La lengua del gato

Seguro que todos conocen el dicho de que te ha comido la lengua el gato. Y, bien, ya sabemos que es un dicho. Pero… ¿y si fuese real? No me refiero a que sea algo chistoso, ni mucho menos.
Resulta, que, cierto día de invierno estaba un chico de 12 años jugando a la Nintendo, cosa común en esta generación. Ahí se asomo un gato negro, por la ventana. El niño, curioso se acercó. El gato, que hizo un extraño movimiento, miró al niño, el cual estaba atónito de la mirada puesta por parte del felino.
Posterior, el gato obtuvo un extraño color de ojos, como rubíes. EL niño se desmayó. Cuando se levantó, estaba mudo. Además, le faltaba la lengua. No tenía, ya no. El niño, asustado miró al gato que seguía ahí. Había una especie de lengua caída pero no era la suya. Al parecer el gato la sustituía. El gato, de nuevo puso esos ojos.
El niño, esta vez murió definitivamente. La madre encontró el cadáver al salir de la ducha. La autopsia decía que murió en extrañas circunstancias y que además le faltaba la lengua. La madre que iba buscando ayuda por la ciudad, encontró al mismísimo gato. Aunque vio que tenía un montón de “sangre” tirada por el suelo, la madre se quedo al gato. Cuando se lo llevó a casa, murió igual que el hijo.
Por lo visto en la edad media hubo un hombre al que le cortaron la lengua y tenía unos ojos color rubí, además de sentir adoración por los gatos negros. El gato también murió en extrañas condiciones.
— Via Creepypastas