Gato encerrado

Blacky, un gato negro, vive tranquilo y cómodo en la casa de su ama, Amanda.
A diferencia de muchos gatos, Blacky es más agradable que cualquier otro de su especie, pero esto aún lo mantiene fuera de contacto con las personas del exterior de la casa de su anciana dueña. La ama siente empatía por su gato.
Amanda mira a través de la ventana como todos los días, sin que nadie le preste atención. Solo su gato daba un salto a la ventana y en ese caso los vecinos prestaban atención al gato.
La casa no ha sido visitada desde hace mucho tiempo. Llena de polvo en los muebles, sucia. Blacky maullaba para que su dueña lo deje salir afuera a respirar aire fresco. Amanda hacía lo que podía, pero no era capaz de levantar ni de tocar nada. La dueña vagaba por la casa viendo cuadros y otros objetos que obtuvo durante su vida.
Finalmente, una noche, la ventana de la casa de Amanda había sido abierta. Blacky se despertó y fue con gran velocidad a la ventana. Una niña es quien se lleva al gato. Antes de cerrar la ventana e irse, la niña le pregunta a Blacky: “¿Por qué estás solo?”
El gato es el único huésped de la casa.
— Via Creepypastas