Leyendas de Costa Rica – Leyendas Costarricenses más famosas

Asesinos del Zodiaco
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Las leyendas de Costa Rica comprenden un vasto número de narraciones que a su vez forman parte del folclor popular. En muchas de ellas se cuentan historias sobre asuntos que poseen un sin número de elementos irreales pero que a su vez adicionan datos que le aportan verosimilitud al relato.

Los temas que se tocan en estas leyendas pueden ser desde sucesos heroicos hasta cuestiones que tienen que ver con la aparición de seres fantásticos tales como espíritus o monstruos.

Hay quienes dicen que las crónicas costarricenses se distinguen por mezclar de una manera excepcional los asuntos religiosos con las creencias indígenas antiguas. Te invitamos a leer estas historias, ya que así serás tú quien saque sus propias conclusiones.

Indice

Leyendas de Costa Rica sobre la Tierra

En esta categoría se agrupan las narraciones en las que se menciona un lugar específico de este territorio. A menudo, dichas ubicaciones se consideran como si en algún momento hubieran estado «encantadas». Por poner un ejemplo, hay leyendas en donde los autores tratan de justificar el nombre de una población determinada o de un cuerpo acuoso (Río, lago, laguna etc.).

Un amplio porcentaje de estas fueron creadas luego de la llegada de los conquistadores europeos. Dicho de otra manera, se trata de mitos creados por los indígenas y transmitidos a otras generaciones utilizando el lenguaje.

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El Tesoro de la Isla del Coco

De acuerdo con la leyenda , en el tiempo en el que se estaba gestando la independencia de varias naciones del continente americano, las tropas encabezadas por Simón Bolívar se acercaban a la ciudad de Lima, en donde se encontraba el virrey de Perú.

Las autoridades españolas al darse cuenta de que pronto tendrían que luchar contra los libertadores , le escribieron una carta al inglés William Thomson , diciéndole que les prestara su embarcación para que en ella pudieran transportar muchas de las riquezas del imperio inca.

El hombre aceptó y salió de Lima en octubre de 1820, con la promesa de que después de acabar la gresca, les regresaría íntegramente el tesoro. Sin embargo, en cuanto su barco tocó el mar, Thomson habló con su tripulación y les dijo que escondería el botín en la Isla del Coco.

Lo que él no sabía es que los españoles desconfiaron de su buena voluntad y mandaron a una fragata a que siguiera el rumbo de la embarcación. Finalmente, Thomson y los suyos fueron atrapados en Panamá y fusilados inmediatamente , a excepción del capitán, pues las autoridades deseaban que les revelara el lugar en donde había enterrado el tesoro.

No se sabe cómo, pero el caso es que William logró escapar y nadie volvió a saber de él. A partir de esa fecha, se han hecho más de 300 expediciones a la isla , con el fin de encontrar el botín. Sin embargo, a últimas fechas ambientalistas han hecho todo lo posible para evitar este tipo de discusiones, ya que argumentan que los exploradores, lo único que hacen es dañar el ecosistema costarricense.

Leyendas de Costa Rica – Las Minas de Tisingal

Entre las muchas leyendas costarricenses nos encontramos con esta que versa sobre la existencia de una serie de minas de oro, que, según lo dicho por ciertos historiadores, se ubicaban en la cordillera de Talamanca.

Las historias sobre estas minas se hicieron bastante populares, principalmente a inicios del siglo XIX , momento histórico en el que se organizaron muchísimas expediciones con el propósito fundamental de hallarlas y explotarlas. No obstante, todas y cada una de ellas fracasó estrepitosamente, pues los yacimientos jamás fueron hallados.

En caso de que te lo preguntes, el nombre Tisingal deriva directamente de Tegucigalpa , vocablo que bien puede interpretarse en castellano antiguo como «tierra de oro».

Quizás el mayor desacierto que cometieron esas personas al iniciar la búsqueda de las minas , es que en aquellos años no se conocía correctamente la geografía del continente americano. Es decir, aunque muchos de los navegantes aseguraban que las minas se encontraban en Costa Rica , lo cierto es que algunos de los yacimientos de oro pertenecen a otros territorios centroamericanos.

