El sonido del silencio
Esta Historia comienza en Holanda, el condenado de nombre Frank acaba de ser sentenciado a muerte, tras asesinar salvajemente a 5 personas en tan solo 1 mes, la crueldad de los asesinatos no tenía límite la cual hasta se le acusó de ser satanista por ello, y evidentemente acusado sin ninguna duda y que su vida en esta tierra no era ya necesaria, tendría que ser condenado a la silla eléctrica.
Tras ya mencionada la sentencia a Frank se le traslada a una pequeña prisión a oscuras con una silla en el medio, incluso los policías le tenían miedo y trataban de no hacer contacto visual con él. Se dijo que estuviera 7 días en esa pequeña prisión mientras los arreglos para la silla eléctrica tuvieran que dejarla terminar.
Imagínate como te sentirías al saber que dentro de unos días tu vida llegaría a su fin, y que no solo sería eso sino también saber la forma en que vas a morir, la silla eléctrica es una de las muertes más horribles que existe hoy en día, prácticamente te estas cocinando por dentro mientras en algunos casos tus ojos exploran como un huevo al caerse, mientras tus pulmones se llenas de sangre y empiezan a explotar y todo eso mientras en el peor de los casos sigues consiente hasta que finalmente mueres. Pues bien Frank sabía todo esto, a sus 26 años él estaba estudiando derecho y fue la locura quien lo llevo hasta donde estaba, ahora tenía que pagar las consecuencias de esa locura y más aún, sin opción a nada.
Al pasar los 7 días la sentencia debía de cumplirse, tras no abrir sus puertas hasta ese momento de la pequeña prisión donde este hombre se encontraba, encendieron la luz ya que estaba en total oscuridad y se dieron cuenta que los alimentos estaban sin ser tocados, 6 de los policías se propusieron a llevar a Frank a la silla eléctrica y levantaron la cabeza donde él estaba en la parte con sombra y tras tratar de reconocerlo uno de ellos prendió su linterna y apunto hacia su rostro, lo que vieron los dejo atónitos.
Frank se había quitado los ojos y los tenia empuñado en sus manos fuertemente mientras la sangre corría por sus manos, se había quitado parte de la dentadura y con sus dientes caídos se había mutilado la lengua y la nariz, la mutilación era extremadamente horrible que se podía observar el hueso sobresalido de la nariz, fue también en ese momento horrible donde pudieron observar sus orejas sobre el suelo, Frank se había puesto parte de su ropa dentro de las cavidades del oído, mientras la tela empapada de sangre parecía caerse y mientras sostenía su lengua en sus labios y sus puños levantados con sus ojos dentro, señalo como mirando con todo su cuerpo a la pared, los policías espantados y horrorizados no entendían como pudo saber que ellos están ahí, ya que ojos, oídos y todo lo sensorial no existían en él, apuntaron la luz a la pared y ahí con pequeñas letras pero leíbles y con sangre decía: AHORA PUEDO OÍRLO PERFECTAMENTE, ES EL SONIDO DE LA MUERTE, EL SONIDO DEL SILENCIO.
— Via Creepypastas
