Leyendas de España – Las 9 mejores leyendas españolas

El Puente Negro
El Puente Negro

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Indice

La leyenda de María Enganxa

En la mitología Catalana existen relatos sobre las mujeres de agua , hadas encantadas, o ninfas de lagos. Estas figuras femeninas habitan en los lugares de agua dulce como estanques, saltos de agua, las fuentes silvestres, los pozos y los manantiales, las grutas húmedas con goteras de piedra, donde hay corrientes de aguas y lagos de cristal subterráneos.

Se dejan ver como hermosas doncellas, de ojos azules o verde esmeralda, con largas cabelleras doradas o tonos cobrizos, a veces están acompañadas de hermosas alas traslucidas y coloridas. Van desnudas o cubiertas con finos tules que se pegan a las curvas de su cuerpo. Son semejantes a las mujeres humanas, llegan a vivir más allá de mil años aunque siempre se ven jóvenes y les gusta aparecer y desaparecer en un momento. Son genios que favorecen los nacimientos y la fertilidad, que dan vida y regeneran constantemente la creación.

La relación de estas deidades acuosas con los humanos suele ser favorable, pero siempre turbadora: velan por los niños desde que acaban de nacer, los educan y enseñan a tener voluntad de héroe, pero a veces los roban, se los llevan, para adiestrarlos mejor a su manera. Tienen poderes para curar enfermedades, pero también para ahogar y para hacer perder.

Cuenta la leyenda que una de estas mujeres de agua fue María Enganxa , unos dicen que era bruja, otros le llamaban hada, pero todos concordaban en que era una mujer muy déspota que disfrutaba haciendo mal a los demás. Agriaba la leche de las vacas, malograba las cosechas, y robaba los niños para iniciarlos en la brujería. Se dice que la malvada mujer vivía en Palma de Mallorca, en la época de la Inquisición, cuando se quemaba y torturaba a cualquier mujer acusada de brujería. Tomaron una vez prisionera a María, pero ella escapó al siguiente día. La turba enfurecida que había ido en su búsqueda la encontró de pie sobre un viejo pozo en mitad del campo con una pequeña oz en una de sus manos. Antes de atraparla, María levantó sus brazos al cielo y dijo: – Juro que no me cogeréis con vida, juro que desde el infierno cogeré a vuestros hijos y los formaré en la brujería conmigo en el infierno, por los siglos de los siglos –.

Acto seguido la mujer se dejó caer al profundo y oscuro pozo. El pueblo ignoró la amenaza de María al creerla muerta. Pero poco tiempo después sucesos extraños comenzaron a suceder, cuando los niños pasean cerca del pozo a media noche, escuchan una dulce y encantadora melodía, proveniente de sus profundidades, y al asomarse ¡María lo toma con la oz y lo arrastra hasta las profundidades! No volviéndose a saber jamás de la pobre criatura curiosa que se asomó por el pozo.

Leyenda del cementerio de mondariz

Muchas son las leyendas de terror que tratan de cementerios en donde los mitos se van acrecentado con el tiempo, como lo es la leyenda del cementerio de Mondariz.

Es tan conocida esta leyenda en España , que muchos solo de escucharla se ponen a temblar, cuentan que en los alrededores de Pontevedra, En Galicia, se encuentra uno de los cementerios mas conocidos por sus historias de terror, que cualquier otro panteón conocido.

La historia de Juan Luis Manriquez, que junto con varios de sus amigos, habían decidido irse de excursión a los grandes bosques de esa región de Galicia, la cual es conocida por todas las cosas inexplicables que pasan ahí.

Llegando provisionalmente, antes de adentrarse al lugar de excursión, llegaron a un pueblo de nombre Mondariz, y como todo adolescente, ya estando en el hotel, se dispusieron a visitar los alrededores de la región, que son una basta red de bosques, y que con lo oscuro del paraje se perdieron, llegando al cementerio de Mondariz.

Se disponían a entrar, cuando una persona salio corriendo del lugar, y como pudo los puso al tanto, de que si los que lo perseguían, los veían, los matarían y vagarían por siempre como una alma en pena al encontrarte con la Santa Compaña te pone en tus manosun hueso encendido, en formade antorcha.

Al no saber que hacer, y escuchar un ejercito de personas o almas en pena que caminaban hacia la persona que huía , no tuvieron otra que esconderse en los matorrales, y rezar, para que esos entes no los vieran escondidos.

Ya que vieron que se alejaron, regresaron como pudieron al lugar en donde se hospedaban, y sin dormir nada, se dispusieron a regresar a su lugar de origen, la excursión había terminado abrupta mente.

Después supieron por las personas a las que les contaron, que pocas personas tienen la oportunidad de salir con vida, de dicho acontecimiento, ya que la leyenda del cementerio de Mondariz , es conocida, solo por unas cuantas personas que se salvaron, pero se sabe de cientos que nunca mas se supo mas de ellos.

Leyenda del Palacio Real de Madrid

Madrid es una ciudad llena de misterios, sobre todo en el área más antigua, donde las historias de hechizos, fantasmas y aparecidos sobran. Una visita obligada para cualquier viajero es el Palacio Real , donde además de asistir al cambio de guardia y obtener una recorrido guiado, se vive la experiencia de entrar en una construcción sumamente encantada.

