La Casa de la Col. Industrial

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Una feliz familia se mudó a un apartamento en un edificio recién construido. Ana, la hija adolescente, compartía habitación con sus dos hermanas, mientras tres de sus hermanos varones dormían regados por la sala y la cocina. Con el desorden de la mudanza la nueva casa estaba patas arriba, y se fueron a dormir dejando todo a manera de seguir acomodando el siguiente día, pero en mitad de la noche una de las niñas pequeñas, apretó fuerte la mano de Ana, pues estaban las tres en la misma cama, la chica se despertó algo asustada, preguntándole a pequeña que había pasado, ella señaló hasta un rincón de la habitación, donde la sombra de una mujer apenas se distinguía desde donde estaban, un poco impresionada, Ana se levantó de prisa a encender la luz y se dieron cuenta que se trataba de un vestido que colgaba de un clavo en la pared.

Volvieron a dormir entonces, cuando sintieron que alguien brincaba en la cama, tiraron patadas como locas, creyendo que eran sus hermanos que venían a jugarles una broma, pero algo pesado cayó sobre ellas, se quitaron las cobijas de encima, y vieron en cuerpo de un hombre muerto , bañado en sangre, con marcas extrañas en su piel, y parecía que le habían sacado los ojos, en un instante empezaron a llover cuerpos en las mismas condiciones, hasta cubrirlas por completo, tanto que nadie podía escuchar sus gritos fuera de la habitación.

Cuando por fin Ana salió de entre los cuerpos vio a la misma mujer de antes parada en la puerta, se movió hacia ella muy lento, como si fuese un robot de movimientos torpes, llegó tan cerca que pudo ver que estaba quemada, parecía casi un carbón, sus ropas eran cenizas y la chica cayó desmayada, cuando volvió en si su mirada había cambiado, se veían en ella cierta desesperación, tomó las sabanas de su cama, y enrolló a sus hermanas, hasta ahogarlas, después fue a la cocina, con el cuchillo de carnicero de su papa, les cortó las cabezas a sus hermanos mientras dormían.

Los padres no habían escuchado nada hasta entonces, así que simplemente la chica entró en la habitación, golpeándolos muy fuerte con una lámpara los dejó inconscientes, mientras los golpeaba hasta morir.

La chica se quedó ahí por muchos días, hasta que los vecinos percibieron el olor, tumbaron la puerta para toparse con la horrible escena de pisos y paredes ensangrentadas, las cabezas de los chiquillos rodando por ahí, y la joven escondida en una esquina, llorando y dejándose morir de hambre. Fue entonces llevada a un psiquiátrico donde lo único que se pudo saber es que aquella mujer que se le apareció esa noche, era una señora que vivo en los años cuarenta, dueña del lugar donde ahora vivían, que anteriormente fue una cuartería, en donde aprovechaba los viajes de su marido, para seducir a hombres extraños y realizar rituales con ellos, los asesinaba y escondía en las paredes. Cuando los vecinos del lugar se dieron cuenta de las atrocidades de la mujer la quemaron dentro del edificio.

Pero el espíritu seguía en el lugar, y al construir de nuevo quería continuar con sus costumbres y asesinar a la familia de Ana, pero la chica tratando de evitarles la pena de convertirse en almas que vagaran por la eternidad, los asesinó primero para protegerlos.

El edificio inexplicablemente se ha quemado varias veces, ahora nadie vive ahí, pero cada vez que se pone en funcionamiento los hechos ocurren de igual manera.

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