Mi sombra

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

El extraño relato lo encontré cuando me mudé a la nueva casa. La casa parecía normal, era de madera, tenía un aspecto rústico, había dos pisos y un sótano. Era bastante espaciosa, decidí acomodar mi pieza en el segundo piso, ya que ahí se encontraba el baño y me quedaba más cómodo. Los víveres decidí guardarlos en el sótano, porque era un lugar bastante fresco. Todo empezó cuando me dormí el primer día, estaba muy tranquila acostada, cuando de repente me despierto por un ruido fuerte que provenía del primer piso. Miré mi reloj y eran las cuatro de la mañana, inquieta pensando que podría ser un ladrón, me armo de valor y decido bajar al primer piso. Todo estaba bien, no había nadie, ni en la cocina como tampoco en el living. Cuando estaba por subir para volver a dormirme, escucho el mismo sonido que proviene de abajo, el sonido se parecía como si algo o alguien rasgara una pared. Extrañada, pensando qué podía ser, me di cuenta que el único lugar más abajo que el primer piso, era el sótano.

Ya con frío porque estaba en bata, no quise prolongar más mi desvelamiento, así que agarré un cuchillo por las dudas y bajé al sótano. Como el sótano no tenía luz eléctrica llevé una linterna, bajo unos escalones y vuelvo a escuchar el mismo sonido. Recuerdo que sentí un fuerte escalofrió recorrerme por toda la espalda, mi miedo me dominaba pero sentía mucha adrenalina, así que bajé a las prisas para encontrarme con lo que sea que haya abajo. Cuando bajo y observo todo el sótano, no había nadie. Sólo el armario donde dejo los víveres, un poco curiosa y asustada pensando qué podría causar el sonido, me pongo a razonar. Supuse que podría ser porque el sótano estaba todo hecho de madera y a veces rechina sólo por ser antigua.

Estaba por retirarme de ahí, cuando nuevamente sentí ese sonido, también se escuchaba que provenía de abajo. Ya cansada y con frío, me apuré al revisar el piso, buscando algún indicio de puerta o compartimiento viejo. Encuentro un cuadrado diferente de madera en el piso, agarro el cuchillo y empiezo a hacer presión para que este salga, se abre y lo único que hay es un libro. Lo abro y leo la primera hoja, al parecer era un diario. Lo saco del lugar y cuando veo en el fondo del compartimiento, estaba marcada una frase que decía “Mi sombra”.

Era muy extraño, admito que nunca había visto algo de esa particularidad, no es algo que pasa todos los días. De todos modos supuse, que cualquier cosa puede encontrarse uno cuando se muda de casa. Como tenía sueño, agarré el diario, me lo llevé y me fui a dormir. Al día siguiente me desperté a las 9 de la mañana (hora a la que acostumbraba a despertarme), me lavé la cara y los dientes, me preparé un desayuno con un buen café (cosa que amo hacer). Mientras desayunaba me puse a leer el diario. Era el diario de un tal “Carcio Victor” (nunca había escuchado un apellido así).

El diario empezaba así:

No sé por qué hago esto, siempre odié los Diarios, pero como es el único medio por el que puedo hablarle a alguien, no me queda otra. Como el todavía no se habrá percatado de que estoy en el sótano, voy a hablarles de mi historia desde el principio, sin más rodeos: Creo que el primer día que me di cuenta fue cuando fui a la secundaria, era un día bastante normal, excepto por el hecho de que todos me notaron más pálido.

Sólo tuve 3 horas de clases por falta de un profesor, salimos de la escuela y se largó a llover. Fuimos corriendo a nuestras casas para evitar mojarnos, llegue a casa y estaba mi tío, quien cuidaba de mí. El me notó pálido también, me preguntó si me sentía bien y yo le respondí que sí. No me di cuenta de lo que pasaba sino hasta la noche. Me estaba lavando los dientes y me miré en el espejo, algo no andaba bien, no sabía qué, pero sentía un mal presentimiento al ver mi reflejo. Me miro atentamente para ver que podía ser, es ahí cuando me di cuenta, que por alguna razón no tenía sombra.

Sé que si lo estás leyendo, piensas que estoy loco, pero no. No tenía sombra, pensando que podía ser sólo porque era una luz de baño, me duermo y espero al siguiente día. Tuve una pesadilla, él estaba en el sueño, mirándome fijamente a los ojos y de repente así como si nada me empezó a sacudir, me desperté y era mi tío que me quería despertar para ir a la secundaria. Cuando salgo para ir a la escuela, me acordé lo de mi sombra y me fijé si la tenía. Efectivamente no estaba, era como si se hubiera esfumado, era de día y el sol quemaba en la piel.

Sinceramente tuve un poco de miedo, pero lo ignoré, pobre idiota fui. Pasaron pocos días hasta que él se apareció, era un jueves y el clima estaba muy lluvioso. Estaba haciendo los deberes en el living, cuando sentí algo en mi espalda, una inquietante sensación de miedo. Esa sensación de saber que hay alguien detrás de tu espalda, me di la vuelta y no se preocupó en que lo viera. Era como una persona, totalmente oscura, parecía una sombra. Tenía como muchas puntas que le salían de sus hombros, pero lo que más me llamaba la atención eran sus ojos.

Eran verdes agua brillantes y me miraban profundamente, sentía esa sensación de fuego en mi pecho que me carcomía por dentro, estaba paralizado. Esa cosa se acercaba más a mí cada vez que pestañeaba, quería salir corriendo pero algo no me dejaba. Lo único que podía hacer es no pestañear, me dolían los ojos y me ardían. La cosa estaba muy cerca mío y sea lo que quería lo iba a obtener si volvía a pestañear una vez más. Los ojos me lloraban y termino pestañeando, cuando abro los ojos, esa cosa estaba al frente de mi cara y me dijo con una voz muy gutural: Devuélveme el alma. Después de eso me desmayé, al día siguiente mi tío me despertó y me dijo que me había quedado dormido mientras hacia los deberes.

Yo sabía que no fue así, pero los adultos nunca te creen. Me acuerdo que siempre veía esa cosa a la noche, y me decía siempre lo mismo. Nunca supe qué quería ni ahora, esa cosa sólo lograba que me paralizara sin poder dormir. Llegó un día en el que se puso muy violento, me dijo lo mismo “Devuélveme el alma”. Claro, no le respondí, fue ahí cuando sus ojos pasaron de un color verde agua a rojos intensos, esta vez gritó muy fuerte y dijo “¡¡¡Devuélveme el alma!!!”. Sus manos se transformaron en garras enormes, él se acercó muy rápido a mí, como si pudiera caminar a gran velocidad. Yo salí corriendo de la habitación, bajé al primer piso y luego al sótano.

Bueno y aquí me encuentro, escribiendo esto. Él todavía no se dio cuenta de mi estadía aquí. Pensé mucho en esa cosa y qué podría ser. Creo que es mi sombra… Tendría sentido que reclame “su alma”, el pertenecía a mí, no sé por qué me pasó esto ni con qué propósito, pero no son buenos. Estoy sudando de miedo… Ya lo siento tratando de abrir la puerta del sótano, sé que me quedan pocos segundos de vida, sólo me queda una cosa que escribir. ¿Estás seguro de que tienes sombra?

Después de leer el diario, me sentí muy asustada. Tengo que admitir que por alguna razón le creía. No sé por qué exactamente, pero digamos que sentí algo en mi espalda, una inquietante sensación de miedo. Esa sensación de saber que hay alguien detrás de tu espalda…

— Via Creepypastas

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