Leyenda del Mal Yerno

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Dentro de esta bella tradición mexicana del Día de muertos , existen también a veces los inconvenientes, cuando nuestros seres queridos fallecen y son sepultados en lugares en los que no permanecemos para siempre, resulta a veces algo difícil poder trasladarse al lugar indicado para estar con la familia y sobre todo con los fieles difuntos en un día tan importante, sea cuales sean las causas siempre hay una manera, sobre todo si es simple decidía.

Cuenta la leyenda que una de las hijas de Doña María y Don Pedro se mudo de Aguascalientes, poco tiempo después de que ellos fallecieron, el resto de la familia conformada por 5 hermanos y hermanas mas, también se fueron marchando poco tiempo después, excepto uno. Como seguían manteniendo contacto a través de la distancia estaban planeando para el día de muertos reunirse todos, ya que hacía más de 10 años que no estaban juntos, mucho menos frente a la tumba de sus padres.

Habiendo quedado ya todos de acuerdo llegaron algunos primero que otros, pero vieron con extrañeza que estaba por acabarse el día primero de noviembre y Lola una de las hermanas no había llegado aun, anocheciendo le llamaron para preguntarle a qué hora llegaba o si llegaría directo al panteón , a lo cual la mujer muy triste respondió que su marido no le había permitido asistir argumentando que su madre ya estaba muerta, que no había necesidad de ir y hacer un gasto tan grande.

Después de tan desagradable conversación la mujer se fue a dormir en otra habitación molesta y triste por el dolor que le ocasionó su marido con tal actitud.

Estando solo este en el cuarto, a media noche, escuchó el arrastrar de unos pies, muy cerca de él, y de pronto unos fuertes ruidos del sonar de algo contra el piso lo hicieron poner extrema atención hacia el lugar de donde provenían, viendo un par de siluetas, se sorprendió al darse cuenta que eran sus suegros, viéndolo con mucho coraje, estrellaban contra el suelo los pesados bastones con los que solían andar en vida.

Al día siguiente antes de que la mujer despertara, el hombre tenía listas ya un par de maletas y cuando esta abrió los ojos lo primero que pudo escuchar fue:

-Se nos hace tarde apenas alcanzamos a llegar al panteón para que visites la tumba de tus papas-

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