Los terrenos situados entre la cuesta de San Vicente y San Francisco El Grande, eran identificados como hábitat de brujas, duendes y fantasmas , los cuales empezaron a manifestarse durante el reinado de Alfonso VI y la construcción del antiguo Alcázar, en 1537. Muchos aseguran que los trabajos perturbaron el descanso de estas entidades y en represalia se dedicaron a molestar a los trabajadores, causando la muerte de muchos obreros.

Siglos después, en 1698, fue realizado en el Alcázar un exorcismo, al monarca Carlos II, quien por los eventos desarrollados a su alrededor era mejor conocido como « El Hechizado «, sobre él se decía que estaba embrujado desde los catorce años, a causa de haber comido un chocolate en el que se diluyeron los sesos de un muerto. La causante de tal mal, fue su propia madre, ayudada por un duende que ya era reconocido por asustar dentro del edificio.

Más tarde durante la nochebuena de 1734 en el reinado de Felipe V, mientras el monarca pasaba las fiestas en el Palacio del Buen Retiro, el Alcázar fue arrasado por un violento el incendio, que duró 4 días. Entonces, el soberano encargó en 1735 erigir el palacio «más grandioso del mundo», sobre sus cenizas. Por temor a nuevos incendios, la entera construcción fue realizada en piedra, durante esta etapa los obreros hablaban de fantasmas y demonios que trepaban por los muros. Así que el gobernante, decidió realizar un exorcismo para librarse de los accidentes laborales achacados a los espíritus malévolos que empujaban al vacío a los trabajadores.

Al concluir la obra, para evitar que el arquitecto construyera otro palacio como ese, Felipe V ordenó que le sacaran los ojos, le cortaran los brazos y la lengua, y que se colocara en el palacio una escultura de su rostro. Hoy en día se dice que esa estatua de su cabeza es la causante de ruidos, y voces nocturnas, que se acompañan a veces de una presencia fantasmal que mueve de lugar los muebles y azota las puertas.

Leyenda de España del puente de las ánimas

El puente de las ánimas se encuentra sobre el Rio de Torrox o de Patamalara a la altura del Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves, específicamente en el camino de Zamora (el antiguo camino que llegaba hasta Nerja pasando por el barranco del Puerto). Aunque su estructura dista mucho de las construcciones de la época, ha logrado establecerse su origen medieval.

Está compuesto por dos arcos, su estilo es muy rustico y se encuentra sobre una roca. Además puede verse claramente como la base es distinta al resto del armado, indicando que fue reconstruido después de una caída, posiblemente a esto se deba que no conserve un estilo medieval propio, pues sus reconstrucciones posteriores se hicieron en otras épocas.

Pero no son estos los detalles que conocen los habitantes de Torrox sobre esta construcción, sino que es famoso gracias a una leyenda de terror contada desde hace siglos.

Se cuenta que a partir de la media noche, en la celebración de todos los Santos, mientras la mayoría de los habitantes se encuentran en el cementerio acompañando a sus difuntos, el puente que en sus inicios sirvió para cruzar un rio, ahora da paso a espíritus con antorchas , arrastrando cadenas y caminando con dirección al convento.

Se ha relacionado a estos espectros errantes con las almas sin descanso de los hombres que perdieron allí la vida al librarse una batalla contra los moros.

Este hecho ha sido suficiente para que el paso en realidad llamado Puente del Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves, sea mejor conocido como « El Puente de las Animas «.

Leyenda del sanatorio de la Atalaya

El periódico Lanza un miércoles 22 de abril de 1987, llamaba la atención con una insólita noticia en su titular: «Un policía, presunto autor de la muerte de dos jóvenes en La Atalaya». El resto de la historia: el policía Isidro Mejías, disparó a la joven pareja formada por Maria del Mar y Alfredo Lozano, después del asesinato, se suicida. Manejaban las teorías de un supuesto crimen pasional, o la intensión previa de suicidio. Pero quedaron ambas descartadas casi de inmediato, el hombre se llevó a la tumba la razón de sus actos.

Actualmente solo hay una placa descansando en la zona del crimen, un lugar de por sí marcado por la tragedia, y reconocido como escenario de sucesos extraños, causantes de leyendas muy conocidas entre la gente de Ciudad Real. El sitio en cuestión es el Sanatorio de la Atalaya , ubicado en una colina en las afueras de la ciudad. Un edificio tenebroso, construido con la principal función de atender tuberculosos, pero que debido a la erradicación de esta enfermedad, se utilizó como hospital psiquiátrico infantil.

El inmueble resultaba muy grande para tan pocos huéspedes, teniendo que permanecer cerrada la segunda planta, así que fue necesario admitir también a los adultos, en la época de los ’80. Misma en que empieza a desarrollarse su leyenda, debido a las habladurías de la gente, que afirmaba escuchar gritos de los enfermos, relacionando esto de inmediato con situaciones de maltrato. Evento que lo llevó a quedarse sin pacientes y cerrar sus puertas de forma definitiva. Es justo mencionar que el lugar tuvo su prestigio. Su director, Conrado Carretero fue un hombre bueno y respetado por todos, las historias de abuso contra los aquejados jamás pudieron ser comprobadas, pero la gente tenía sus propias versiones, relacionadas con terribles acontecimientos en su interior.

