la madrugada responde Martín gracias a su móvil. Los cuatro van armados, los cuatro saben que ya no hay vuelta atrás. Durante los preparativos de la caza, a Santiago se le ocurrió que tal vez era posible atraer al monstruo, después de todo, si contenía una buena cantidad de influencia Oscura significaba que podía ser convocado.

— Tendríamos que dejar a un lado las armas… para no romper la concentración —sugiere Santiago.

Es una opción de alto riesgo pero al final todos acceden. “Medidas drásticas en situaciones drásticas” señala Simón Ballard.

La ceremonia inicia: hay fuego, cuatro hombres con las manos entrelazadas formando un semicírculo, símbolos extraños que Santiago ha trazado en la tierra con sal la cual Santiago asegura que está consagrada por un místico caribeño; las armas, las cuales Santiago ha pasado sus manos como para cubrirlas de algún efluvio etéreo descansan, junto junto los viales en el suelo y dentro del círculo. Se ha utilizado el huesito del santo desconocido como sacrificio arrojándolo al fuego.

Una vez hecho ésto, Santiago empieza a cantar en lengua yoruba, una salmodía, un canto que va en crescendo, después se convierten en gritos suplicantes; piden a la presencia del bosque se presente, de que se le ha dado la ofrenda: el fragmento de un bienaventurado para que se manifieste que las estrellas son propicias; un viento frío corre.

Éste frío no es terrestre, éste frío es del alma.

La voz de Santiago parece resonar con un timbre ajeno a la Tierra.

El silencio llega… el crepitar del fuego y su cada vez más débil calor, los sonidos de la noche… silencio aterrador.

— Oh… Dios —dice Antonio, el miedo se ha apoderado de su voz—… Muchachos…

Los Hombres Alegres han abierto los ojos, todos.

La iluminación del fuego alcanza a hacer visible a algo innombrable, algo horrible, una abominación ajena al mundo. Su tamaño es el de un antiguo volkswagen… su forma es ovoidal, aunque notablemente achatada, parece estar hecha de una serie de tejido muscular en constante movimiento del cual, entre las sus finas grietas de aquellos filamentos carnosos se desprende míriadas de hilillos blanquiazules que no parecen ser llevados por el viento sino que se mueven al ritmo de un inquietante pulso orgánico de origen paradimensional.

La monstruosidad, aparentemente carente de ojos parece mirar con fijeza a los Hombres Alegres. Se sienten vigilados, acosados por aquella presencia extraterrena. De su interior sale un gorjeo desagradable, una especie de respiración emitida por desconocidos órganos que emiten una especie de ronco estertor seguido de unos silbidos apagados.

— A la cuenta de tres… —dice Simón. No puede respirar con normalidad, aquella presencia vicia incluso el aire frío que ulula como mensajero de la muerte.

— U-uno.

Los filamentos carnosos del monstruo no dejan de moverse iluminados por la luz de la inquieta fogata.

— Dos.

Antonio está cubierto de sudor frío, no se puede mover, sus ojos están empezando a llenarse de lágrimas.

— ¡Tres! —Simón, Martín y Antonio se agachan con toda la rapidez que pueden para tomar sus armas. Una carnosa probóscide ha salido de la monstruosidad y se incrusta en el rostro de Martín, éste emite gritos apagados pero que son realmente alaridos de dolor. Antonio siente un inexplicable temblor incontrolable al tomar su revólver que al final cae al suelo; Simón, totalmente concentrado en acabar con la bestia toma su rifle, lo apunta al centro de la parte frontal de la criatura y

… un disparo hace volar los sesos del pobre señor Ballard que cae al suelo terroso sin vida. Martín aún sigue gritando aferrándose a la probóscide tratando de retirársela de la faz… Antonio sólo permanece muerto de miedo y empapado de sudor, todos sus músculos están atrofiados por el horror. Martín deja de luchar, se desploma, una vez en el suelo, es arrastrado por la asquerosa probóscide del engendro.

Lo que una vez fue Martín Ruíz ahora sólo hace movimientos espasmódicos, el monstruo lo ha logrado llevar hasta su boca, oculta por su horrendo cuerpo. Santiago “El Cubano” se limita a guardar el revolver con el que ha asesinado a Simón Ballard y patea las armas lejos de Antonio.

— Fue en Cuba —dice Santiago—. Donde el gobierno pidió a cuanto brujo o espiritista que captó contactar con el Otro Mundo para tener una ventaja contra los molestos infiltrados gringos o eurófilos cuando se desató la lucha contra el terrorismo de Bush Jr… como supondrás yo estuve dentro de ese programa.

