El payaso de negro

Solo era un día normal, como siempre, para poder aclarar mi mente; fui a caminar para poder ver si había algo que hacer en la tarde.

Cuando iba llegando al parque, encontré que había un payaso, el cual vestía de negro y que no tenía mucha simpatía, pero no me importó. Cuando salí de el parque, vi como el payaso me miraba como perturbado.

Cuando llegué de nuevo a casa, vi por una ventana al payaso viéndome como si estuviera ahí, pero sabía que solo era mi imaginación y quería salir de este sueño.

Cuando estaba en mi habitación escuché cómo el payaso pasaba por toda la casa e intentaba de abrir la puerta de mi habitación; después de un rato sentí unos pasos. Pensé que ese payaso se había ido de la casa. Para verificarlo, recorrí mi casa en cada habitación y no había nadie.

Luego llegaron mis padres y es ahí donde les dije acerca del payaso y de sus intenciones. Mis padres, como siempre, no me creyeron. Me habían dicho que no dijera cosas sin sentido como siempre lo hacía, y me mandaron a mi habitación. En la noche no estaba para nada tranquilo, pero después de un rato me dormí.

Al día siguiente, aún estaba perturbado por lo que había ocurrido el día anterior. Mis padres se fueron a trabajar. Escuché unos sonidos provenientes de la cocina, y me puse a investigar que había pasado en esa sala.

Vi unos platos rotos. Recogí los restos de esos platos, y es ahí donde escuché unos sonidos raros provenientes de mi habitación. Asustado, agarré un palo con un clavo… Pensé que tal vez era ese maldito payaso. Muchas cosas pasaron por mi mente: “¿Cómo demonios entró ese payaso en mi casa? ¿Qué querrá hacer conmigo?”, entre otras cosas.

Llegué a mi habitación y no había nadie, pero vi una nota en un papel de periódico, que decía:

” MIRA POR DETRÁS.“

Asustado miré por detrás y no había nadie, pero entonces decidí mirar para el otro lado y…

¡¡¡ES EL MALDITO PAYASO!!!

— Via Creepypastas