Sawney Beane

La familia Sawney Beane, originarios de Escocia, parecía una familia normal, del condado de East Lothian, cerca de Edimburgo, pero al querer acusar a la novia (que al tiempo se volvería su esposa) de nombre Agnes Douglas de brujería, se refugiaron en unas cuevas lejos de la ciudad.
Se supo que tuvieron hijos y nietos, y criando a su descendencia a su manera, se dedicaron toda la vida a robar, matando a los que robaban. Eran como cualquier familia vulgar que mataba sin motivo alguno, sólo por la necesidad, pero nada más diferente de la realidad.
Con el tiempo y después de muchos asesinatos, incluidos muchos soldados, todo tenía que parar, mandando a las entrañas del bosque a buscar a los que mataban sólo por matar. Cuando al fin encontraron a la familia, que para ese entonces eran más de 50 miembros, el incesto se supo que era algo habitual dentro de esa familia, que se metían todos con todos, y los más débiles o que enfermaban eran vistos sólo como comida para alimentar a todos los que quedaban atrás.
Al fin todo terminaría, se habían detenido a todos los miembros de la familia Sawney Bean, entre los cuales aparte de la pareja ya de viejos, habían hijos, nietos y bisnietos, que se reproducían entre sí. A los varones los desmembraron en público, ante toda la audiencia del pueblo, dejando que se desangraran, vociferando maldiciones y sin arrepentimiento murieron como habían matado.
A las mujeres les fue peor, ya que a ellas las quemaron vivas, pero ni así lograron sacar palabras de arrepentimiento por todo el daño que pudieron ocasionar, fue así como la historia de esta enferma familia terminó.
Desde esos días la leyenda de los caníbales creció, hasta volverse un mito, que a nuestras manos llegó, para compartirlo con ustedes, y sepan las atrocidades que los seres humanos pueden llegar a cometer.
— Via Creepypastas