La mujer del tren

Una joven subió al metro a altas horas de la noche y se sentó enfrente de otra mujer y dos hombres junto a ella. La joven notó, con cierta incomodidad, que la mujer la miraba fijo. No importaba cuánto la intentaba ignorar, no la dejaba de mirar. En una de las paradas, subió un nuevo pasajero y se sentó junto a ella. Después de un par de minutos, le dijo en voz baja que debían bajar en la siguiente estación, y, por alguna razón, sintió que le debía hacer caso. Cuando por fin dejaron el tren, el hombre le dijo «Gracias a Dios. No fue mi intención asustarte, pero te tenía que sacar de ese tren. La mujer sentada frente a ti estaba muerta, y los dos hombres a su lado la sostenían».
— Via Creepypastas