Ya no molestes

Todas las mañanas el sol molesta una y otra vez, todos los días desde hace ya varios años. Intenté taparme los ojos con las manos pero eso no sirvió de nada, cubrirme los ojos con algo… Lástima que aquí no hay tal algo. El sol y la luna no dejan dormir, no puedo dejar de caminar buscando un buen lugar donde descansar… Maldigo el día que decidí colgarme en medio de un desierto…
— Via Creepypastas