El chamuco de la discoteca

El Puente Negro
El Puente Negro

El siguiente leyenda de terror, es un hecho tan real como escalofriante, debido a los acontecimientos poco explicables que hasta la fecha muchos habitantes de esta ciudad aun, los recuerdan.

  • El año 1979 Rosa María asistía a una fiesta en una discoteca de moda ubicada en aquel tiempo en la calle José María Chávez, todo estaba listo para una completa noche de diversión

Rosa María: Oye ya viste a ese guapo
Amiga: si ya lo vi, parece que ya lo conozco
Rosa maría: pues preséntalo no

Chavo: Hola, como te ha ido Rosita

  • Ella se sorprendió, debido a como ignoraba a esa persona de extremada apariencia varonil la llamaba por su nombre y Rosa María no lo recordaba
    Aquel hombre dominaba completamente la conversación que sostenía con el grupo de sus amigas después de un rato le pidió a Rosa María que bailara con el en la pista de luces multicolores

Chavo: así que te gustan mucho las fiestas, ya te había visto antes en algunas, aunque siendo franco no es la primera vez que te veo, ¿Oye en tu casa no te dicen nada?

Rosa María: si pues mi papa ni cuenta se ha dado porque la verdad a mi me gusta mucho bailar y divertirme

Chavo: que coincidencia pensamos igual a mi también me encanta la onda del reventón y si tu vienes conmigo te van ha sobrar las fiestas que te parece anda vamos muévete

  • Con fuerte insistencia el la tomo del brazo derecho y fue entonces cuando el rostro del aquel hombre se transfiguro y pudo ver a través de sus ojos quien era en realidad

Rosa maría: Suéltame, me lastimas

Chavo: tu tiempo se termino

  • Después de escuchar esto Rosa María quiso soltarse de aquel hombre pero una fuerza desconocida se lo impedía al mismo tiempo que entre las luces de aquel lugar solo distinguía que su rostro se había convertido en el del mismo demonio y entre el ruido nadie de ahí de los presentes pudo escuchar sus ruegos

Cuando las luces se encendieron el ruido de las bocinas bajo su volumen la muchedumbre ahí presente descubrió a la chica tirada en medio de la pista sin pulso y con la mitad de su cuerpo lleno de quemaduras después de un tiempo cuando los médicos examinaron las quemaduras de rosa nunca pudieron determinar con que se había hecho las mismas y no les quedo de otra más que creerle a esa pobre mujer que las heridas y quemaduras habían sido hechas por el mismo demonio.
Y ustedes están seguros de ¿quien es esa persona? que conocieron en su última salida.

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