Payaso en la esquina (Parte 1)

Mi nombre es John, yo vivo en una ciudad cualquiera, normal y corriente. Ya me acostumbro a hacer fiestas para los más chicos, me disfrazo como payaso en fiestas. Eso me divierte.

En las fiestas me acostumbro a crear juegos divertidos, piñatas, dibujos y aveces jugamos a la Escondida. Los chicos siempre se alegran al verme, solo que no sentía que fuera mi trabajo, pero al menos necesitaba dinero.

Siempre navegaba en Internet para ver si algo podía ayudarme en conseguir dinero, pero nunca funcionaba… Siempre veía cosas como “¡Compre esto ya!”, nunca nada ayudaba. Hasta que un día encontré un trabajo por la calle.

Un payaso por la esquina que había visto, me hacía un señal para que vaya, no entendía porqué me llamaba. Yo sospechaba de él, porque no sabía que podría hacer en mitad de la noche aquí.

Ya que no tenía mas nada qué hacer, fui hacia él.

Cuando me acercaba sentía que se desvanecía… Pero nunca dejé de caminar hacía él. Cuando estaba en frente de él.

—¿Quieres conseguir dinero?— me dijo con una voz rara.

—Sí, lo necesito.. ¿Por qué preguntas?— le pregunté curiosamente.

—Porque te vi en fiestas, eres un buen payaso, jajaja.— me dijo riéndose.

—Jajaja, sí, eso creo..— le dije riendo también.—

Después de un rato largo sin haber visto al payaso misterioso. Me lo encontré en la calle jugando con un globo. Le pregunté qué hacía, pero no contestaba.

Le pregunté una vez más (por las dudas) a ver si contestaba, pero se miró y se fue corriendo a un callejón. Cuando llegué al callejón, ya se había ido. Me había asustado mucho, pero a la vez… Solo me fui a comer, ya que tenía hambre.

Cuando llegué a la hamburguesería. Había un payaso en logo, y el eslogan. Yo no me preocupé por eso, sino que solo me compré una hamburguesa de US$ 5. La hamburguesa estaba buena, pero eso no me preocupaba, solo sentía que me olvidaba de algo.

Solo me fui a mi casa. Después de haber ido a mi casa, me quedé mirando televisión. En la televisión pasaban un dibujo animado raro, era de un chico que asesinaba, muy turbio. Pero era divertido y gracioso.

Cada vez sentía más voces en mi cabeza, me sentía mareado, veía cosas raras, tenía pesadillas, y luego de eso.. Ojeras. Cada vez dormía menos. No sabía que pasaba, solo estaba descompuesto… Y muy mal. Cada vez estaba peor.

Después de casi 2 meses sin haber visto al payaso, lo vi en una esquina. Cuando estaba caminando lo vi y me acerqué y me dijo:

—¿Y cómo te fue, conseguiste dinero?—

—No, no conseguí nada. Porque tú desapareciste.—

—Calma, te prometo… Que para mañana, ganarás dinero.—

No lo vi hasta hace 1 día. Me dijo que estaba sufriendo… Ya me estaba enojando, porque nunca cumplía lo que decía que iba a hacer. Nunca hacía nada.

Un día llegó a mí casa, y me dijo que me iba a matar. Yo me reí.. Pero estaba en la ventana con un machete… Salí corriendo a mi cuarto y cerré la puerta. Me escondí abajo de mi cama, y intenté no hacer ruido a ver si se iba.

Cuando me fijé… Pensé que se había ido. Pero me doy la vuelta, y estaba en la ventana. Entró y me cortó la mano, y la pierna.

Este es mi consejo, nunca confíes en extraños.