Permaneció desde entonces abandonado, lleno de escombros, con el techo a punto de venirse abajo y por supuesto vándalizado, el lugar lucia en realidad terrible, agregando también el hecho de saber que siempre estuvo habitado por enfermos, algunos de los que probablemente murieron ahí, y tal como dice la «teoría de impregnación», quedaron grabadas en sus paredes toda una gama de sensaciones no muy agradables que podrían manifestarse en cualquiera de sus oscuros y largos pasillos.

El sitio más impactante a decir de todos, es la capilla, donde se realizaban sesiones de ouija, y también las escalofriantes pintadas en los muros, como la de un niño, con la mano cortada, y chorreando sangre por su herida, además de aquellas que decían: « Aquí se mata a las 2.30 «, «El que entra aquí no sale». Al parecer, los sucesos extraños no solo se dan dentro del edificio, extendiéndose a sus alrededores, como la aparición de raras luces en el cielo, o perturbadoras neblinas que envuelven el lugar, estas impiden la visión y son a veces de colores. También se tiene constatada la visión de al menos un OVNI en agosto de 2004, con al menos cinco testigos y transmitida la noticia a traces de TVE.

Por supuesto que no podemos olvidar el fantasma de la curva, la chica de la curva, o la mujer de blanco, esa chica autopista que aparece alzando el dedo en mitad de la noche, pidiendo al primero que pare, que la lleve a la ciudad. Para decirle en el trayecto: «Tenga cuidado, en esa curva me maté yo…». Aunque para estos casos resulta mejor llamarla « La dama de la Atalaya «, ya que se sitúa en la curva que hay justo a la entrada del antiguo sanatorio. De esta figura semitransparente, en camisón se dice que se trata de un antiguo paciente del psiquiátrico, que en una de sus crisis se lanzó por la ventana.

Actualmente el lugar ha sido demolido, por el peligro que representaba, no solamente por las manifestaciones paranormales en las que se involucró, si no por el hecho de ser una construcción bastante deteriorada.

Leyenda del pueblo maldito de Ochate

Ochate es un pueblo abandonado situado en el área del Condado de Treviño (Provincia de Burgos), en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está a 33 km de la ciudad de Miranda de Ebro y a 14 km de Vitoria, es inaccesible para los coches, por lo que es necesario ir a pie por un camino de tierra alrededor de 20 minutos para llegar hasta ahí. El lugar solo muestra restos de unas pocas casas, una torre de la antigua iglesia de San Miguel y ruinas de la Ermita de Burgondo, pero aun así, ha ganado fama debido a los fenómenos paranormales que manifiesta.

Ochate, u Otxate (en euskera), parece traer el misterio en su propio nombre, puesto que se traduce del euskera como «puerta secreta» o «puerta del ruido». La primera referencia escrita sobre Ochate se encuentra en la Nómina de San Millán, del año 1025, donde el pueblo es referido como Gogate. En el siglo XIII aparece en la lista del Obispo Aznar como «Chochat», y tras un abandono de más de dos siglos se repuebla en 1522 ya como Ochate, llegando a su máximo poblacional en 1830, es a partir de ahí cuando comienza su declive y su particular maldición.

En tan solo una década (1860-1870) la población fue disminuyendo hasta desaparecer presa de una seria de epidemias, empezando con viruela, pasando por tifus y finalmente el cólera. Lo raro en todo esto, es que las plagas solo afectaban al pueblo de Ochate, y no a las comarcas vecinas con las que mantenían contacto habitual.

Antes de la última peste, hubo también desapariciones, como la del párroco Antonio Villegas, un día lo vieron subir por la ladera hacia la ermita de Bergondo, pero después no encontraron ni rastro de él. Lo mismo sucedió con un agricultor, solo encontraron en su casa la comida a medio hacer, y todas sus pertenecías. Ese mismo día, otro agricultor apareció en el sendero que conduce al pueblo totalmente calcinado.

Ochate quedó olvidado en medio de la nada por mucho tiempo, pero, en 1981 todos voltearon su mirada hacia aquel pueblo muerto, cuando Prudencio Muguruza, fotografió una especie de fogonazo que iluminaba la antigua y derruida ermita de Burgondo, lo cual diera pie a un artículo de «Mundo desconocido», relacionando la historia con un supuesto OVNI.

Desde entonces, el pueblo comenzó a recibir vistas de investigadores y curiosos, de los cuales se han recogido testimonios, entre los cuales se mencionan pisadas, manos invisibles que tocan a las personas, bramidos, y una seria de inquietante psicofonías, en las que una niña dice —¡Fuera!— y una mujer los invita a cerrar la puerta, siendo esto último relacionado con el nombre del lugar que hace también referencia a una puerta, la que muchos afirman pudiese ser dimensional y la causa de tantos fenómenos inexplicables que lo rodean.