Ahora bien, si analizamos por un momento esta leyenda , llegaremos a la conclusión de que posee varios elementos que la unen de manera definitiva con la leyenda del Dorado , lugar que se suponía estaba completamente cubierto de oro.

La Laguna del Volcán Barva

La siguiente narración bien podría quedar dentro de la categoría de cuentos y leyendas costarricenses , pues existen dos versiones distintas acerca del origen de la Laguna del Volcán Barva.

La primera de ellas es de origen colonial y dice que dicho volcán fue descubierto cuando los exploradores españoles se encontraban registrando el lugar y encontraron un tesoro indígena. Luego de que cada uno de ellos escogiera las joyas que más les gustaron, regresaron a su lugar de origen.

Sin embargo, uno de ellos, le pidió a un amigo suyo que construyera un templo en ese lugar en honor a la Virgen del Pilar. Éste aceptó la petición a cambio de que le pagara una gran suma de monedas de oro.

Poco después, el hombre que había pedido la construcción de la iglesia regresó a España. Mientras tanto, el sujeto que se había quedado con el dinero, pensó en retornar a su hogar, sin cumplir con la petición.

No obstante, hubo algo que lo obligó a regresar en una ocasión a Barva. Ese día se quedó dormido a la sombra de un árbol. Cuando despertó, notó que el paisaje había cambiado completamente. En vez de sólo árboles, ahora había un volcán y al lado de este una gigantesca laguna.

A la orilla de ésta, el hombre pudo ver que una mujer se encontraba llorando. De inmediato quedó cautivado por la belleza de la joven y le preguntó:

– ¿Cómo te llamas muchacha, te puedo ayudar en algo?

– Mi nombre es Pilar y he pasado la noche llorando porque tu amigo ha muerto.

En ese momento, la dama se esfumó en el viento y el sujeto entendió que debía construir la ermita que le habían pedido.

Por su parte, hay una leyenda de orígenes indígenas en la que dice que el pueblo azteca, en una de sus excursiones llegó hasta la región de Barva y al quedar absortos por la belleza del lugar, decidieron hacerle un obsequio a tan mágica tierra.

El jefe de la tribu azteca, depositó una serpiente sobre el suelo y posteriormente los exploradores regresaron a su hogar. Se dice que las serpientes dejadas por los mexicas, hacían que esos lugares se llenarán de agua. Fue así como surgió la Laguna de Barva.

Leyenda de Costa Rica – El Puente de Piedra

Si viajas en dirección a un poblado que tiene el nombre de Grecia te encontrarás con un puente de piedra , que fue creado por la naturaleza. Gente de la comunidad científica ha explicado que este fenómeno se debe principalmente a que el terreno fue erosionado.

Sin embargo, existe una leyenda que recrea el suceso. Se dice que en la época en donde los caminos se transitaban con carretas, un campesino tenía su hogar justamente al otro lado del cañón.

Agotado por tener que cruzar por una ruta escarpada a diario, invocó al diablo para pedirle que le construyera un puente de piedra. Satanás atendió su deseo, a cambio de que, al terminar la construcción, el aldeano le entregara su alma.

Lucifer trabajó rápidamente y en pocos minutos la obra estuvo casi terminada. De hecho, en el instante en el que iba a colocar la última piedra, el campesino sacó de un costal, un gato negro, cuyo maullido ahuyentó al diablo, salvándose así de tener que entregar su alma.

La Cascada de la Novia

La Cascada de la Novia es el nombre que se le dio a una catarata cuya extensión es mayor a los 500 pies de altura y que se localiza en las afueras de la ciudad de Paraíso.

El mito dice que aproximadamente durante la primera década del siglo XX, una pareja de recién casados llegó a ese lugar, pues habían organizado una cabalgata que terminaría en el Valle de Ujarrás.

Después de que terminó el paseo y ya todos iban de regreso a sus hogares, el caballo donde iba la novia pasó junto a la cascada. Segundos más tarde el animal se paró en dos patas arrojando a la bella mujer al vacío.

Otros de los lugareños dicen que, en las noches de luna llena, se puede ver la figura de la novia, cerca de la catarata buscando a su marido.

Por cierto, se desconoce si aquel hombre se llegó a volver a casar después de la tragedia o permaneció viudo hasta el final de sus días. Cualquiera que sea el caso, lo cierto es que esta narración se convirtió en una de las leyendas de CostaRica favoritas de chicos y grandes.

