Habitación Cero

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Ha pasado un tiempo desde que he escrito algo relacionado con la corporación de Disney, y estoy seguro de que entenderán el porque.

Muchas cosas sucedieron desde mi ultima publicación. He recibido muchas preguntas y mensajes por parte de personas expresando preocupación que leyeron mi relato de primera mano del palacio de Mowgli… Un lugar de recreación que Disney construyó y luego lo abandonó.

Quiero agradecer a todos los que compartieron mi publicación. La cual ya ha sido borrado de algunas páginas, la mayoría de veces de sitios corporativos que fácilmente se apoyaron de los que ejercían un poder mucho mayor. Sin embargo, por cada tópico borrado o tema que desaparecía de algún blog, parecía que muchas publicaciones más seguían surgiendo.

Esto es algo a lo que tendrían que enfrentarse. No hay vuelta atrás para ellos… Mucho menos para mi.

Definitivamente me están siguiendo. Para el primer o segundo mes, lo asocie como una paranoia. Cualquier mirada o media sonrisa dirigida hacia mi persona me sacaba de onda. Los pelos de mi nuca y de todos lados se me ponían de punta.

Lo primero, o mejor dicho al primero que le preste atención en verdad, era un trabajador de redes telefónicas que laboraba cerca del complejo de apartamentos de donde vivo.

Era de mediana edad, regordete, vestido como ustedes se lo imaginarían, pero había algo extraño en el. No podía determinar que era, pero sabia que no era producto de mi imaginación. El era raro y se veía fuera de lugar, y no alguien que se sentía cómodo haciendo su trabajo de rutina.

Lo seguí de cerca hasta la esquina, solo para perderlo ahí. Cuando me volteo para volver a casa, ahí estaba el. Mirándome fijamente, estando como a tres metros atrás. Frio y sin emociones.

“¿Explorando?” Pregunto él.

Fue lo único que dijo, y tenia un tono de acusación en su voz.

Díganme, ¿Que chistoso que viste de azul actuaria así?

Supongo que esa es la peor parte. No sentirse seguro en ningún momento, ni sentir que estas solo. Eso, y la mercadería de Disney que ocasionalmente dejaban para que yo la encontrara. Pequeños Mickeys de hule en el buzón, una revista de Disney Adventure en mi librera.

Habían Mickeys escondidos por todas partes. Tres círculos, uno grande y dos pequeños, la silueta de la cabeza del ratón más famoso.

He comenzado a mantener una lista anotando a los Mickeys que he encontrado.

Manchas de anillos de café en mi mesa. Uno grande, dos pequeñas. Botellas de colores que dejaban cerca de la puerta, que podían verse desde la parte superior hacia abajo (todas rojas). Grafitis en las paredes de camino al trabajo, eran un gran planeta tierra, un pequeño y una luna en sus respectivos lugares.

Estaban por doquier.

La gente me habían enviado correos electrónicos al respecto. Si resposteabas algo, debo decir que empezaras a encontrar esos jodidos contornos. Te lo garantizo.

El mejor hasta ahora, fue uno que me dio tanta risa por lo terrorífico que era, era un dibujo hecho con yeso cerca de mi carro. Al principio me sorprendí, así que camine por el garaje atento por si alguien me estaba siguiendo.

El contorno parecía encajar perfectamente con lo que pudiera ser… Una victima de asesinato con quien estarán familiarizado si leyeron mis publicaciones anteriores.

Escrito con lo que estoy seguro que era pintura amarilla, estaba una simple palabra.

“RETRACTATE”

La única cosa buena que salio de todo esto, es que se que no soy el único que ha visto lo que no debía.

No voy a dar nombres porque… Bueno, si tengo que decirles porque no han estado prestando atención.

“El Investigador” va a los parques de Disney cada vez que puede, durante todo el año. Él no va a divertirse, disfrutar de los paseos, ni nada de eso.

El esta buscando a los Gascots.

Aparentemente, ha habido una larga tradición de gente reportando clientes extraños por todo el parque. Clientes silenciosos, inmóviles, con la mirada fija, de diversas edades, tamaños. Hombres y mujeres, adultos, niños, y adolescentes.

Todos portando una mascara de gas con motivos de Disney.

Tiempo atrás, Disney recibiría muchas quejas sobre gente que vestía de forma extraña siguiendo a otros alrededor del parque. Personas que se mezclarían con la multitud y que extrañamente desaparecían.

Luego las personas sacarían sus propias conclusiones al respecto sobre las mascaras de gas, y comenzaron a surgir reportes de posibles terroristas y bombarderos.

Todos estos reportes de seguro fueron directo al bote de la basura. Se que no puedo encontrar ningún indicio de que tales acontecimientos fueran divulgados por los medios de comunicación. Aunque deberían de estar conscientes del hecho de que Disney puede mas o menos controlar su prensa como ningún otro.

