Espera por favor

No hace mucho de la caída de la noche. 3 días pasaron y el cielo se volvió completa oscuridad. Veía cómo todo desaparecía en la penumbra mientras pequeñas luces iban y venían en busca de almas. ¿Y dónde estaban las estrellas? Nada. Literalmente era un cielo negro y triste sin nubes ni astros reyes dando vueltas alrededor de nosotros. Solo negro.
Más aún había esperanza. Pequeñas estrellas color verde, violeta y azul, bailaban por todos lados. Yendo de aquí para allá en busca de almas perdidas. Mientras más escuchaba de un alma salvada más ganas tenía yo de ser salvado. Allá arriba estaríamos mejor, en donde se rumoreaba, la poca luz que le quedaba a La Tierra yacía y descansaba.
Aquí solo eran gritos de dolor y miedo. El llanto de mujeres por la pérdida de sus hijos. ¿Para qué llorar? Ellos fueron salvados. Rescatados y enviados a la otra vida que durante muchos años se nos prometió.
No sabía cómo se sentía perder a alguien. Siempre estuve acompañado de aquella persona que tanto amaba. Si uno era salvado, los dos eran salvados. Si uno era condenado, ambos se condenaban. Y no había una suerte para determinar eso. Si Dios era real, cosa de la que estaba más que seguro, estando más cerca de lo que uno pensaba, yo aceptaría lo que Él decidiera. Y más en esos momentos. El cielo no estaba negro por nada. Era la señal que todos esperaban y nadie entendía.
Y era difícil. El frío lentamente inundaba la ciudad. La capacidad para respirar era cada vez más nula, y las personas con quiénes hablar iban desapareciendo lentamente. Pero no perdía mi esperanza. Incluso cuando mi promesa de estar con mi amada se quebrantó. Cuando vi cómo se la llevaban. Ella estaba asustada, pero le daba ánimos, parecía ser yo el único que sabía lo que pasaba. Me alegré por ella cuando vi que fue elegida. Y mis ojos se iluminaron al ver por unos segundos aquella luz que nos esperaba. Sin escuchar que ella había gritado aún más después de que la luz desapareció junto con ella.
Ella espera en el aire oscuro. “Espérame, por favor”, le decía.
— Via Creepypastas