También un investigador se suicidó en Ochate, para después manifestarse frente a sus amigos en su forma fantasmal, ese mismo año, un joven vio humanoides de tres metros , con ceñidos trajes y cabezas ovaladas, presencias que también se hicieron notar ante un par de personas más. El último caso, involucra a la tercera compañía de carros blindados de las fuerzas armadas de la base militar de Araca, que estuvo perdida e incomunicada, a causa de una espesa niebla que les impedía establecer contacto, aunque solo tuviesen 300 metros de separación.

Los vecinos de poblaciones cercanas coinciden en que Ochate está marcado por la desgracia desde siempre. Y los seguidores de lo paranormal lo han convertido en un lugar de peregrinación desde hace treinta años, siendo considerado uno de los parajes más misteriosos de España, pues este lugar tiene de todo: apariciones fantasmagóricas , OVNIS, encuentros cercanos, leyendas míticas, misterio, psicofonías…

Leyenda del santuario de los endemoniados

Zorita del Maestrazgo, es una localidad que perteneció a la jurisdicción de Morella, su historia está llena de batallas, en las que perecieron cientos de soldados cortados a cuchillo o fusilados, también algunos sacerdotes fueron decapitados. Hoy en día es un bello lugar dedicado mayormente a las actividades del campo, el cual colinda con una montaña mágica dedicada al culto a la virgen, cuya visión aterra a algunos, por su atroz pasado. Se trata del « Santuario de Balma «, la capital de los rituales de exorcismo. Esta construcción enclavada en la piedra, deja caer su sombra sobre la ribera del rio Bergantes, además, encierra en sus cuevas y galeras, incontables historias de endemoniados.

El origen de la devoción se inicia en 1308, cuando un pastor tiene la visión de la virgen en el barranco. Para entonces ya existían noticias de Ritos de Exorcismos y visiones demoníacas en las cuevas de la zona. Tiene en su término tres ermitas, la primera dedicada a nuestra señora de la Balma. El culto a la virgen estuvo orientado a la curación, entonces el lugar se convirtió en centro de peregrinaciones para tratar enfermos y endemoniados, al principio bajo el manto del Sacerdote o el Clérigo de turno. Pero a finales del siglo XIX, los exorcismos quedaron a cargo de hechiceras, conocidas como las Caspolinas (por su procedencia de localidad de Caspe).

Allí acudían las gentes, de todo el país, buscando desesperado alivio a supuestas posesiones diabólicas. Todo aquello cuando la ciencia médica no alcanzaba para explicar o curar las enfermedades del ser humano, se hablaba entonces, de padecimientos contagiados por el Diablo, que solo Dios podría curar. Con este firme propósito acudían en masa, especialmente, los días 7,8 y 9 de septiembre, al único lugar donde podían sacudirse los males del demonio. Dando origen así al « Santuario de los endemoniados «

Bajo el mando de las Caspolinas se celebraron siniestros rituales para librarse de las fuerzas demoniacas, cada vez se complicaron más, hasta convertirse tétricos espectáculos que las multitudes presenciaban con asombro. Las personas llegaban atadas con cadenas, gritando, dando nuestras de violencia, señal en esos tiempos absoluta de que estaban bajo el influjo del Diablo. Ahí esperaban las Caspolinas, siempre enfundadas en negro, cargando una mirada sombría, en sus rostros cadavéricos , estas mujeres sin escrúpulos, realizaban su trabajo con escasa delicadeza e higiene, solo les movía el impulso de conseguir dinero, ese del que se desprendían fácilmente los que estaban en situación desesperada.

Se recorrían tres eternos kilómetros de un camino que bien podría conducir al infierno , ya que muchos llegaban descalzos, y no podían evitar herirse en el accidentado suelo, dejando un rastro de sangre en cada pisada. Al llegar a la puerta de entrada, los posesos apenas tenían un segundo para beber en la fuente, tras la extenuante travesía; luego los subían por una escalera empedrada, agrietando aún más sus dañados pies. Les daban a beber agua bendita mezclada con tierra del suelo sagrado, para llevarlos a recorrer las galerías, entre pasajes tan pequeños que requerían agacharse, se encontraban también ante aquellos que estaban directamente en contacto con el vacío, temiendo en cada instante, caer directo al lecho del rio

En la puerta de la iglesia, se ataban los pulgares con lazos azules, según las hechiceras, el mal debía salir por las manos , pues si lo hacía por la boca o los ojos, los dejaría ciegos o mudos. Encerrados en la jaula de hierro, en la cual se tenía la imagen de la virgen, les daban nuevamente el brebaje; entre empujones, y cánticos invocando a la virgen, las brujas suplican que el Diablo desocupara aquel cuerpo.

El exorcizado perdía la poca consciencia, pues el único aire que dejaba escapar la multitud presente, era en verdad viciado, con un nauseabundo olor a vela vieja consumida. Al despertar de su desmayo, intentaba quitarse los nudos de los lugares, pero se encontraban tirados en el suelo, atados también fuertemente de sus pies, los cuales estando desnudos y heridos, los hacían retorcerse en cada jalón, realizando actos de contorción poco conocidos.