Leyendas de Costa Rica de Religión

Tal y como su nombre lo indica, las leyendas que tienen que ver con temas religiosos en las regiones costarricenses , a menudo relatan hechos vividos por los lugareños, relacionados con apariciones divinas, ya sea de vírgenes o santos.

Al igual que ocurre con otros relatos, estas historias también cuentan con más de una versión. Enseguida, enunciaremos las más populares de todas.

Leyenda de la Tulivieja

¿Alguna vez has visto un rastro de hormigas?, seguramente no sabes, que no están ahí nada más porque si, van siguiendo un rastro, el rastro de leche de La Tulevieja o Tulivieja que es un personaje legendario de Costa Rica y Panamá. Es el fantasma de una mujer que se transforma en un monstruo que va errante por los diferentes caminos y despoblados.

Cuenta la leyenda de Panamá que hace mucho tiempo, cuando los espíritus aún convivían abiertamente con los humanos, uno de ellos sedujo a la chica más bella de la comarca. Al poco tiempo la chica quedó embarazada y de ese amor prohibido nació un bebé al que su madre ahogó en el río justo después de nacer y así poder ocultar su pecado.

A pesar de sus acciones no pudo librarse del castigo Divino, fue convertida en un monstruo horrible con la cara llena de unos agujeros de los que salen largos pelos duros como cerdas, porta un sombrero de alas caídas llamado tule (con forma de plátano), tiene alas cortas pero poderosas, a veces de ave y a veces de murciélago, pero lo más característico serían sus patas y garras de águila o gavilán, en lugar de piernas, que dejan huellas invertidas, para que nadie pueda seguirla. Se alimenta de carbones y cenizas, por eso pueden encontrarse sus huellas en fogatas recién apagadas.

Las noches de luna llena, recupera su forma original y se le puede ver, bellísima, bañándose en el agua. Sin embargo, al menor ruido recupera su horrible forma y vuelve a ser la Tulivieja.

La Tulivieja está condenada a buscar a su hijo muerto por toda la eternidad, llamando a su bebé emitiendo un sonido parecido al de las aves y por eso vaga por las orillas de los ríos, con los dolorosos senos rebosantes de leche siempre listos para alimentar al bebé que nunca encontrará, en su lugar alimenta a cualquier bebé que encuentre en su camino es precisamente por eso que se aparece en los poblados rurales, atraída por el llanto de los recién nacidos o el aullido de los perros, que confunde con el hijo extraviado. Al día siguiente de su visita, se encuentra el rastro de hormigas alimentándose de los restos de leche materna desperdigados por el pueblo, así como las huellas de las patas invertidas. La visita de la Tulevieja es muy peligrosa, porque es probable que el monstruo robe al niño creyendo que es el suyo.

Leyenda de la Aparición de la Virgen de los Ángeles

Iniciamos esta sección de las leyendas de Costa Rica religiosas recordando el momento en el que los lugareños vieron a la Virgen de los Ángeles.

El suceso aconteció en el año de 1635, en un tiempo en el que los españoles ya habían colonizado el territorio que hoy todo el mundo conoce con el nombre de Costa Rica.

Sin embargo, tuvieron que pasar casi dos siglos para que esta santa fuera considerada como la «madre de los costarricenses», ya que fue hasta el año de 1824, cuando se le otorgó este honor.

La leyenda empieza cuando una muchacha muy linda de nombre Juana Pereira, estaba recogiendo pedazos de madera en el bosque al lado de un arroyo en lo que actualmente es la ciudad de Cartago.

De momento, alcanzó a ver con el rabillo del ojo que frente a ella había una diminuta estatua, misma que se encontraba sobre una piedra. Siguiendo sus instintos, la muchacha la tomó en sus manos y se la llevó a su hogar.

Al día siguiente, la chiquilla buscó la estatua por todo su domicilio, pero no logró hallarla. De alguna manera, esta había regresado exactamente al mismo lugar en donde la joven la había recogido el día anterior.

Esto volvió a ocurrir varias veces, puesto que la muchacha iba a buscarla todos los días al bosque para llevarla a su casa. Pronto, los sacerdotes de la región se enteraron de estos hechos y le dijeron a la chica que les entregara la estatua, para que ellos pudieran resguardarla bajo llave.

