Odio a mi hermano pequeño

Odio a mi hermano.
Cuando yo tenía cuatro años, pedí un hermano o una hermana para Navidad. Mamá y papá dijeron que no, que no funcionaba de esa manera. Yo iba a ser su único hijo.
Pero entonces, dos años más tarde, cambiaron de opinión. Y yo también lo hice.
Recuerdo cuando mamá me lo dijo. Nos sentamos solos en mi habitación, y ella lloró, diciéndome lo mucho que me quería, y que pronto, tendría un hermanito.
Estaba tan enojado, que no podía hablar. Comencé a tirar mis juguetes. Mi madre gritó, rogándome que me detuviera, hasta que un camión de plástico que lancé la golpeó tan fuerte que le produjo una cortada en la frente. Salió corriendo de mi habitación, gritando. Me senté solo, enfadado, el resto de la noche.
Sentía, como después de esa conversación, mis padres se preocupaban menos de mí. Papá y mamá se prepararon para la llegada de mi hermanito. Observé, en silencio y con odio, desde el rincón de lo que solía ser mi cuarto como la preparaban para el recién llegado. Cuando no estaban mirando, deshacía su trabajo. Desgarraba el papel pintado. Rompía las barras de la cuna.
Pero todo lo que hice, lo repararon. Lloraron, se abrazaron, pero continuaron con sus planes para mi hermano. Me enfureció.
Justo antes de que él naciera, mi papá entró en mi habitación, se sentó, y me pidió que le diera una oportunidad, para darle la bienvenida a la familia.
Como antes, mi cólera me alcanzó. Sin embargo, a diferencia de mamá, papá parecía menos asustado y más triste mientras me enfurecía, lanzando juguetes, eventualmente rompiendo una ventana.
Cuando mi rabieta cedió, suspiró, se levantó y salió de la habitación. Me molestó la forma en que miró mi habitación mientras él cerraba la puerta detrás de él.
Me senté en la cama toda la tarde, furioso.
Horas más tarde, todavía enojado, oí voces abajo. Curioso, salí de mi habitación.
Vi a mamá y papá en la sala de estar, hablando con un hombre que vestía casi todo negro. Noté algo curioso en su cuello, algo blanco.
No podía entender lo que estaban hablando.
¿Qué es un exorcismo?
— Via Creepypastas