Cuando se liberaba al fin de sus ataduras, significaba entonces que el ritual de las hechiceras había servido, la obra de Dios estaba hecha a través de la virgen. Luego se despojaban de sus ropas, para arrojarlas y quemarlas en una caverna cercana, pues no debía quedar ningún rastro del mal que les aquejaba. Como toque final, se daba una jugosa donación, que iba aparar directo al bolsillo de las Caspolinas.

Actualmente el santuario se encuentra remodelado, dedicado por completo a las visitas de oración o promoción turística, ha perdido mucho de su tétrico embrujo , sin embargo el hecho de estar horadado en la piedra, entre cuevas y pequeños espacios oscuros, le brindan aun un toque lúgubre al lugar, sobre todo por el silencio y la soledad del paraje. Al respecto se escuchan aun algunas breves historias de curaciones misteriosas, visiones extrañas, y numerosas psicofonías, que en su gran mayoría, recogen palabras de tormento, posiblemente, los residuos de los terribles acontecimientos que se dieron en aquel lugar, al fin de cuentas, puede que no sean personas gimiendo bajo el dominio de Satán, si no manifestando su dolor, ante aquellos a viles actos de, superstición y brutalidad.

Leyenda de las voces de la facultad

La Facultad de Bellas Artes de Sevilla, se encuentra ubicada en la Calle Laraña desde 1970, en el mismo edificio que de 1550 hasta abril de 1767 fue la sede General de la Compañía de los Jesuitas en Sevilla, de cuyo edificio, solo queda la actual Iglesia de la Anunciación, que alberga en sus sótanos el Panteón de Sevillanos Ilustres.

Hasta hace muy pocos años, el personal de limpieza, solía desempeñar labores nocturnas en el recinto, turno que desapareció, tras una serie de sucesos extraños, que según opinión de los propios trabajadores se atribuyen a Santiago, un antiguo encargado de mantenimiento fallecido. El hombre murió en su casa , de un ataque cardiaco, pero desde ese día, los hechos insólitos empezaron; su habitación estaba revuelta, como si alguien hubiese estado buscando algo, y toda la vegetación que había plantado en el exterior del edificio de la Facultad, apareció arrancada desde raíz.

Tal es el convencimiento de que el fantasma del antiguo trabajador habita en los muros, que han prescindido hasta de los guardias de seguridad; y la vigilancia se realiza a través de alarmas conectadas a una central, después de que el inmueble cierra sus puertas a las 10 de la noche.

El personal que labora en las instalaciones, reporta haber escuchado fuertes golpes, ruidos, susurros, suspiros e incluso una voz cavernosa que los llama por su nombre. También aseguran haber visto a Santiago realizando aun sus jornadas. Se habla de luces que se encienden y apagan solas, de ascensores con voluntad propia que funcionan aun cuando no tienen corriente eléctrica, misteriosas sombras que deambulan por los pasillos , hileras de taquillas que se abren y cierran en el segundo sótano, risas macabras en los servicios de las plantas altas, secadores de manos que funcionan sin estar enchufados, voces y espectros… pero más inquietante aun, son los sonidos de arañazos, como si alguien enterrado estuviera intentando salir de un cajón, o los espeluznantes gritos que salen de la nada.

Pero no sólo es el espectro de Santiago, el que se manifiesta en este lugar, en el Panteón de Sevillanos Ilustres, la traslucida y tenebrosa figura de Cecilia Bölh de Faber, conocida por el seudónimo literario de Fernán Caballero, transporta su gaseoso cuerpo en un macabro paseo por la facultad.

En otra zona hay una serie de pisadas sobresalen en el techo de una entreplanta, situación que los aparejadores consultados, no pudieron explicar.

Un grupo de investigadores, encabezados por José M. García Bautista, Guillermo León y Jesús Conejero, recibieron autorización para investigar estos fenómenos paranormales en el edificio. Durante su estancia pudieron experimentar todas las situaciones relatadas anteriormente, grabando también una serie de videos con infrarrojos y un par de aterradoras psicofonías; la más clara de ellas dice: —Iros de aquí.

Leyenda del Hospital del Tórax

El Hospital del Tórax está ubicado en el norte de la ciudad de Terrassa, Barcelona, España. Durante su época de funcionamiento desde 1952 hasta 1997, albergó pacientes con enfermedades respiratorias. Actualmente, sus instalaciones se modificaron para convertirse en el Parque Audiovisual de Cataluña. Pero estas reformas, no cambiaron la historia del recinto, en la cual se involucra dolor, pena, sufrimiento, muerte y suicidios, que han desencadenado una serie de fenómenos paranormales muy inquietantes.

  1. 000 m² de extensión contando los edificios anexos, como: la capilla o el depósito de cadáveres. El área principal se dividía en dos alas, nueve pisos de altura, sótanos y 1.500 habitaciones, en las cuales se cuidaba de los enfermos, la mayoría de ellos en etapa terminal y completo abandono por parte de sus familiares, razón que los incitaba al suicidio. Tantos eran los internos que saltaban desde las ventanas que el lugar superó por mucho cualquier estadística de la época con respecto a muertes. Además se le dio el sobrenombre de «La Jungla», al patio trasero, por todos esos gritos que daban las personas al caer y sus cuerpos despedazados que quedaban tendidos en el suelo.

