Hola papi

El Puente Negro
El Puente Negro

La vida de mis parientes cercanos siempre ha sido muy rica en actividades y aventuras emocionantes. Aquellas historias que nos contaba a mis primos y a mí nos fascinaban y nos podían dejar enganchados varias horas escuchándolas una y otra vez; hasta hacíamos teorías y jugábamos a formar parte de ellas. Sin embargo, un día la persona más vieja de la familia contó una historia totalmente diferente a cualquiera que hubiéramos escuchado, no se parecía en nada a las demás, era muy oscura en comparación. Todavía en estos días sigue teniendo repercusiones en mí, así como tuvo cuando yo era un niño. Él nos contó la historia en primera persona, pues la había vivido, esto fue lo que dijo:

Eran las doce de la noche. En aquel entonces no habían luces por estas partes delpaís y yo estaba regresando a casa dejugarpóker conamigos. Como ya estaba acostumbrado a la oscuridad de aquella zona, no me daba miedo andar por allí. Me sabía el camino de memoria y no necesitaba luces para guiarme. Aun así, rara vez me quedaba hasta esa hora de la noche en la casa de mi amigo, pero esta vez la avaricia me había ganado.

Iba caminando en mitad de la noche, solo y con una linterna de un no muy fuerte fulgor.

De repenteescuchéel llanto de un bebé justamente por donde yo iba caminando, revisé a los alrededores pero no encontré nada,solamente una pequeña varilla de metal. Pensé que sólo era mi imaginación, lo ignoré yseguí caminando. A medida que avanzaba, me iba topando con más varillas en mi andar, era algo bastante raro y curioso, es decir, ¿quién las habría tirado?. De la nada, en el mismo vacío de la noche, escuché una voz proveniente de las sombras, algo así como una niña.

-Hola papito…- Pronunció aquella “niña”, si así se le podía llamar.

Me sorprendí bastante, y al haberme tomado por sorpresa hasta me asustó. Sin embargo, no era nada que yo no pudiera manejar, o al menos eso creía.

-Papito te voy a comer, has de saber delicioso…

Esas palabras hicieron que me alarmara, pero mi confianza no se iba, seguramente era una niña estúpida jugándome una broma.

-No tengo tiempo para juegos- Le dije.

-No estoy aquí para jugar- Contestó para luego salir de entre las sombras, mostrando su deforme rostro con dientes puntiagudos.

Su monstruoso rostro me espantó, rápidamente me di la vuelta y salí corriendo. No me persiguió, pero juraría haber escuchado su llanto desesperado y sus gritos de ira al ver que su presa escapaba.

Solamente recuerdo su cara negra de malicia y sus dientes blancoscon manchas rojas mezclados con unos ojos tan rojos como las mismísimas llamas del infierno.

“Nunca toméel mismo camino, pero otros viajeros aseguran haber escuchado llantos no de uno si no de varios niños aclamando por su papito…”

Esa historia que mi abuelo nos contó, aún sigue resonando en mi cabeza. No sé si algún día vaya a encontrarme con aquella niña, pero mientras tanto, me aseguraré de nunca tomar ese sendero.

— Via Creepypastas

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts
Asesinos del Zodiaco

Agathion

Se dice que Agathion es un demonio o espíritu de temperamento afable que sólo se manifiesta durante el…
Read More
Allá afuera

¡A la hoguera!

El hombrecillo parado tras el atril se volvió hacia la mujer atada terminada su arenga. -Estás ante este…
Read More
Asesinos del Zodiaco

La silueta amiga

Era un barrio como muchos, aburrido y tranquilo…. típico, igual a todos; excepto por una personita, diferente por…
Read More
Asesinos del Zodiaco

El punto

Yo vivía con mi madre en la cima de una colina, y era feliz con mi vida, dibujaba…
Read More
Las Secuelas

El juego de Ollin

¿Te gustaría saber tu suerte? ¿Te has preguntado que pasara mañana? O mejor aún, ¿Qué pasará contigo en…
Read More