El Investigador va a los parques, habla con algunas personas, y trata de no llamar la atención. El solo le preguntara a tres o cuatro familias si han visto a un amigo de el que lleva puesto una mascara chistosa.

Él aun no ha visto a un Gascot por su cuenta… Aunque en una ocasión, un niño le señaló hacia Frontierland. Mientras se aventuraba entre la multitud, oyó una voz mas adelante que gritaba:

“¡Mama!, yo también quiero una mascara de aire de Goofy”

Un sujeto que llamare “El Salvavidas” trabajó en un parque acuático de Disney desde 2001 hasta 2003. El se situaba en la cima de un enorme tobogán de agua y se aseguraba de que ninguno de los niños hiciera bullicio. Dejaba pasar a los niños uno por uno, indicándoles una y otra vez que para que no se lastimaran debían mantener los brazos cruzados, y esas cosas.

Un día mientras daba las instrucciones, un niño gordo se deslizo por el tobogán y no salio por el otro lado.

Otros dos o tres niños pasaron y la cosa se mantuvo a un ritmo normal, así que ustedes pensarían naturalmente, que si el niño se quedo atascado, los niños que le seguían se atascarían también.

No fue así. Solamente el niño grande desapareció. Y el resto salió del otro lado alegremente y chapoteando como si nada.

El salvavidas cierra el tobogán, para el gran descontento de los niños que esperaban en la fila. Antes de que el pudiera realizar algunos de los tantos estrictos procedimientos de Disney… SPLASH… El niño finalmente sale.

Los miembros del personal sacaron al niño del agua. El se hundió como una piedra cuando dio el chapuzon, su piel que ya se había tornado de azul y con los ojos muy abiertos. Todo lo que diría es: “Niños sin rostros” y “Dejen de apretar”.

En caso de que ustedes se pregunten, el niño estaba bien. Aunque el niño fue sacado en camilla hacia el centro medico. Cuando el salvavidas se le indico que abriera de nuevo el tobogán, él hizo un gran escándalo sobre la forma en la que claramente no era seguro. A pesar de sus quejas, fue amenazado con ser despedido, y disgustado y enojado abrió de nuevo el tobogán.

Desde ese momento en adelante, vigila bien de cerca a los niños. Muy de vez en cuando, ellos saldrían en el orden equivocado… Nunca tan aturdido como el niño anterior, pero el siempre tenia una mirada de preocupación… Un medio estupor distraído que parecía como si estuvieran tratando de ver cual era la realidad.

Tragarían algo de agua y se ahogarían un poco… Y no volverían a subir a la atracción de nuevo.

Leí los correos electrónicos del hombre con el mismo tipo de incertidumbre que estarían sintiendo ahora. Yo quería que el compartiera su propia historia, pero al final él no quería exponerse de esa manera. No puedo culparlo.

“La blancanieves” Lo cual no era exactamente el papel que jugaba, se vestía como un personaje en el parque. Ella tenia una pequeña y muy buena información para mi. ¿Saben lo que pasa cuando un empleado disfrazado cae muerto dentro de su traje?

Como cuando, un segundo se esta tomando una foto con el pequeño Jimmy, y al rato le da un ataque fulminante?

Una segunda mascota en el área se coloca con el cadáver en un bordillo o banca y espera a que llegue “La Tintorería” designada y se lleve al cuerpo en forma discreta. Y mientras tanto, los clientes no tienen la menor idea de que se estuvieron sentando con un cadáver para tomarse una foto.

Quizás quieran revisar sus álbumes de fotos en este momento.

Eso si que fue malo, pero otro sujeto, “El Conserje”, rebasa todos los limites de lo terrorífico.

Disney World (y probablemente otros parques) está construido con una serie de túneles subterráneos justo debajo de sus pies. Son tres historias que valen la pena. Cualquier cosa y todo lo que ustedes se imaginan que haya ahí abajo es para el uso de los empleados.

Los llaman los utilitarios. Corredores de servicio públicos.

Básicamente, esa es la razón por la que no ves a personajes raros o a conserjes merodeando por el parque. Salen y entran en puertas escondidas, y recorren un pueblo oculto sobre el cual ustedes están caminando.

El conserje me dijo algo de conocimiento común, y que sin embargo era algo nuevo para mi.

Walt Disney Había construido varios apartamentos dentro de sus parques. Hay uno encima del castillo de Cenicienta… También hay otro en el paseo de los piratas del caribe. Están por todo el lugar.

Más que eso, hay clubes nocturnos, una sala de cine, una bolera, y mucho más. Todo tras puertas construidas junto en las fantásticas fachadas que pasarían sin verlas de reojo.

