Leyenda de la casa de los muertos

Allá afuera
Allá afuera

En Cáceres, hay un viejo caserón de dos plantas, que hoy en día, alberga la Casa Museo Árabe Yusuf Al Borch. Ubicado en la calle Cuesta del Marqués, número 4, en las inmediaciones de la plaza de San Jorge. Este inmueble es mejor conocido como: “ La Casa de los Muertos “, debido a los extraños sucesos que se desarrollaron en su interior y que lo han llevado a la fama desde mediados de los años setenta.

La construcción data del siglo XII, perteneciendo en sus inicios a un mercader musulmán, representaba un buen ejemplo de una casa típica de esta cultura existente en la ciudad por siglos. Durante mucho tiempo, estuvo cerca de la ruina debido a su abandono, hasta que la humilde familia De la Torre, la convirtió en su residencia. Don José y su hijo Angel dedicaron más de 11 años en su restauración. Pero no tardaron tanto en notar que algo raro pasaba en su interior.

Extraños ruidos de pisadas en mitad de la noche, golpes en los muros, ventanas y puertas que se abrían solas, muebles que se trasladaban de un lugar a otro… el embrujamiento de esta casa no pudo quedarse en secreto, pero esto no influyó en la tranquilidad de la familia, sino hasta agosto de 1984, cuando los hijos adolescentes del matrimonio se convirtieron en protagonistas de incontables eventos extraños, los cuales sucedían siempre a la misma hora. Y que terminarían en el primer encuentro con el fantasma. Los chicos dormían en un colchón tirado en el suelo, cuando pudieron escuchar a la perfección unas fuertes pisadas que se acercaban y se paraban junto a ellos. Una noche los sonidos fueron tan intensos que salieron corriendo a la calle llenos de temor. Pronto los sucesos ocurrieron también durante el día, objetos tan pesados como una maceta de ocho kilos, eran movidos con facilidad de un lugar a otro.

Según dijo a Europa Press el actual propietario de la instalación, dicho fantasma aún se pasea por el museo, visitado a menudo por turistas. El espíritu se manifiesta, pero, según una médium, es “bueno” y no quiere causar daño. También le describió como una mujer joven y bella, de unos 40 años, que vestía una especie de kaftan. Su presencia ha sido sentida tanto por los habitantes del museo, como por visitantes, siendo estos últimos, los que han tenido la necesidad de salir corriendo, al sentir que algo muy extraño los persigue.

La fama de esta casa embrujada ha llamado la atención de varios medios de televisión, algunos médiums e investigadores dispuesto a descubrir al fantasma, llenando las habitaciones de cámaras y micrófonos, pudieron comprobar que las velas se encendían solas y escuchar la voz de una mujer gritando muy claro: —ahora.

Muchas personas han vivido estas experiencias extrañas dentro del recinto. Salen de la casa con el vello de punta o excesivamente nerviosos. Incluso el mismo propietario ha declarado que su familia tiene miedo, pero tratan de entablar una buena relación con el fantasma, dirigiéndole educados saludos, pues tienen que seguir abriendo el museo.

Nadie sabe explicar claramente la procedencia de este fantasma, pero los lugareños afirman que, en épocas pasadas que no han podido precisar, se cometieron allí varios asesinatos y asocian estos hechos de con los sucesos paranormales que se desarrollan hoy en día. Bien dicen que ¡Donde hubo sangre, fantasmas quedan!

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