La noche negra

Era una noche fría en las llanuras desérticas de África.
Un pequeño niño, veía el cielo nocturno y le dijo a su padre: – Papá estaba pensando que tal vez las estrellas son el alma de las personas que mueren y van al cielo. – Y volteo a ver a su papá con un dejo de tristeza. Su padre lo miro sorprendido. – ¿Y eso te hace sentir triste? – Preguntó. El pequeño bajó la mirada al suelo y dijo conteniendo su llanto: – No hay ninguna estrella negra. – Y las lágrimas llenaron sus ojos.
Su padre lo entendió y le abrazó con todo el cariño y el amor que tenía, luego vio alrededor y vio a su gente, a sus hermanos, que albergaban en el corazón el sufrimiento de un pueblo y de siglos de miseria; niños que sólo conocían la crueldad y la injusticia y que buscaban en la noche un abrigo al frío y huían del día que los encontraba con hambre atrasada.
La tristeza le inundó el pecho, pero en ese lugar olvidado por Dios había derramado ya todas sus lágrimas. Abrazó a su hijo con más fuerza y le dijo: – Claro que hay estrellas negras hijo mío… es sólo que hay tantas. – el dolor le obligo a hacer una pausa y luego vio a su hijo a los ojos y le dijo: – ¿Por qué crees que la noche es negra?
— Via Creepypastas