Desde aquellas épocas, los pacientes y personal del hospital, contaban sobre extraños ruidos, pasos, avistamiento de sombras, y encuentros con las apariciones de los suicidas deambulando por los pasillos o gritando en el jardín en donde encontraron la muerte. Situación que ha permanecido hasta el día de hoy, presentándose ante los trabajadores de la residencia para disminuidos psíquicos profundos «La Pineda» y la productora Filmax, que alguna vez realizaron actividades dentro del inmueble.

Muchas de las historias son contadas por curiosos que han entrado al hospital en busca de alguna aventura paranormal, según sus experiencias, los aparatos de grabación presentan anomalías que le impiden grabar las presencias, sombras y visiones que los acompañan durante toda su estadía.

Se identifica como lugares de mayor actividad a la capilla abandonada, donde grupos satánicos organizan rituales. También el espeluznante patio trasero, aquí se escuchan gritos y lamentos. Finalmente las plantas 9,5 y 4, donde se tiene la sensación de jamás estar solo, se presentan neblinas fantasmales, los ascensores van y vienen solos, las puertas se abren y se cierran.

El lugar es tan perturbador, que se ha utilizado para la grabación de películas de terror como: «The Machinist», «Fragiles», «Ouija» o «Los sin nombre» y «Sesión 9». Durante estos rodajes, las personas involucradas se organizaron en parejas para evitar andar solas por el hospital encantado.

Esperemos las historias recientes que los nuevos inquilinos del lugar vengan a compartirnos, pues seguramente actividad paranormal como esta, no puede ser contenida aunque el inmueble se utilice hoy con otros fines.

Leyenda del Palacio de Linares

Si algo sobra en España son lugares de que hablar, aun cuando se trate de sitios encantados, uno de ellos es el Palacio del Marqués de Linares de Madrid ; ubicado en el centro de la ciudad. Se habla de una historia de amor prohibido que nunca se pudo comprobar, pero que hoy en día, busca ser esclarecida ante los visitantes del lugar a través del avistamiento de fantasmas, que llegaron hasta la televisión española en 1990, cuando se transmitieron estremecedoras psicofonías captadas en este edificio.

En las grabaciones ofrecidas por la doctora Carmen Sánchez de Castro, se apreciaba una nítida voz quejumbrosa de una niña diciendo: —Mamá, mamá… Yo no tengo mamá—. Una mujer se lamentaba: —Mi hija Raimunda… Nunca oí decir mamá—. Desde entonces, el Palacio de Linares fue blanco de especulaciones sobre una tragedia familiar, entre las que se barajaba la idea de que los marqueses eran hermanos, y procrearon una hija a la cual asesinaron y emparedaron , en dicho palacio.

Según cuenta la leyenda el Marqués José de Murga, se había casado sin saberlo con su propia hermana, Raimunda Osorio, la hija de una cigarrera con la que su padre sostuvo amores. Cuando el padre supo de tales relaciones envió lejos a su hijo, pero este regresó de su exilio con el firme propósito de contraer matrimonio con su enamorada. Ya había fallecido su padre y el matrimonio se celebró sin que supieran su parentesco.

El Marqués se enteró de la verdad al encontrar una carta que su padre en vida no llegó a enviarle, ahí se relataba la consanguinidad con su esposa. Tras conocer esta escandalosa situación, los cónyuges consiguieron una bula de casti connubi. La cual les permitía convivir bajo el mismo techo en castidad. Pero ya era tarde. Anteriormente, se habían entregado al amor que se profesaban y la marquesa estaba en cinta, dando a luz poco tiempo después a una niña… misma que sería asesinada y emparedada evitando así la anulación del bulo papal.

Hay quienes aseguran que el Marqués se suicidó después de tal atrocidad y que sus restos reposan en el jardín del palacio, razón por la cual, desde entonces su espectro deambula por el lúgubre palacio buscando el perdón.

Hoy existen cientos los testimonios que hablan de extrañas sombras en el interior del antiguo palacio. Sonidos que cambian de ubicación mientras los vigilantes los persigue.

Tal vez por esta misma razón, todas las empresas de seguridad que se han encargado del palacio, han terminado por suprimir la guardia nocturna ante la negativa de los vigilantes de pisar el edificio cuando la noche ha caído.

Esperamos que te hayan gustado estas asombrosas Leyendas de España y sigas disfrutando de toda nuestra colección de Leyendas.

La Casa de los Espejos

En Cádiz (España) en la parte antigua de la cuidad, cerca de la Alameda, frente al monumento del marqués de Comillas junto al mar se encuentra una casa abandonada, es muy antigua y se rumorea que está encantada por terribles hechos que sucedieron entre sus paredes tiempo atrás.

En aquella casa vivió el capitán de un barco junto a su esposa e hija; la pequeña le pedía a su padre que en cada viaje que realizara a tierras lejanas, le trajera un espejo. Petición que su padre cumplía sin reparo, pues era ella la luz de sus ojos. Con el pasar de los años la niña se convirtió en una bella joven, siguiendo el camino de una hija ejemplar, el amor de su padre hacia ella crecía sin medida. Formaron en todo ese tiempo colección de espejos de muchos lugares del mundo.

