La leyenda de Noppera-bo

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Hace mucho tiempo, hubo un pescador que vivía felizmente con su esposa.
Un día, el pescador fue al lago Oitekebori, que tenía fama de tener muchos peces koi, pero también de estar maldito.
Su mujer le suplicó que no fuera allí, pero el pescador se negó. Una vez llegó al lago Oitekebori, pescó muchos koi, pero su suerte no duraría mucho, pues desde el fondo del lago oyó una resonante voz…
- ¿¡No sabes que este lago está maldito!? ¡Suelta esos peces y no morirás! ¿¡No sabes que este lago está maldito!? ¡Suelta esos peces y no morirás! – le dijo aquella misteriosa voz.
El pescador no hizo caso de la voz y se fue corriendo de Oitekebori. Después de andar unos metros, vio a una mujer que paseaba, y ésta le dijo:
- Por favor, suelta esos koi al lago Otikebori.
El pescador se negó. Y entonces, vio la cara de la mujer…
¡¡No tenía ni ojos ni boca ni nariz!! ¡¡Era Noppera-bo!!
- ¡He dicho que sueltes esos peces! – insistió Noppera-bo.
El pescador gritó, tiró los peces al suelo, y se fue corriendo a su casa, huyendo de Noppera-bo. Llegó jadeante a su casa, y su mujer lo vio. El pescador, horrorizado, le dijo a su mujer:
-
¡No vas a creer lo que he visto! ¡He visto a Noppera-bo!
-
Mmm, Noppera-bo… – respondió ella.- ¿Te refieres a esto?
La mujer del pescador empezó a arrancarse la cara, hasta que su rostro se fue convirtiendo en Noppera-bo. El pescador dio un grito y se desmayó. Cuando se despertó, vio que estaba en un cementerio cercano al lago Otikebori.
Divisó una tumba, donde estaba el nombre de su mujer.
El pescador había estado casado con el fantasma de Noppera-bo.
— Via Creepypastas