No obstante, a pesar de que el párroco encargado la metió en un nicho con llave, la estatua apareció al día siguiente en el mismo lugar.

La gente comenzó a contar esa historia, no sólo a los nativos del sitio, sino que también llegó a oídos de la gente de los pueblos aledaños. Esto hizo que finalmente se construyera una capilla en el sitio exacto de la primera aparición.

En la actualidad, es ahí donde se encuentra ni más ni menos que la Basílica de los Ángeles , un lugar en donde la gente pueda expresar su fe católica, no sólo siendo de Costa Rica , sino que también pueden acudir de cualquier parte de Centroamérica.

A dicha imagen la gente le dice de cariño «La Negrita», dado a que precisamente posee las características y rasgos representativos de la raza indígena. También vale la pena reseñar que dicha estatua no ha sido pintada en ningún momento, es decir, preserva sus colores originales.

Los materiales con los que fue confeccionada son jade, piedra volcánica y grafito. Lógicamente lo que más destaca es su color verde azulado. En caso de que tengas la oportunidad de visitar ese santuario, por favor no dudes en acercarte a la gente que vive cerca de ahí, ya que ellos te contarán muchos más mitos y leyendas de Costa Rica.

Leyenda de la Aparición de la Virgen de Ujarrás

Según se cuenta en esta leyenda , un día un joven indígena que se dedicaba a pescar, se hallaba en la orilla del río Madre de Dios. De pronto, el muchacho se distrajo debido a que vio que junto a él flotaba una caja de madera, la cual contenía en su interior una imagen de la Virgen María.

El hombre se lanzó al agua, sacó la caja y decidió llevar la imagen lo más pronto posible al templo que estaba cerca de su localidad, para que los frailes la resguardaran como era debido.

Caminó a toda prisa, hasta que se encontraba transitando por el camino que lleva a Ujarrás. En ese momento, sintió que el peso de la imagen aumentó considerablemente, lo que hizo que inmediatamente la depositara en el piso para poder recobrar el aliento.

Minutos más tarde cuando intentó levantarla, le fue imposible. Era como si se hubiera anclado al piso. De inmediato, le pidió ayuda a otros indígenas que pasaban por ahí. Se cuenta que en total fueron ocho personas las que intentaron levantar la imagen, sin que en ninguno de los intentos tuvieran éxito.

Días más tarde, los frailes de Cartago llegaron al lugar y también intentaron llevarse la imagen, pero pasó exactamente lo mismo. Es decir, ésta no se movió ni un ápice.

Fue entonces cuando uno de los frailes dijo:

– Tal vez la madre de Dios quiera que la llevemos a Cartago en procesión.

– No se me había ocurrido esa idea. Mencionó otro de los sacerdotes.

Mandaron traer instrumentos y hasta a un coro, para ver si la imagen se movía. A pesar de los esfuerzos, no pudieron moverla nunca de ahí.

Luego de deliberar por varios días, se tomó la decisión de construir un templo en Ujarrás, ya que la virgen lo había adoptado como su casa.

Desafortunadamente, años después hubo un fuerte terremoto en esa localidad, lo que provocó que el templo quedará destruido. Por fortuna, la imagen de la virgen sobrevivió y ahora se encuentra en Paraíso.

Sin embargo, cada año en el que se celebra el día de la aparición, la gente continúa yendo en procesión al sitio en donde originalmente se encontraba su Iglesia. Vale la pena resaltar el hecho de que algunos historiadores especializados en la conquista española, señalan que dicha imagen habría sido un regalo del propio Rey Felipe II.

Hay otra versión en la que, además de lo anterior se menciona a una invasión pirata.

Así es, se cuenta que el legendario pirata Morgan desembarcó en Talamanca. Luego de unos días, los bucaneros que lo acompañaban se quedaron sin mercancía para negociar con los indígenas.

Trataron de razonar con los lugareños, pero estos no cedieron, ya que los piratas siempre se habían aprovechado de su buena voluntad. Fue de esa manera como empezó una cruenta lucha entre ambos bandos.

Milagrosamente, el barco de los corsarios zarpó hacia otro lugar pocas horas más tarde. De acuerdo a la tradición, se cree que a los indígenas los ayudó la virgen de la Ujarrás , quien apareció en el cielo y obligó a que los forasteros se fueran.

