El payaso maldito

Yo era un niño normal, iba al colegio, y un día mis padres me llevaron a un circo donde yo me senté a ver el espectáculo. Mi padre fue al baño y encontró una máscara de payaso. El se puso la máscara para asustarme.
Mientras tanto, yo viendo el espectáculo, estaba sorprendido por todas las hazañas que hacían los payasos, cuando de repente una mano me agarró la espalda. Yo me di vuelta rápidamente y vi que era mi papá con la Máscara de payaso.
Desde ese momento no me gustan los payasos.
10 años después.
Yo iba a ir a una fiesta con mis amigos hasta que un amigo me avisó que había que llevar un disfraz, yo llevé un disfraz de Freddy Krueger.
Todos estaban en la fiesta, llevaron trajes de payasos (menos yo). Todos empezaron a comportarse raro, nadie hablaba, de repente, unos chicos me agarraron de las piernas y me taparon la cabeza con lo que parecía ser una bolsa. Yo empecé a gritar
—AYUDA, AYUDA.
Nadie me respondía.
Luego escuche una voz que decía:
—TÚ SERÁS SACRIFICADO.
Yo grité.
—¿QUIÉN ERES? SAQUENME DE AQUÍ, POR FAVOR!
La voz dijo:
—ESO NO SERVIRÁ DE NADA.
Yo dije:
—¡SÁCAME LA BOLSA DE LA CABEZA, POR FAVOR!
El hombre me sacó la máscara y logré ver una vela, una estrella de 5 puntas y un cuerpo tirado en el piso con lo que parecía ser sangre. Luego logré ver al hombre y vi que el hombre tenía la cara desfigurada, el hombre me golpeó con un palo de metal. Yo me quedé casi muerto, estaba viendo todo borroso hasta que llegó la policía. Yo me desvanecí.
Cuando me desperté, vi al policía mirándome. Yo le pregunté: ¿Dónde está la persona que me golpeó?, me dijo que no había ninguna persona y que me encontraron tirado en mi cama con un traje de Freddy Krueger. Yo pensé que habría sido un sueño, pero era muy real para ser un sueño. Luego fui al espejo y vi mi cara y yo tenia una herida en la cara, luego me di vuelta y alguien me golpeó.
Enfrente de mi había una pared de madera, escuché unos clavos y escuché una voz que me dijo:
—V_as a ser enterrado vivo_
Luego yo empecé a patear el ataúd, donde yo estaba enterrado, lo logré a abrir y luego corrí rápidamente a mi auto y me fui a mi casa. Llamé a la policía, la policía llegó y se quedaron en mi casa y hasta ahora el asesino no volvió a aparecer nunca desde que la policía vino.
FIN…
— Via Creepypastas