Mi fama como “hombre de Magia” empezó desde muy pequeño, lejos de temerle a ese talento lo fui perfeccionando gracias a instructores competentes.

Una vez captado por el gobierno y tras numerosos intentos en los que el se me presionó para contactar con El Otro Mundo, se resolvió torturarme tanto en cuerpo como psicológicamente: amenazaban con matarnos a mi familia y a mí mismo… has de saber que en ocasiones el dolor puede potenciar los poderes mágicos latentes y no defraudé a mis captores pues en ese despliegue de mis capacidades paranormales logré contactar a mi Dios —Santiago sale del círculo, va hacia la criatura que mastica el cadáver fresco de Martín Ruíz—. Él es mi Dios —Santiago puso su mano sobre el aberrante cuerpo de la criatura —. Thajh Xa Zul; El Padre de la Corrupción. Mi Dios verdadero.

— Eventualmente —continúa Santiago—. La situación de los hombres de Magia llegó a oídos de la ONU que condenó los hechos, días después y tras resultados desfavorables el gobierno cubano decidió poner fin a la Operación.

Ahora bien, desde ese primer contacto con mi Dios abrió mi conciencia para revelarme su plan, de cómo sus adoradores en México engañarían a un grupo de ingenuos para que lo convocaran al Reino; de cómo, al principio, tendría que alimentarse de los animales y las alimañas salvajes y después de la gente para propiciar su influencia corruptora antes de llegar a su llamada fase propicia para apoderarse de el cuerpo de un humano con dotes mágicas…

Y de cómo me necesitaba a mí para cumplir ese cometido…

El círculo que tracé es de sal común y corriente, los símbolos son pura mistificación mía; pero las armas las imanté con energía Oscura para insuflarles a ustedes miedo; por lo visto sólo te afectó a tí… toda mi vida fue una actuación para éste momento.

Cuando Thajh Xa Zul tome mi cuerpo podrá realizar su plan: esparcir su corrupción a todo el país para hundirlo en una nueva Era de miedo, lujuria y caos. Todo para crecer en poder hasta encarar al antiguo Ra N’rah y quitarle su primacía en éstas tierras. Ni lo que está más allá del Reino se salvará de su poder.

Te digo todo ésto por dos razones. En primera porque tu grupo jamás me agradó; éste mundo es insalvable, los Exteriores terminarán por dominarlo y los Sabuesos Nocturnos son unos deplorables necios que sólo ganan algo de tiempo a un futuro inevitable. Y en segunda porque, y lo lamento, morirás dentro de poco… sin embargo ahora eres parcialmente libre de toda ésta monumental mentira.

Ya conoces la verdad.

Thajh Xa Zul, Padre de la Corrupción alza triunfante su cuerpo dejando ver decenas de sus repulsivas patas de artrópodo junto con una boca circular de incontables hileras de dientes que emana una nauseabunda baba transparente y sangre humana. Se dirige con ávida rapidez hacia Antonio Santacruz que quiere gritar, que muere por gritar consiguiendo sólo emanar unos dolosos pujidos. Sólo cierra los ojos antes de sentir los afilados dientes del Padre de la Corrupción desgarrándole el cuerpo.

Santiago no sabe que le espera ahora, pues lo revelado por Thajh Xa Zul llegaba sólo hasta ésta fase.

¿Conseguiría su deidad el poder suficiente para confrontar a Ra N’rah que mora en el Monte Majestad cercano a la muerta Novacruz?

¿Triunfaría sobre su rival?

¿Su dominio de horror rebasaría los confines del Reino?

… no tenía las respuestas, era ahora cuando el futuro debía de forjarse.

Mientras Antonio Santacruz era devorado, mientras sólo se escuchaba su carne siendo molida y sus huesos siendo triturados por La Maraña. Santiago respiró hondo hasta llenar sus pulmones de aire frío, una vez que su Señor terminara de alimentarse él se convertiría en el vaso elegido para darle una apariencia humana a la deidad impía. Respiró profundo, empezó a cantar la salmodía triunfante a su maligna divinidad.

Las estrellas acompañaban una cadavérica luna pálida como un cortejo que presenciaba desde el infinito oscuro la inauguración de una nueva Era de horrores sin nombre. Pronto se hizo un silencio de temor reverencial del cual sólo se escuchaba el pavoroso Cántico a La Maraña.

— Via Creepypastas

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