Los cuerpos que ríen
Diez años han pasado desde la plaga Chernobilita, cuándo una simple investigación en Prípiat se convirtió en la pandemia más mortal de la historia.
Sólo las pequeñas regiones aisladas del mundo sobreviven, incluida la de Chernóbil.
Aún recuerdo esa investigación muy bien. Yo era un reportero de la televisora local de Kiev, nos informaron de que habían pasado tres meses desde que unos turistas qué habían sido mordidos por unos animales no identificados en la zona de exclusión salieron del hospital. Ellos poseían enormes sangrados, ahora sólo habían quedado cicatrices.
La televisora nos asignó el trabajo de buscar a ese animal. Llegamos a la zona en más o menos dos horas, como yo recuerdo, hasta ahí empezaba el atardecer y tuvimos que quedarnos cerca del letrero que decía:
“PRÍPIAT, 1970”
Cuando salió el sol, nos dirigimos hacia la ciudad fantasma, era tal y cómo lo es ahora. El el viaje turístico fue bueno hasta que llegamos a la Feria de la ciudad, llegaron unos lobos, de cuya boca bajaban aquellos chorros de saliva, deducimos que era la rabia, acto seguido empezaron a atacar a mis compañeros, lanzandoles al suelo siendo mordidos por los lobos. Yo fui el único que logró llegar a la camioneta, tres días después renuncié a mi trabajo.
Dos días después anunciaron que unos turistas, qué en realidad eran mis amigos fueron atacados por una manada de lobos en Prípiat y de los 5 que fueron 2 murieron en el hospital y los otros 3 están heridos de gravedad.
Cuarenta y cinco días después anunciaron la existencia de una enfermedad que estaba propagándose entre la población de Europa y Asia con el nombre de “La rabia chernobilita”. Intenté salir del país, pero creyeron que me infecté con la rabia y me negaron la salida, también cerraron las fronteras, puertos y aeropuertos. No había forma de salir.
Dejemos eso y explicaré los riesgos.
Inicia con ser atacados por animales que van desde perros salvajes hasta un oso.
Luego están las bandas armadas que pueden saquearte y quizás hasta matarte y dejar tu cuerpo ahí.
Pero eso no es lo peligroso de éste mundo, no, lo peligroso serian ellos. A esas criaturas las llamamos “Los enjuiciados” o “Las mutaciones de Chernóbil”. En primera son violentos a toda costa, al menos un lobo ataca para defenderse, pero ellos…
Sólo los veo para desgarrar a un miembro de la investigación días posteriores al brote y ahora aún existen. Ellos son lentos y torpes pero son inteligentes y desgarran cualquier tipo de carne menos la animal. Si alguno de ellos está ciego te aterrará su modo de eco localización, parecen risas macabras, sollozos o a veces lamentos.
La zona de alineación de Chernóbil donde ahora yo vivo ha sido un buen refugio para los supervivientes. Algunos son del ejército ucraniano o son bandidos que no buscan la rendición sino tus provisiones y tus armas.
Entre tanto afuera de Chernóbil esta “El exterior” donde reinan la ruina y la miseria de los supervivientes de las afueras de la zona. Aunque ya haya pasado tiempo, los gobiernos aún existen pero intentan junto con lo que queda de la OMS y la CDC hallar la cura.
Hasta ahora el número de “Enjuiciados” ha bajado pero aquellos que pierden su humanidad sube y nadie sabe qué hacer en éste tipo de situaciones.
Tan solo desearía un momento a solas.
— Via Creepypastas
