The Grey Man

Cuando tenía diecisiete años, mi mejor amigo Mike abrió un canal en YouTube llamado “Let’s Play”. Era un fanático de los videojuegos antiguos y no tan conocidos, la mayoría de ellos los jugaba en un emulador de PSX en su laptop.

El canal no era particularmente popular; tenía unos treinta suscriptores, la mayoría de los cuales eran simplemente sus amigos. Yo solía ver sus vídeos durante unos minutos cuando llegaba de la escuela para aumentar sus visitas y ayudarle de paso. Era bastante entretenido verlo como cualquier comentarista de videojuegos, pero supongo que algunos canales simplemente no tienen la suerte de poder subir sus reproducciones.

Tomábamos la misma clase de química y nos sentábamos uno al lado del otro en el mismo lugar todas las mañanas en la escuela. Un día, él me preguntó si yo había oído hablar de un juego llamado LSD: Dream Simulador. Nunca había oído hablar de ese juego. Llegó a la conclusión de que era sin duda un juego lo suficientemente oscuro para su canal.

Había subido algunos vídeos de esa noche. Era un juego muy peculiar; el objetivo parecía ser sólo caminar alrededor de varios niveles con ambiente japonés, chocando con las cosas que lo transportaban a otros entornos. Los lugares eran habitados animales y personas que se deslizaban a través del juego, por lo general sin hacerle caso del jugador, aunque había un en particular conocido como “The Grey Man” o el Hombre Gris.

Como su nombre lo sugiere, era un hombre gris, con un sombrero y abrigo. Tendía a aparecer sin previo aviso. Si el jugador se acercaba demasiado, la pantalla se volvería blanca por unos instantes y desaparecería. Cada vez que esto sucedía, Mike con su nerviosismo se reía de ello y seguía jugando.

El modo del juego se dividía en días. Cada día duraba sólo unos minutos, después de que se acaba el día el jugador sería llevado de vuelta a un menú y le solicitaría que inicie un nuevo sueño. Mike jugó hasta el día doce durante el transcurso de una semana, y claramente solía disfrutarlo, algo que era evidente en sus vídeos. Casi cautivado por el mismo. Sin embargo, una noche, publicó un boletín en su canal de YouTube afirmando:

“Sabes que es hora de parar cuando el hombre gris empieza a aparecer en tus sueños ¿Qué debería de jugar para la próxima?”

No se inmutó por esta broma tan casual, y a la mañana siguiente me dijo en clase de química que dejaría de jugar ese juego porque quería probar algo nuevo. Yo le recomendé algunos juegos, pero tendríamos un examen al día siguiente y necesitaba concentrarme. Le sugerí que tomar un breve descanso de YouTube. Estuvo de acuerdo con la idea, y quedamos en vernos en su casa esa misma noche.

Caminé por la ciudad cargando varios libros de química esa noche hacia su casa. Las luces estaban encendidas, pero no hubo respuesta cuando toque a la puerta. Por cortesía, esperé un minuto antes de que tocara de nuevo. Esta vez, la puerta se abrió al instante. Mike estaba del otro lado de la puerta, con el pelo mojado, con un aspecto muy sacudido. Sin decir una palabra, me llevó a su habitación, donde tenía diversos artículos y libros en su escritorio. Parecía sorprendido de verlos. Después de unos minutos de fingir que leía mientras se mostraba curioso en cuanto a por qué estaba tan nervioso, finalmente le pregunte: ” ¿Qué pasa?” A lo cual, murmuró una respuesta bastante incomprensible. Mis esfuerzos continuaron hasta que finalmente cedió.

Me dijo que hace diez minutos antes de que llegara, se había quedado dormido en el baño, y tuvo un sueño. En el sueño, contaba que se empezó ahogar en su bañera, completamente paralizado e incapaz de levantar su cabeza para tomar aire. La silueta temblorosa del hombre gris se alzaba sobre el agua, observándolo. Me compadecí que esto pueda haberle causado unos segundos de angustia cuando se despertó, pero no podía entender por qué todavía estaba nervioso. Traté de consolarlo, pero sintió que yo no lo entendía, agarró mis hombros y me gritó: “¡Hace diez minutos mientras dormía, me estaba ahogando bajo el agua en ese sueño durante semanas y yo no podía morir!”

Después de eso Mike se volvía cada vez más distante. Intercambiamos palabras durante las clases de química, y comenzaba a verse muy mal. Sus ojos se volvieron de color rosa rodeado por anillos de color púrpura. Más de una semana, dejó de escribir por completo y en su lugar pasó toda la clase con la cabeza enterrada en sus manos.

De vez en cuando, se quedaba dormido en esa posición, y despertaba varios minutos después gritando furiosamente y golpeando la mesa con los puños. Después de dos semanas de comportarse de manera extraña, fue suspendido de la escuela y no volvió, pero después de negarse a dormir estando demasiado cansado para estar enojado, regresó a clases normales donde permanecía sentado en su asiento, completamente inmóvil. El tiempo siguió, comencé a hacer nuevos amigos, mientras que el existía como una cascara vacía.

Fue en esta época en donde comenzó a aparecerse en las paredes una especie de grafiti, que se asemejaba a una palabra o frase en japonés que decía: “バ イ オ レ ン ス 街”. La colocación y el color de los cuadros variaban demasiado. Solía creer que esos grafitis fueran eran hechos por artistas callejeros que buscaban de alguna manera obtener atención. Sin embargo, una noche, mientras caminaba hacia mi casa después de haber ido a una fiesta con media botella de vodka en la mano, me di cuenta de una brillante luz de color rojo fluorescente, en un callejón a mi izquierda. Bajé y encontré la pieza a medio terminar del grafiti junto con Mike, quien se desplomó en el suelo, llorando, con una lata de pintura en aerosol rodando lejos de su mano. Suspiré, me senté junto a él, y le ofrecí un trago de mi vodka. Bebió una cantidad bastante grande de ella y me entregó mi botella. Tenía los ojos cerrados. Creo ni siquiera sabía dónde estaba.

“No puedo dormir”.

“¿Qué?”

“Cuando me voy a dormir, despierto en otro lugar diferente de dónde estaba. Es exactamente lo mismo todo el tiempo, excepto que él está ahí. Torturarme.”

“¿Y eso qué significa, Mike?” Indiqué a los símbolos japoneses por encima de él, pero lo único que hizo fue bajar la cabeza.

“El dolor no se detiene cuando me despierto”.

Mike no volvió a hablar durante media hora, hasta que finalmente lo convencí para ir a su casa. Se puso de pie y se tambaleó hacia la noche. Encontré una pieza completa de grafiti en la calle de al lado y tomé una foto con mi teléfono, y luego me fui a mi casa. Al día siguiente, busqué en Google una lista de símbolos japonés, esperando que coincidieran con las letras del grafiti con el fin de obtener su significado. Eso tardo un buen rato, porque el alfabeto japonés es extenso y, para mí, los símbolos de todas maneras me parecen muy similares.

Después de terminar la búsqueda de los símbolos, puse, “バ イ オ レ ン ス 街”, en Google. Resultó ser el nombre en japonés del ” Distrito de la violencia”, una región del juego LSD: Dream Simulator. El lugar consiste en las calles de una ciudad oscura llena de grafitis y cadáveres colgando. Había visto que Mike se encontraba muchas veces en esa zona en sus vídeos.

Me desperté en medio de la noche para encontrarme a Mike de pie en la esquina de mi habitación, vistiendo una capucha que ocultaba su cara muerta. Su computadora portátil estaba debajo de su brazo, y la puso en mi cama, me dijo que eliminara el juego, sus videos y su canal de YouTube. Le pregunté por qué no los borraba el, y me contestó: “No quiero tocarlos “, antes de salir por la ventana por donde había entrado. Estaba demasiado aturdido para volver a dormir, abrí su computadora portátil e hice lo que me dijo que hiciera. Elimine todos los videos de su carpeta de documentos y cancele su cuenta de YouTube.

Entonces me di cuenta que el archivo “psxfin.exe” estaba en su escritorio.

Hice doble clic para ejecutar el emulador de PlayStation 1 y abrí la imagen de CD de LSD: Dream Simulator. Entonces cargué su partida, que todavía estaba en el día doce. Como me lo había imaginado, Mike era claramente inestable. Mucha gente lo había jugado y habían salido ilesos; Yo podía hacer lo mismo.

Seguí hasta donde Mike lo dejó, y vague sin rumbo por los mundos como lo había hecho el. El juego era muy extraño, tal y como lo recordaba en sus vídeos, tal vez incluso un poco inquietante, pero después apagar la computadora portátil, mi estado de ánimo era completamente normal. La única cosa que me había desconcertado un poco era que había jugado seis días más y no me encontré con el Hombre Gris en absoluto. De todos modos, me fui a dormir.

Esa noche, soñé que estaba en la montaña marrón que había visto en el juego, contra un cielo de color verde oscuro con niebla espesa. Cerca había una figura. Era difícil verla a través de la niebla y los gráficos, pero parecía llevar una camisa azul y unos pantalones vaqueros verdes, al igual que Mike. Yo era incapaz de moverme, la figura se deslizaba lentamente hacia mí, aunque de espaldas. Por último, se dio la vuelta, y vi una imagen fija de la cara sonriente de Mike, antes de que me despertara.

Al día siguiente Mike no volvió la escuela, tampoco volvió al día siguiente, o el día después de ese. Había comenzado mi propia partida en LSD: Dream Simulator, y empecé a ver continuamente al Hombre Gris, concluyendo que no había ningún problema con esa copia del juego, sin embargo, nunca más apareció la partida de Mike.

Con frecuencia buscaba en internet y le pedía a los fans del juego alguna solución para qué el Hombre Gris dejaría de aparecer. Cada uno de ellos insistieron que eso no podía suceder.

La policía llamó a mi puerta ese fin de semana, preguntando si sabía algo del paradero de Mike, o si sabía si me seguía molestando. Yo respondí con calma que jamás nos volvimos a hablar. Para poner toda esta situación fuera de la mente, empecé a pensar en mi futuro y concentrarme en conseguir una buena nota la química.

Un par de semanas después, lo encontraron en el bosque a unas pocas millas fuera de la ciudad. Los forenses llegaron a la conclusión de que se había golpeado solo contra una piedra hasta morir, el mismo día en que había desaparecido.

Yo sueño con él a veces.

Fuente: https://creepypasta.fandom.com/wiki/The_Grey_Man

— Via Creepypastas