Mami, perdóname

Hace muchos años, en una casa de las afueras de Sanlucar, vivía una mujer viuda con su hijo; ella limpiaba la casa cada mañana mientras el hijo estudiaba en el colegio.
Un día, fue a limpiar el cuarto del niño, encontrándose tirado en la cama, con la cara muy pálida y una raja en la cabeza.
-¿Qué haces aquí, Federico?
-Mami…, perdóname.
-¿En qué tengo que perdonarte? ¿Qué haces que no estás en el colegio?
El niño repetía lo mismo una y otra vez: “Mami, perdóname”, hasta que sonó el teléfono. La madre, conteniendo su enojo, respondió.
-La llamamos desde el colegio, Federico sufrió un terrible accidente -le comunicaron desde el otro lado de la línea.
-¿Qué ha hecho ese demonio? ¡Ahora mismo lo castigó!
-Señora, no… Federico murió hace unos minutos tras caer desde la azotea del colegio…
— Via Creepypastas