El monstruo come gatos
Una joven pareja iba a realizar una cena en la que se había invitado a muchos directivos de la empresa en que trabajaban. Como era ocasión significativa, la señora tenía la idea de preparar un mousse de salmón, de modo que consiguió el pescado que necesitaba y después de lavarlo, lo dejó sobre la mesa de la cocina mientras iba por los demás ingredientes.
Al volver se sorprendió de encontrarse con su gato mordisqueando el pescado. Se apresuró a echarlo y luego se dijo: “Si boto el pescado, demoraré comprando otro, además solo ha mordido un cantito.”
Así pues, volvió a limpiar el pescado y siguió preparándolo.
La cena resultó un éxito y todos los invitados se despidieron alegremente; al quedarse solos en casa, descubrieron en el jardín a su gato muerto, tieso.
Días después, su vecino tocó la puerta y se disculpó por haber atropellado a su gato el mismo día que la pareja realizó la cena pero por la mañana. ¿Cómo es que el gato había parecido en la noche a mordisquear el pescado?
Se cuenta que días después se encontró al vecino que atropelló al gato con la cara ensangrentada. Parecía que un gato lo hubiera atacado y le hubiese arañado la piel del rostro.
Desde entonces el hombre andaba en su casa, recluido con una máscara de Halloween. Al parecer enloqueció, pues solía salir todas las madrugadas para atrapar gatos, quitarles la piel y comérselos casi vivos.
— Via Creepypastas