Wallpaper diabólico
Seguramente te gusta descargar cosas de internet… A mí también, o mejor dicho, me gustaba…
Ese psicólogo hizo un estupendo trabajo, ya que al día de hoy recuerdo muy poco de esa noche, pero aun así trataré de hacer memoria por ustedes.
Una noche de verano, me propuse encontrar un wallpaper lo suficientemente terrorífico como para asustar a mi hermano. Busqué en Google “Creepypasta go to sleep”; esa “bonita” imagen de una cara deforme de tez blanca, sonriendo en tu pantalla. No… no era lo que buscaba.
Tal vez si ponía “Obedece a la morsa”, pero tampoco. Sólo imágenes de la cara del chico del vídeo.
¡Lo tengo! Buscaría “Para no dormir”… Esperé… Esperé… No, el resultado no me dio miedo.
Cuando me había decidido a apagar la computadora, un anuncio apareció en mi pantalla. “Lo que buscas está aquí”, decía el eslogan. No lo pensé mucho, le di clic al enlace; sabía que no encontraría el wallpaper, pero con suerte encontraría un vídeo porno o algún juego entretenido.
Cuál fue mi sorpresa al ver que era toda una página de wallpapers de terror. Pero aunque había más de treinta, sólo uno llamó mi atención: era un fondo gris, con una cara bastante perturbadora moviéndose de un lado a otro por la pantalla.
Temeroso, abrí el archivo, pero no tuve el valor de guardarlo, y simplemente lo cerré. Esa imagen de alguna manera me había perturbado, así que mejor apagué el ordenador y me olvidé de asustar a mi hermano.
Una vez en mi cama, escuché un zumbido proveniente del monitor de mi computadora… era un leve gruñido que apenas se podía percibir. Miré el monitor, y no había nada, simplemente estaba apagado, pero el zumbido seguía ahí.
Me levanté de mi cama y me acerqué a la pantalla, y, de pronto, ésta se encendió sola y automáticamente el wallpaper se puso como fondo, pero ahora acompañado de un grito bastante doloso. Parecía que el hombre estaba sufriendo en vivo detrás de la pantalla.
Sin pensarlo, desconecté el monitor y me arrinconé en mi habitación; el asma empezó a molestarme.
Silencio… Silencio.
Y otra vez el wallpaper, pero ahora no estaba en la computadora, sino en la televisión del rincón. El grito apareció de nuevo, pero ahora más desgarrador.
No tuve el valor de acercarme y simplemente salí corriendo hacia la habitación de mis padres. Les pedí que fueran a mi habitación a apagar el televisor y que me dejaran dormir con ellos… pero cuando mi papá fue a apagarlo, no había nada extraño ni en el televisor, ni en el monitor de la computadora. Y para colmo, el monitor estaba conectado, y no desconectado, como yo lo había dejado.
Dejé de pensar en el asunto y saqué la computadora y el televisor de mi cuarto.
Es una lástima que no pueda sacar el recuerdo borroso de mi cabeza…
— Via Creepypastas
