Vendrán lluvias suaves
Soledad,esa es la palabra que resuena en mi cabeza tras esa guerra. Escucho únicamente a las ranas en las piscinas y a los ruiseñores en los árboles al lado de los biplanos derribados, mientras recuerdo mis días en el aire.
Al lado mío estaba un compañero: Larry. Fuimos derribados cuando faltaban días para la extinción. Apenas perdí su rastro ayer, todavía sostengo su rifle de asalto mientras toco la guitarra que me dio antes de la guerra.
Desde aquí puedo ver las trincheras de los alemanes al igual que el resto de esta ciudad que la naturaleza reclama. Aún pienso que debí morir ese día, pero no lo hice. Arrastré mi débil cuerpo hacia las trincheras abandonadas y me llevaron a una enfermería abandonada desde la extinción.
He andado solo por toda la ciudad sin ver algún ser humano, sólo los animales, a los cuales ya puse un nombre, uno por cada uno. Nadie va a saber de esta guerra más que yo; soy el último ser humano y Dios verá con horror que nos hemos marchado.
Basado en el poema de Sara Teasdale
Vendrán lluvias suaves
Vendrán lluvias suaves y olor a tierra mojada,
Y golondrinas dando vueltas con su reluciente sonido;
Y ranas a los estanques, cantando en la noche,
Y ciruelos silvestres de trémula blancura.
Los petirrojos vestirán su plumoso fuego,
Silbando a su antojo sobre el cercado.
Y nadie sabrá de la guerra, nadie
Se preocupará cuando todo haya acabado.
A nadie le importaría, ni al pájaro ni al árbol,
Si la humanidad pereciera del todo;
Y la propia primavera, cuando despertara al alba
Apenas se daría cuenta de nuestra partida.
— Via Creepypastas