Sintiéndose la madre desplazada, por la poca atención que su marido le prestaba, desarrolló unos celos enfermizos hacia su propia hija, y carcomida por la envidia en uno de tantos viajes del capitán, envenenó a la joven causándole la muerte, para poder así obtener la absoluta atención de su marido. Cuando el hombre volvió a casa, recibió de su esposa la triste noticia de que su hija había padecido una grave enfermedad y había muerto.

El padre enloquecido se negaba a aceptar que su pequeña había muerto y arremetía contra todo a su paso, hasta que llegó frente a los espejos, se detuvo para observar que estos guardaban aun el reflejo de su hija, mostrándole el terrible acto de su muerte a manos de su propia madre. Al saber lo que realmente ocurrió obligó a su esposa para que confesar, siendo entonces encerrada y muriendo en prisión.

El capitán partió al mar, abandonando la casa para no volver jamás. Desde entonces continua inhabitada. Pero quienes suelen visitarla, sienten ese escalofrío que recorre el cuerpo y hay quienes han podido escuchar llantos de una niña en el piso de arriba, donde se encontraba la habitación de la jovencita.

La casa conservó todos los espejos, intactos, y muy bien cuidados, se dice que si permaneces el tiempo suficiente frente a ellos, dejan de mostrarte tu reflejo y permiten que conozcas a la niña y presencies el momento de su muerte.

Actualmente ha sido pintada de verde y conserva un letrero que dice «Venta de viviendas de lujo», pero cualquiera que conozca la leyenda mantendrás sus pies lejos del lugar, sobre todo porque se afirma que tras la remodelación no pudieron moverse todos estos espejos y permanecen detrás de las paredes, con el espíritu de la niña dentro.

Leyenda de La bella Susona

Sucedió en Sevilla allá por el siglo XIV. Los judíos sevillanos, tras la persecución de que fueron objeto, habían obtenido la protección de la Autoridad Real, y vivían con ciertas garantías, pero no por ello se sentían del todo seguros, y soportaban innumerables vejaciones. Esto despertó en algunos de ellos un rencor que pronto había de convertirse en afán de venganza.

Así fue, que un judío muy importante llamado Diego Susón ideó un plan que habría de sembrar el terror en Sevilla, y organizar un general un levantamiento de judíos en todo el reino. Así comenzaron en casa de Diego Susón reuniones secretas para estudiar el plan que los llevaría a la gran rebelión judía de España.

Diego Susón tenía una hija, con una hermosura extraordinaria, era conocida en toda Sevilla como «la fermosa fembra». Gracias a aquella admiración que la gente expresaba hacia ella, se volvió engreída, haciéndose también ilusiones de alcanzar un alto puesto en la vida social. Con ese cometido, a espaldas de su padre, se dejaba cortejar por un mozo caballero cristiano, uno de los más ilustres linajes de Sevilla.

La bella Susona se veía a escondidas con el caballero, y pronto se volvieron amantes. Un día, cuando Susona esperaba a su amante, escuchó en aquellas reuniones de su padre la conspiración planeada para dar muerte a gente importante de Sevilla entre los cuales se encontraba su amado. Cuando todos se marcharon y su padre se acostó, la bella judía abandonó la casa, se dirigió a casa de su amante y entre sollozos le contó todo lo que había oído. En pocas horas apresaron a todos los conspiradores, pasados unos días, todos ellos fueron condenados a muerte y ejecutados en la horca. El mismo día que ahorcaron a su padre, la fermosa fembra sintió remordimiento, pues no la había sido inspirada por la justicia, sino solamente para librar a su amante y poder continuar con él su vida de pecado.

Atormentada por la culpa, acudió Susona a la Catedral donde fue aconsejada de hacer penitencia en un convento, allí permaneció varios años, hasta que sintiendo tranquilo su espíritu volvió a su casa donde finalmente murió.

En su testamento encontraron una cláusula que decía: «Y para que sirva de ejemplo a las jóvenes y en testimonio de mi desdicha, mando que cuando haya muerto, separen mi cabeza de mi cuerpo , y la pongan sujeta en un clavo sobre la puerta de mi casa, y quede allí para siempre jamás.»

Se cumplió el mandato testamentario, y la cabeza de Susona fue exhibida en la puerta de su casa, que era la primera de la calle. El horrible despojo secado por el sol, y convertido en calavera, permaneció allí por lo menos desde finales del siglo XV hasta mediados del XVII. Por esta razón se llamó calle de la Muerte, cuyo nombre en el siglo XIX se cambió por el de calle Susona.

Muchas personas aseguran, que algunas veces vieron aquella horrible cabeza moverse, pareciera que seguía sus movimientos, sobre todo aquellos que cargaban una culpa secreta, eran acosados por terribles pesadillas sobre la Susona y su seca cabeza.

La casa de los ruidos en La Cornudilla

La Cornudilla, que apenas tiene presencia en contados mapas, forma parte del término municipal de Requena (Valencia- ESPAÑA), y fue una comunidad protagonista de una sucesión de fenómenos extraños y paranormales, que obligaron a los cerca de cuarenta habitantes del pueblo a abandonar sus casas en los años 50 dejando sobe la población el sello de «pueblo maldito».

