La niña del vestido amarillo

Había salido de mi trabajo a la medianoche. Pasé por un parque para niños que me servía como atajo para llegar más rápido a mi casa. Me percaté de que una niña de vestido amarillo me seguía; al principio tuve miedo, pero luego pensé que tal vez estaba perdida y me ofrecí a ayudarla.
“¿Estás perdida? ¿Quieres que te ayude, pequeña?”, le dije
“¿Te acuerdas de mí, hermana?”, me dijo, y luego desapareció
Corrí a mi casa. Cuando llegué, cerré las ventanas y la puerta. Esa noche, impactada por haberme llamado esa niña “hermana”, no pude dormir y amanecí.
Al siguiente día, fui a la casa de mis padres y les conté lo ocurrido. Al escucharme, se sorprendieron. Mi madre, lacrimosa, me dijo: “Cariño, tú tenías una hermana gemela, pero le pasó algo horrible. Seguramente no te acuerdes. Todo pasó en el parque en el que la viste. Ustedes tenían 2 años y ya sabían caminar, ella vestía un vestido amarillo, jugaban con una pelota. Cuando esta se fue para la calle, tu hermana fue a buscarla y un auto la atropelló. Desde entonces fuiste nuestra única hija, tu hermana murió”.
Al escucharlos, me entristecí y me quedé a dormir en su casa para consolarlos.
A veces, cuando vuelvo del trabajo, paso por el parque y veo a la niña del vestido amarillo que me grita “Hermana, juguemos”, mientras sostiene una pelota ensangrentada.
— Via Creepypastas