La Virgen del Mar

A la virgen del Carmen se le conoce como la patrona de la localidad de Puntarenas , lugar que se ubica en el pacífico costarricense. La fecha en la que se llevan a cabo las festividades relacionadas con ella ocurren cada 16 de julio.

El mito señala que un día un barco pesquero que llevaba el nombre del Galileo, se hundió muy cerca de la Isla del Caño. Posteriormente, el dueño del navío, le pidió al párroco de Puntarenas que organizara junto con su feligresía una jornada de oración, para ver si los marinos aparecían con vida.

Milagrosamente, los marineros fueron hallados poco después, sin que ninguno de ellos hubiese perdido la vida. Desde ese momento, la gente que vive en esa zona, además de llamarla como la Virgen del Carmen, también se refieren a ella como la Virgen del Mar.

Cada día los pescadores se encomiendan a ella, no sólo para que los ayude a tener una jornada de trabajo satisfactoria, sino para que también los proteja de todos los peligros que hay en el océano.

Leyendas Costarricenses sobre la Magia

Las cosas principales que se tratan en este tipo de historias o leyendas clásicas costarricenses , tiene que ver con las apariciones de diversos tipos de monstruos hubo espantos que atormentan a la gente de un pueblo en particular.

De la misma manera como ocurre en otros países de Centroamérica, hay leyendas que tienen el mismo título, pero que en el fondo se trata de narraciones distintas, ya que los hechos ocurridos han sido interpretados de manera diferente por los habitantes de cada región.

La Cegua

La Cegua (en algunos textos aparece como Segua) es un fantasma femenino que se posa enfrente de varones que transitan por caminos desolados a altas horas de la noche.

Ellos afirman de que se trata de una mujer hermosísima. Antiguamente se decía que este ente prefería asustar a aquellos sujetos que viajaban en caballo. Por obvias razones, en la actualidad debido al cambio de los medios de transporte, se dice que la Cegua también detiene a los automovilistas.

En el momento en el que el chofer admite llevarla a donde ella le indica, su precioso rostro se transforma en algo horripilante. La piel de sus mejillas se comienza a desprender y de sus ojos sale un brillante fuego. Además, su aliento se torna pestilente, ya que es exactamente el mismo aroma de los cuerpos en descomposición.

Las víctimas pueden perecer de dos maneras distintas. La primera de ellas es al besarla, ya que con ello el espectro transmite a la muerte a la otra persona. Mientras tanto, el segundo modo de fallecer a manos de la Cegua es de un ataque al corazón causado por la horrible impresión al mirar su cadavérica cara.

El origen de este personaje se remonta a otra historia que nos dice que hace muchos años había una joven muchacha quien golpeó brutalmente a su madre, dado a que esta no la dejó asistir a una tertulia.

Después de eso, la progenitora de la chica le lanzó una maldición y así fue como se transformó en un espíritu.

La Llorona en versión de Costa Rica

Sé que en Latinoamérica hay muchísimas versiones de la leyenda de la llorona. No obstante, sabemos que en la tradición costarricense ya se hablaba de ella inclusive antes de la llegada del ejército español.

Así es, antes de que arribarán los colonizadores, las comunidades indígenas compartían la creencia de que los ríos podían predecir la muerte de los niños. O sea, cada vez que un pequeño estaba a punto de fallecer, el río emitía un sonido muy semejante al del llanto de una madre.

A esto en el dialecto bribri se le conoce como itsas, lo que traducido al español se entendería como «Llorona».

Ahora bien, la leyenda más popular sobre este tema dice así: Hace más de cien años, una preciosa campesina decidió emigrar a la ciudad en busca de un mejor nivel de vida.

A los pocos años, la joven ya había olvidado sus valores y había adoptado la conducta de las mujeres citadinas. Luego se enamoró de un aristócrata y a los pocos meses quedó embarazada.

Posteriormente tuvo complicaciones con el embarazo y al final tuvo que abortar a su bebé. Esa situación devastó a la joven a tal grado que la hizo perder la razón. Desde ese instante, día y noche paseaba a la orilla de un río, pensando en que encontraría a su hijo sano y salvo.

