Tripofobia
En una fiesta, había una sensación de desesperación y temor reinante y anormal. Sentían que en los rincones se escondía algo, que lo que fuese que estuviese allí los acechaba, esperando sacar sus intestinos, o torturarlos hasta la muerte. Pero sus corazones y sus mentes les decían que dejasen esos sentmientos de lado.
En una fiesta, desde que la luna asomó de su pacífico sueño, el temor y la desesperación aumentaron, fatigaron, colapsaron; en algunas personas se inyectaron sus ojos en sangre, otros sudaban y tambaleaban en la taquicardia; sus corazones latían como si fuesen a caer por un precipicio.
De pronto, los invitados cayeron al suelo. Se retorcieron, convulsionaron, se perdieron en sí mismos; la muerte y su sabiduría habían llegado a la reunión. Hoyos infinitos y oscuros se abrieron por todo el cuerpo de los invitados. Segundos antes de morir, el tiempo se volvió eterno, supieron la verdad; el conocimiento letal inundó sus mentes, junto con respuestas a preguntas repetidas sobre la vida en marte, la Creación y las dimensiones, acompañadas de otras verdades que nunca habrían siquiera imaginado de no ser por la víspera de su muerte.
Entonces, la respuesta a qué vendría luego de la vida llegó. La sabiduría se llevó su escencia, absorbida quizás en los hoyos de sus cuerpos. Algunos con ojos abiertos, otros con hemorragias nasales; incluso unos seguían sus convulsiones aún más allá de su muerte.
— Via Creepypastas