La quinceañera y las siete iglesias

Era de noche. Un taxista iba camino a su casa cuando en el camino encontró una chica vestida de blanco, la cual le hizo seña de parada.
Él no sabía si llevarla o no, hasta que se decidió a llevarla, dio reversa al taxi y le preguntó:
-
¿A dónde te llevo?
-
A mi casa, está junto a una iglesia en un pueblo cercano a este lugar.
La chica subió al auto. Recorrieron muchas calles donde se elevaban iglesias, pero la niña decía:
-Aquí no es.
Él le pregunto si tenía dinero para pagarle; ella se limitó a negarse, a cambio, le dio una dirección:
-Déjeme aquí. Donde le he indicado en este papel, reclame su dinero.
El señor le insistió que la llevaría a su casa.
En un momento de hartazgo, la chica gritó:
-¡Déjeme aquí ya!
-Mañana paso por el dinero en ese sitio que me señalaste. Espero no me estés mintiendo.
-Sí, gracias señor.
Al día siguiente llegó a la residencia mencionada en el papel. Tocó la puerta y, tras unos segundos, salió una señora de 80 o más años.
-¿Cómo que le debo dinero?
-Llevé a su hija anoche a un lugar pero ella no tenía dinero y me dijo que viniera aquí hoy para recoger el dinero.
-Señor, yo no tengo hijas: la única que tuve murió hace 15 años.
— Via Creepypastas