Se cuenta que hubo un tiempo en el que era frecuente escuchar en el interior de las casas ruidos, murmullos o voces, pasos y demás sonidos de procedencia extraña. Incluso, alguien aseguró haber visto sombras deambulando de un sitio para otro. Nadie se supo explicar, ni siquiera hoy, que motivó aquel episodio. Se llegó incluso a sospechar que la aldea estaba construida sobre «tierras extrañas» y los pobladores atribuyeron todo a «los duendes».

Lo cierto es que estas misteriosas manifestaciones se esfumaron del mismo modo en que aparecieron, sin previo aviso, excepto en una pequeña casa, un poco alejada de las demás, la cual es conocida como «la casa del ruido», de la que hoy sólo quedan en pie dos muros, que visten una cruz invertida y tres seises y tienen a sus pies una gran cantidad de velas y restos que hacen pensar que en el lugar se llevan a cabo innumerables ritos satánicos.

En aquella casa, al caer la noche en el piso de arriba se oían ruidos de cadenas , como si alguien las arrastrase o golpease el suelo y las paredes con ellas. Se escuchaban estruendosos de todo tipo procedentes del pozo exterior de la vivienda, estos extraños ruidos en ocasiones se transformaban en chillidos, lloros y potentes lamentos.

Que hacían pasar mucho miedo a las familias que vivieron allí, tanto que a veces las personas preferían salir a dormir a la calle. Incluso los mismos animales de las caballerizas sentían estos eventos y los perros se ponían a ladrar como locos. También eran frecuentes los fenómenos de poltergeist donde cubiertos y platos eran arrojados contra las paredes sin ningún motivo aparente, como si fueran sacudidos por manos invisibles y extrañas.

Se dice que sus habitantes se marcharon, para asentarse en pueblos de mayor expansión. Aunque posiblemente todo este asunto de los sucesos extraños tuvo mucho que ver para que abandonaran el pueblo.

La «casa del ruido» se hizo famosa porque le dieron cobertura al enigma desde una página web. Desde entonces diferentes parasicólogos se han trasladado a La Cornudilla con la idea de obtener alguna pista de lo que ocurrió en el lugar. Pero el misterio de la «casa del ruido» sigue intacto.

Leyenda de la Caja de Dibbuk

El artículo al que se refiere esta leyenda es en realidad un gabinete para guardar vinos, y que presumiblemente se utilizó para atrapar en su interior a un demonio de origen judío llamado Dybbuk , este es un espíritu maligno capaz de poseer otras criaturas, y se cree que es el alma en pena de un muerto.

La palabra dibbuk se deriva del hebreo דיבוק que significa «adhesión», el Dybbuk se adhiere al cuerpo de una persona viva y lo habita para tomar una segunda oportunidad de cumplir la misión que tenía en vida. Supuestamente abandona al anfitrión una vez que ha llevado a cabo su objetivo, a veces siendo exorcizado por alguien calificado. Se dice que los dybbuks escaparon del Gehena, término hebreo traducido algunas veces como « infierno «, o que fueron expulsados de el por cometer delitos tan graves que ni ese sitio podía admitir sus almas.

Esta caja y su terrible inquilino fueron vendidos a través de EBay por tan solo 208 dólares. Un precio muy módico para adquirir un demonio.

La leyenda sobre la caja se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial cuando su propietario original, un sobreviviente del holocausto polaco, huyó a España y luego a EUA. Tras la muerte de la mujer que la poseía en 2001, su nieta vendió la caja a un empresario llamado Kevin Mannis de Oregón, sin ocultar el hecho de que el gabinete estaba embrujado y no debía abrirse. Ignorando tal historia, el hombre la llevó hasta el sótano de su negocio de antigüedades, y los fenómenos paranormales empezaron, las luces se apagaban, las puertas se bloqueaban, se escuchaban terribles sonidos provenientes del sótano, se percibían olores de orina de gato y flores, y una sombra corría por los rincones.

Cuando Kevin regaló la caja a su madre, todos estos eventos llegaron a su fin, pero la pobre señora sufrió un derrame cerebral. Consiente de su error, Mannis intentó deshacerse de la caja, hasta que finalmente logró venderla a través de EBay en 2003, el mejor postor fue Losif Nietzke, al ofrecer 140 dólares. Durante el tiempo que este la tuvo en su poder, aparte de confirmar los fenómenos dichos por el anterior dueño, también experimentó infestaciones de insectos, mal funcionamiento de aparatos electrónicos, una especie de manchas oscuras verticales, fuegos, y el olor a amoniaco proveniente de la caja. Así que nuevamente la puso a la venta a través de EBay, para ser adquirida por Jason Haxton, un curador de un museo en Missouri, quien no cree mucho en la historia extraña de la caja Dibbuk, y escribió un libro donde detalla sus vivencias.

Lo curioso en este caso, es que todos los dueños afirman que mientras tenían la caja, padecían de extrañas pesadillas en las que una horrible anciana se paraba junto al gabinete.

La leyenda de la Caja de Dibbuk se volvió tan popular, que su historia se usa como base para la película «The Possession (El origen del mal)», producida por el maestro del terror Sam Raimi.

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