El fantasma de Manolo12

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

El susurro del viento no paraba en aquella solitaria noche de viernes. Mientras la juventud disfrutaba de su jovialidad en reuniones cargadas de ruido y estupor, un avaricioso, pero por desgracia, exitoso muchacho de corpulenta contextura miraba un viejo episodio deLos tres chifladosmientras comía comida chatarra. El aceite empernado en los chizitos se deslizaba por las comisuras de sus labios, pintando de color esmeralda su blanca camiseta.

—Mi vida es un éxito.

Habiendo terminado el capítulo se dispuso a revisar entre su vieja colección de VHS alguna cosa interesante. Tan distraído estaba en su tarea que se sobresaltó cuando el rústico teléfono de disco comenzó a sonar. El timbre del aparato irrumpía con la tranquilidad de la sala, último refugio ante el inminente golpe de decadencia que estaba en el exterior. No le quedó otra opción que contestar.

—¡Hola! Salgo con dos pibes que conocí en Cocodrilo. No me esperes —pronunció con voz agitada su vivaz hermano antes de colgar.

—Otra noche solos vos y yo —dijo el muchacho solitario mirándose la mano derecha.

Luego de un apasionado rato con vídeos de Sasha Grey en redtube, el cansancio ingresó cual ladrón en la noche y su cuerpo separado de su mente, en la mejor concepción cartesiana, decidió tumbarse.

Durmió por una, dos, tres, y más horas.

El grito le despertó. Levantó la cabeza de golpe y miró. No estaba solo en el cuarto.

—¿Hernán, sos vos y tus chongos? —preguntó algo incrédulo, pero no le respondieron. Había alguien más, y estaba justo en frente de él, y definitivamente no era su hermano.

El ser de fulgor blanco y expresión ataviada en su rostro lo miró, sin pronunciar palabra, transformando los segundos en eternos. Así estuvo un rato, hasta que el tembloroso y petrificado muchacho dueño del cuarto escuchó hablar al intruso.

—Manolo12, soy el fantasma de las cuotas atrasadas —dijo en un tono de voz casi inaudible.

—¿Qué?

—Estás reuniendo dinero a costa de personas que pusieron mucho sacrificio en ello. Es hora de que pagues.

—Interesante. ¿Es una pesadilla?

—Posiblemente.

Volvieron a quedar en silencio. Más minutos de incomodidad, y el intruso abrió la boca en toda su amplitud, formando una caverna de color negro que seducía a Manolo12. Tuvo que asomar la cabeza y mirar.

Allí se vio él, sentado en un trono formado por un inodoro carmesí bebiendo Fernet Branca mientras pisoteaba una montaña de cráneos que llevaban el sello de “NFU” en las frentes. A su derecha había una fila de ángeles negros con las inscripciones de Diamond, Platinum, Gold, Silver, Elite, Avanzado, Experto y Regular en el pecho de cada uno. Siendo más alto el ángel “Diamond” y más pequeño “Regular”; a su izquierda tenía cuatro almas aplastadas que lloraban, con estas inscripciones también, siendo en este caso: Amateur, Aprendiz, Iniciado, Inexperto, Flammer y Troll. Y delante suyo, tirados en el piso y llorando también, Herni y el asiático inferior. Su carne al rojo vivo.

—¿Lo ves, Manolo12? ¿Ves lo que has logrado? Este es su destino, este estudestino. Los has condenado a todos, incluso aél.

Manolo se giró hacia atrás para ver lo que le señalaba el fantasma y vio al Innombrable de la L dando clases en un jardín de niños. Impartía lecciones de violín, y debía acompañar a un muchachito al baño.

“Todo gracias a ti”.
— Via Creepypastas

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts
Asesinos del Zodiaco

IMVU

Hola a todos, la verdad no sé por donde empezar. Sé que esto es un foro donde se…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Casa abandonada

Una noche, cuatro amigos estábamos reunidos en la casa de otro. Claudio, el dueño de la casa, Emanuel,…
Read More
El Puente Negro

Keys Digory

Querido lector, te pido que no ignores esta carta, si utilizo este medio para contactarme contigo, es porque…
Read More
Asesinos del Zodiaco

Castigo divino

Esta historia cuenta qué, hace muchos años atrás en la localidad de Paria —en la ciudad de Oruro,…
Read More