La gente que la llegó a ver decía que gritaba desesperadamente: «Ay, mi hijo, hay, mi hijo». Te puede interesar esta versión de la leyenda de la llorona corta

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Leyenda Costarricense de La Tulevieja

La Tulevieja es otro fantasma con muchísima popularidad en Costa Rica. Se le llama así porque esta aparición con forma de mujer lleva en la cabeza un tule (gorro) con forma de banana sumamente maltratado.

Los pueblerinos antiguos la describían como una dama sumamente sucia a la que le gustaba meterse en los gallineros por las noches, para poder comer un poco de estiércol de gallina.

La historia más recurrente de este mito, nos indica que esta entidad fantasmal en algún momento fue una mujer, quien desafortunadamente tuvo un embarazo no deseado.

Al nacer su pequeño hijo, se negó a amamantarlo hasta que el infante murió de hambre. Después, algunas personas que presenciaron este hecho, la maldijeron convirtiéndola en un monstruo.

En otras versiones se indica que ella no es completamente humana, sino que tiene la capacidad de transformarse en lechuza. En Puntarenas este relato es sumamente conocido, puesto que se dice que en ese lugar la Tulevieja arrojó el cuerpo del niño al río para ocultar las evidencias de su asesinato.

Sin embargo, desde ese entonces la culpa no la deja en paz y continuará buscándolo hasta el fin de la humanidad.

El Dueño del Monte

El dueño del Monte hace referencia a una aparición que de vez en cuando se puede ver recorriendo los bosques costarricenses. Se dice que se trata de un hombre muy alto y gordo que tiene todo su cuerpo cubierto de un grueso pelaje.

De inmediato, nos hace recordar la historia de «Pie Grande», criatura característica de los relatos antiguos norteamericanos. Pero volvamos a la historia.

Mientras vivió, aquel hombre se dedicaba a la caza, pero no de manera deportiva, ni para sobrevivir sino por el placer de ver cómo los animales morían. Eso hizo que paulatinamente aquel sujeto se quedará sin amigos, muriendo sólo en una pequeña cabaña del bosque.

Cuando tuvo que entregarle cuentas a Dios, este le dijo que lo enviaría al infierno, ya que se encontraba sumamente enfadado por la manera en la que había matado a cientos de criaturas indefensas.

El hombre le suplicó al «creador» que por piedad le diera una oportunidad para remediar todo lo malo que había hecho. Fue entonces que Dios lo transformó en el Viejo del Monte (también se le ha llamado de esa forma). Una criatura muy semejante a un gorila que tiene la misión de proteger a los animales indefensos.

Leyendas de Costa Rica La Monja del Vaso

La monja del vaso es el fantasma de una religiosa que supuestamente continúa apareciéndose hasta la fecha en el Hospital San Juan de Dios , uno de los más viejos de todo Costa Rica y que se ubica nada más y nada menos que en la capital del país.

Para quienes aún no lo sepan, en el pasado ese nosocomio era atendido por monjas pertenecientes a la orden de las Hermanas de la Caridad. Todas ellas se vestían de blanco y en la cabeza llevaban un sombrero muy similar a lo que sería un barco de papel.

Según me contó un amigo, una de esas monjas estaba muy cansada. Era muy tarde y casi no había dormido, debido a que había tenido que atender a muchísimos enfermos. De pronto, un moribundo gritó con las pocas fuerzas que le quedaban:

– Por favor, me estoy muriendo ¡regálenme un poco de agua, tengo mucha sed!

Los lamentos llegaron a oídos de la religiosa, quien ni siquiera se levantó de su asiento, pues pensó que otra de sus compañeras atendería esa petición. Lo malo fue que, al día siguiente, se enteró de que el pobre sujeto falleció con la boca seca.

A partir de ese momento, sin importar el cansancio que tuviera, la monja recorría todos los pasillos del hospital llevando un vaso con agua, en caso de que alguno de los enfermos lo necesitara.

Luego de que ella murió, la gente que continuó trabajando en el hospital, dice que por las noches se pueden escuchar pasos y que, si prestas atención, tendrás la oportunidad de ver a la religiosa cargando el vaso de agua en su mano derecha.

Es muy común que en los hospitales este tipo de leyendas se vuelvan populares, ya que a diario la vida y la muerte tienen una incesante lucha.

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