El club 22 es un área bien escondida. Si cuentan con el dinero para unirse a tan exclusivo sitio, entonces tendrán acceso a ella y a muchas cosas mas.

El club 22 es un lugar donde ocurre de todo. La corporación Disney llama a estos sitios como “Las zonas oscuras”. Puntos donde la imagen rechinante de Mickey da a lugar a las bebidas, las drogas, y por supuesto al sexo.

Lo contrario a esto, al resto del parque se lo llama “La zona brillante”, con unos cuantos corredores de zonas grises en medio.

Tal y como el conserje me menciono, no siempre estuvo así. Se trataba mas de una lenta decadencia y descanso gradual de las normas sociales dentro de un grupo de élite.

Pero cual es la razón por la cual el sabe todo esto? Ya la habrán adivinado. Porque el lo limpiaba.

Después de una larga verificación de antecedentes y de llenar una forma de no divulgar. El conserje fue promovido de operador del parque a ser parte del personal de limpieza de la zona oscura.

Ahora, antes de que se les venga a la mente una visión de un sacrificio humano satánico, el conserje no vio nada parecido. Solo vio muchas botellas de alcohol vacias? Y si condones usados esparcidos como globos desinflados de año nuevo? Por supuesto. El limpio todo ese montón de sangre, orina y vomito, pero todo debajo del descontrolado comportamiento de los clientes a diferencia de cualquier tipo de conducta de un culto.

Al menos era así como el lo veía en retrospectiva.

Toda esa basura, porquería inmunda, fue directo a un horno y se mezclo con el humo de una chimenea de una pintoresca cabaña.

Si han estado en Disney World, habrán respirado pecado ultra condensado.

Respaldando esta información estaba “El martillo”. El martillo me escribía de la forma antigua, aunque no se como fue que obtuvo la dirección de mi domicilio. Él me envió fotocopias de documentos que demostraban que era un empleado, con la indicación de que los quemara una vez de que me convenciera.

Lo cual hice con mucho gusto.

Martillo trabajo alrededor del parque de Disney World, en asuntos de demolición y reconstrucción. En ciertas ocasiones, el se dirigió a su superior con respecto a unos extraños planos de construcción.

Había un área amplia y rectangular, que fue excluida de los planos azules, como del tamaño de un supermercado. Dicha área estaba sin nombre y solo tenia escrito las palabras: “No cavar”

No solo su superior no sabia nada, pero este archivo ignoraba el porque a propósito. No quería hablar de eso, ni quería saberlo, y termino la discusión con: “Este espacio se dejo en blanco intencionalmente”.

Martillo no entendía. El área parecía ser un desperdicio de espacio, y era un conflicto directo con el trabajo que se le había asignado a su equipo. El comenzó a husmear el área en su tiempo libre, encontrando solo una puerta de acero abandonada, y mas allá una gran extensión de concreto.

Era un piso gris y vació, digno de un supermercado.

Poco después, Martillo comenzó a distinguir Gascots entre los gentíos.

A diferencia de todos los demás reportes, la gente… Las cosas… Se verían de cuerpo completo. Se los hallaría en grupos a cierta distancia, o estarían solos recostado en una pared cuando el doblaba una esquina.

El dijo que “se movían de forma extraña”, como si estuvieran débiles o lesionados, similar a un venado que fue atropellado por un cazador y que no pudiera escapar.

Las máscaras de gas… Las caras de los personajes con filtros adheridos a ellos.. El observaba que parecían estar húmedos por dentro, como un vidrio empañado de un auto. Pequeñas gotas de agua se reducían detrás del cristal, haciendo imposible que cualquiera de ellos pudiese verlo.

Para comprobarlo, Martillo comenzó a preguntar cualquier persona, y de todo aquel que había estado trabajado en el parque por mas de una década.

No encontró nada, hasta que se topo con Ida, una mujer de avanzada edad que trabajaba en un restaurante en la calle principal. Ella estuvo ahí hace tiempo, y aunque nadie tenia los pantalones para preguntarle, todos sabían que tenían un sinfín de historias aterradoras que contar.

Martillo le pregunto sobre el espacio vacio, y luego sobre los clientes con mascaras de gas, pensando de que se quedaría de nuevo sin respuesta como antes. Ella era callada. Sumamente callada.

“Habitación cero”. Gruño ella con una mano temblorosa sobre su mejilla como si fuera una niña pequeña temiendo a recibir el castigo de su padre.

Ella no miro al hombre a los ojos durante toda la conversación.

La habitación cero, al parecer era otro cuarto escondido así como los apartamentos y el club 22. Sin embargo su mero tamaño y su ubicación en las profundidades del parque lo apartaban de cualquiera de los “Divertidos” de la zonas oscuras.

Era un refugio antibombas.

La habitación cero fue construida para resistir un ataque masivo, que sea dirigido por enemigos extranjeros o internos.

