Hola abuela
Sucedió hace días. Uno de mis amigos llamado Eduardo le tocó vivir un episodio que no fue fácil de superarlo.
Una vez, mi amigo me contó que falleció su abuela por temas de salud. Yo obviamente entendía su dolor, porque ya me ha pasado esto en perder a un ser querido para siempre. Pasaron los días y Eduardo de poco superaba la perdida de su abuela. Pero de no ser lo que ocurrió más tarde, mi amigo ya no estaría en pésimas condiciones…
El día de cumpleaños de Eduardo ocurrió algo sorprendente, luego de que se tomaron las fotos luego de cortar el pastel y sacarse fotos con familia y amigos. Resulta que en una de las fotos cuando Eduardo estaba con su hermano, detrás de los hermanos, aparece una persona… persona que a su vez, no estaba presente en ningún momento de la fiesta. Mi amigo, con cara de asombro, reconoció rápidamente que la persona que estaba detrás de el y su hermano, era su difunta abuela.
Lo más interesante de todo es que la abuela de Eduardo, en la cual estaba plasmado en la foto, no poseía ojos. Esto a mi amigo le pareció escalofriante; por lo que cuando vio esa foto, su estado de animo empeoró. Y luego de unos minutos, la fiesta de cumpleaños de mi amigo, terminó de la forma más deprimente.
Al día siguiente, en la tarde, Eduardo pasa por mi hogar con una cara aterrorizada. Yo le pregunte que era lo que pasaba; a lo que el me dijo:
No entendí lo que quería decir, así que le pregunté una vez más que era lo que le estaba pasando. Y me dijo:
Cuando oí esas palabras, me sentí muy incomodo. La cara de mi amigo que tenía en ese momento fue demasiado mal; estaba aterrado. Luego me dispuse a ir al cementerio donde enterraron a la abuela de Eduardo, que gracias a la madre del mismo, pude llegar a destino. Cuando llego a la tumba de la abuela, me quedó impresionado cuando veo que un agujero enorme en aquel sector. Lo peor era lo que estaba inscrito en la lápida en pequeñas palabras: