El sádico

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Les presento a Raúl Osiel Marroquín: “El Sádico”.

Intro

Le hice un bien a la sociedad, pues esa gente hace que se malee la infancia. Me deshice del homosexual que, de alguna manera, afecta a la sociedad. Digo, voy por la calle y me chiflan. Me hablan…“Raúl Osiel Marroquín”.

Raúl Osiel Marroquín Reyes nació en 1981 en Tampico, Tamaulipas (México). Cuando era niño, sufrió maltratos por parte de su padre, quien además le inculcó un acendrado odio hacia los homosexuales. Marroquín estudió hasta el bachillerato en su ciudad natal. Luego ingresó al Ejército Mexicano. Estuvo allí cuatro años y siete meses, uno de ellos como soldado en la Planta del Hospital Regional Militar de Tamaulipas. Alcanzó el grado de Sargento Primero de Sanidad. Después de causar baja de las fuerzas armadas, había desarrollado un gusto insano por la violencia. Buscó trabajo pero no lo encontró, así que decidió dedicarse al robo con violencia. La policía lo capturó durante un atraco, por lo que estuvo en prisión de mayo de 2004 a agosto de 2005. Al salir, decidió irse de Tampico para radicar en la Ciudad de México, donde inició su nueva carrera criminal.

Primera Victima

Marroquín buscó casa y encontró un departamento, ubicado en Andrés Molina Enríquez nº 4223, interior 2, Colonia Asturias, en la Delegación Venustiano Carranza. Ya establecido en la capital mexicana, frecuentaba la Zona Rosa, donde jóvenes gays lo abordaban.

Fue durante uno de esos encuentros que se le ocurrió una idea: se convertiría en un asesino en serie y sus víctimas serían los homosexuales. Un día conoció a Juan Enrique Madrid Manuel, de quien se hizo amigo. Le contó sus planes y este accedió a ayudarlo. Madrid Manuel le propuso que no se limitaran a asesinar, sino a secuestrar, para obtener algo de dinero. Raúl Osiel Marroquín estuvo de acuerdo. El 16 de diciembre de 2005, Víctor Ángel Iván Gutiérrez conoció a Raúl Osiel Marroquín en un bar denominado “Cabaretito” o “Neón”, localizado en la calle Londres nº 161, Colonia Juárez. Luego de varias horas de convivir y fingiendo que se interesaba sentimentalmente en él, Marroquín llevó a la víctima a su departamento. Ahí los esperaba Juan Enrique Madrid Manuel, y una vez en el interior del inmueble, los sujetos sometieron a Víctor Ángel. Lo amarraron y amordazaron. Luego le pidieron los datos de su familia, a quienes llamaron por teléfono para pedirles dinero en efectivo a cambio de liberarlo. La familia accedió, temerosa. Juntaron el dinero y lo entregaron bajo las instrucciones que Marroquín les dio. Luego de recibir el rescate, los secuestradores decidieron asesinar a su víctima seis días después del plagio. Abandonaron su cadáver en las calles de la Delegación Venustiano Carranza.

Búsqueda

Juan Enrique realizó la misma operación que su cómplice y acudió el 13 de diciembre a un restaurante donde conoció a otro homosexual de nombre Juan. Con la misma treta lo llevó al departamento, donde ya lo esperaba Marroquín. Después de someterlo, los delincuentes llamaron a sus familiares para pedir rescate, pero al no conseguir su objetivo lo dejaron en libertad, amenazándolo de muerte si los denunciaba, ya que, según ellos, tenían información para localizarlo. Días después, Marroquín contactó por separado a dos homosexuales más: Jonathan Razo Ayala y Armando Rivas Pérez, en un establecimiento ubicado en la Zona Rosa, Delegación Cuauhtémoc. Con el mismo modus operandi y en diferentes días, Marroquín los abordó. Tras una breve charla, los convenció de que fueran a un hotel, en donde obtuvo información sobre su situación financiera. A otros que no tenían dinero los dejó irse, pero al ver que sus nuevas víctimas poseían bastantes recursos financieros, los invitó a su departamento. Allí, su cómplice y él los amordazaron y amarraron. Después les dieron una golpiza.

Más víctimas

Llamaron a sus familiares y pidieron dinero. Las dos familias cedieron y pagaron. Pese a cobrar el dinero del rescate de cada uno de ellos, los mataron. Jonathan Razo Ayala fue hallado sin vida en el interior de una bolsa de basura, en un andador subterráneo ubicado en San Antonio Abad y Tlalpan, Colonia Tránsito, en la Delegación Cuauhtémoc. A Armando Rivas Pérez también lo asesinaron. Su cautiverio duró entre cinco y siete días. Lo torturaron para posteriormente estrangularlo con una soga. Luego dejaron su cuerpo cerca de la estación del Metro Chabacano.

Ricardo López Hernández fue otra de sus víctimas. A él lo golpearon salvajemente, después lo mataron y lo descuartizaron. Metieron su cuerpo dentro de varias maletas y dejaron el equipaje en una habitación del Hotel Amazonas.

El sadico

Tortura

Marroquín utilizaba cinchos de plástico blanco para sujetar manos y pies, y a cada víctima le ponía un cinto negro en el cuello. Guardaba las Credenciales de Elector de sus víctimas como trofeos. Su objetivo era perfeccionar su técnica para tener víctimas con más dinero e ir ascendiendo y tener más ganancias.

Pedía entre 15 mil y 120 mil pesos por víctima. Le gustaba el dinero, pero lo que más le atraía era la emoción de secuestrar, torturar, matar y descuartizar. Se compró una cámara de video y comenzó a grabar a sus víctimas. (Sigo intentando conseguir los vídeos)

Esos videos, junto con las credenciales que coleccionaba, lo hundirían. A una de sus víctimas, Marroquín la torturó con el cuchillo cortándole trozos de carne mientras estaba viva. Luego le arrancó la piel de la frente con una navaja, para trazar una figura de estrella de cinco puntas en carne viva.

Arresto

Las investigaciones sobre los asesinatos en serie de homosexuales en la Ciudad de México comenzaron el 30 de noviembre de 2005 a causa de la denuncia del secuestro de un empleado de una empresa televisora, por quien se exigió el pago de 120 mil pesos. El cadáver apareció el día 9 de diciembre cerca del Metro Chabacano. Los días 17 y 20 de diciembre de 2005, Raúl Osiel Marroquín secuestró a dos jóvenes más, de veinticinco años cada uno. Sus cuerpos desmembrados fueron encontrados el día 23 de diciembre dentro de unas maletas negras, en las calles de Andrés Molina Enríquez, en la Colonia Asturias. Los periódicos ya hablaban de un asesino serial, a quien bautizaron de tres maneras diferentes: “El Mataputos”, “El Matagays” y el que finalmente quedó asociado a su nombre: “El Sádico”. El 23 de enero de 2006, elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) detuvieron a Raúl Osiel Marroquín “El Sádico”, en un operativo cuando intentaba cobrar un nuevo rescate.

Su voz había quedado registrada en la base de datos de la AFI en dos casos de secuestro. El asesino tenía veinticinco años de edad. Su cómplice, Juan Enrique Madrid Manuel, se dió a la fuga. Aunque la policía lo buscó por todo el país, nunca fue capturado.

Lo que hacía.

A algunas de sus víctimas las colgó del techo en un gancho y las descuartizó aún vivas, para meterlas en bolsas o en maletas negras y dejar sus trozos esparcidos por las calles de la Ciudad de México. Otras fueron estranguladas o acuchilladas.

El asesino declaró ante los medios de comunicación: “No los escogía, ellos solos se presentaban después los invitaba a mi departamento, iban por voluntad propia, y ahí los sometía. Hasta le hice un bien a la sociedad, pues esta gente hace que se malee la infancia, son un mal ejemplo para los niños. Yo no soy homosexual; los preferí por no batallar en operaciones que implicaran armas y vehículos, tan sólo ir a los lugares que ellos frecuentaban y ellos solos me abordaban, se me hacía más fácil tratar a esas víctimas”.

“Yo soñaba con una carrera mayor, apenas iba empezando en esta y pronto evolucionaría, ascendería, tendría mejores víctimas, con más dinero. No tengo remordimientos.Sobre los seres queridos de mis víctimas, nunca he pensado en ellos. De estar libre, volvería a matar, sólo que refinaría mis métodos, para no cometer los mismos errores y no ser detenido”.

Fin

Amnistía Internacional publicó un cartel donde acusaba a México de fomentar y tolerar la homofobia y los crímenes de odio, a raíz del escándalo por los asesinatos de “El Sádico”.

El 4 de septiembre de 2008, Raúl Osiel Marroquín fue condenado a más de trescientos años de cárcel, aunque la ley mexicana prevé que lo máximo que puede purgar son cuarenta años, los cuáles pueden quedar reducidos a veinte por buena conducta.

Quedó preso en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México. Se espera que sea trasladado a la penitenciaría varonil de Santa Martha Acatitla para cumplir su condena.

— Via Creepypastas

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts
Asesinos del Zodiaco

SCP-4417

Ítem #: SCP-4417 Clasificación del Objeto: Taumiel **Procedimientos Especiales de Contención (Revisión 2 de 2):**SCP-4417 está actualmente almacenado…
Read More
Allá afuera

SCP-707

Ítem : SCP-707 Clasificación del Objeto : Seguro Procedimientos Especiales de Contención : SCP-707 se mantiene desmontado en…
Read More
Allá afuera

SCP-266

Ítem #: SCP-266 Clasificación del Objeto: Euclid Procedimientos Especiales de Contención: SCP-266 debe ser resguardado en una unidad…
Read More
El Puente Negro

Detrás del espejo

Normalmente duermes profundamente. Pero la tormenta eléctrica que se está desatando afuera no permite que concilies el sueño.…
Read More