La habitación cero iba a ser abastecida con raciones suficientes para alimentar el promedio total de clientes del parque en cualquier momento, y albergaba una pequeña pero lujosa especie de habitación del pánico para los altos ejecutivos de Disney.

Durante la segunda guerra mundial, se produjeron mascaras de gas de Disney para que los niños los portaran en caso de un ataque. La idea seria menos aterradora para ellos si la cara de Mickey resaltara en el dispositivo de seguridad para tiempos de guerra.

Sí, sé que hay problemas muy obvios con eso.

Durante el susto de la guerra fría de los años 60, cuando Disney World fue construido, la habitación cero se surtió con mascaras similares. Ya sea porque se preocupaban por los temores de los niños, o solo una cruel marca, esas cosas se encontraban ahí abajo.

Lo que es más, algún genio determinó que los niños se asustarían por las mascaras de gas que sus padres llevarían puestas, y entonces todas las mascaras para adultos y niños, se fabricaron para cumplir esta loca norma.

Ida lo describió como “Tratar una herida con jugo de limón”.

No obstante, nada de esto explicaba lo que Martillo había estado viendo. No solo de las supuestas apariciones sobrenaturales, sino que también de la habitación vacía.

“He estado allí”, explico, “No hay nada mas que un piso de cemento y cuatro paredes”.

“No”, Ida sacudió su cabeza y se cubrió la boca, sofocando un sollozo, “Estuve encima de el”.

Algo o alguien activo la alarma, ese día el parque estaba en su capacidad máxima. La advertencia era clara. Supuestamente se trataba de un ataque aéreo.

La seguridad condujo a todos hacia abajo, bien abajo del enorme refugio. Ahí se les ordeno colocarse las mascaras y agacharse mientras durara el ataque.

Todo estuvo en silencio por unos treinta minutos, excepto por los niños que lloraban y los que susurraban aterrados. Nadie quería morir, y estaban entonces agradecidos de algún modo por esta extraña medida de seguridad.

Entonces el primer grito resonó.

“¡Hey!” Grito un hombre: “Déjame de pellizcar”

Olas de gritos y aullidos recorrieron por la multitud, de una pared a otra, iban y venían.

“¿Quién está corriendo? Quieto!” Alguien grito.

“¿Quien se esta riendo? Esto no es divertido!”

“¡Ay! ¿Quién me pisó el pie?”

A pesar de que los guardias de seguridad pedían la calma y les pedían que se estuviera quietos, la muchedumbre se agito mas y mas hasta que finalmente después de una hora de locura…

Las luces parpadeaban…

Luego se extendieron.

Biohazard Symbol
Lo que paso a continuación lo podía solamente describir como un caos total. En la oscuridad, solo se escuchaban los lamentos de los mas jóvenes, y los gritos de angustia de los adultos en un masivo estruendo que hacían que sangraran los oídos de todos aquellos que estaban adentro de esa cámara oscura.

Un grupo de miembros del estado y un selecto grupo de clientes lograron salir por la puerta, listos para enfrentar la guerra que se llevaba a cabo arriba, en vez de la locura que había abajo. Lo que encontraron, fue por supuesto un parque desolado e intacto. La música seguía sonando, haciendo eco a través de la silenciosa cuidad de cuentos de hadas.

Al regresar a la habitación cero, los pocos que se quedaron en la parte superior de las escaleras que daban hacia abajo en la negrura, no escucharon nada que indicara que había un combate. Solo había silencio.

Ida por su cuenta, bajó las escaleras pese a las suplicas de aquellos que dejo arriba.

Ella llego hasta las puertas reforzadas, ella sola en lo oscuro y escuchando solamente el zumbido en sus oídos.

Una sola voz salió de la oscuridad. El eco hacía imposible determinar si esa voz burlona y rasposa venia de la parte posterior del refugio antibombas, o si estaba justo enfrente de su cara.

“Cierra la puerta, querida. Estas dejando escapar el frio”.

Presa del terror, ella hizo justamente eso. Mientras pasaban los días, todas las cosas … viviendas, escaleras, todo eso… Se fueron cubriendo con metros y metros de cemento. Los sistemas de ventilación y los generadores que estaban encima del techo, fueron removidos dejando tras de si un enorme espacio vacio.

“Ellos todavía están ahí abajo”. Le dijo Ida a Martillo, “Allá abajo con quien haya sido ese.”

Habrán notado que use el nombre de Ida.

Por desgracia, ella murió poco después de contar su historia. Aparentemente fue una caída accidental, luego de levantarse de su cama para ir a encender una luz.

“Una gran devota de la compañía” decía el reporte “tanto que su habitación estaba repleta de siluetas de Mickeys”


Autor:Slimebeast

Traducción:Usuario:DEMON25850

— Via Creepypastas

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