El cuadro del payaso

Un padre de familia decidió construir una casa para poder vivir en ella durante todo el año junto a su mujer y sus ocho hijos.
Decoraron la casa a su gusto y colocaron en el salón un cuadro que habían comprado de regalo de cumpleaños a una de sus hijas: en él semostraba un payaso visto de cintura para arriba, que tenía los dedos de las manos estiradas.
Cuando llevaban unos pocos días viviendo allí, Cloe (que así se llamaba la esposa) fue a despertar a una de sus hijas que dormía sola en una habitación. Su hija nunca despertó: estaba muerta. Cloe dio un chillido, e histérica fue a llamar a su marido.
El hombre la tranquilizó y consiguió que se quedara tranquila en la casa. Dos días después, misteriosamente uno de los hijos adolescentes se estrelló con la moto y falleció. Y así fueron pasando los días y cada cierto tiempo moría un hijo. Cloe se empezaba a volver loca: solo le quedaban con vida cinco de sus ocho hijos. Intuía que algo tenía que ver el payaso del cuadro: sus dedos cambiaban de posición con cada muerte.
A la mañana siguiente Cloe apareció muerta. El hombre se dio cuenta de que eso ya era demasiada coincidencia y se fijó entonces en el cuadro y vio que ahora solo mostraba para arriba seis dedos.
Esa misma tarde, los gemelos aparecieron a las orillas del río ahogados: el payaso mostraba ahora cuatro dedos. Murió también otra de las hijas por una sobredosis de droga. El hombre vio que el payaso había bajado otro dedo. Juró por su vida que protegería a los dos niños que le quedaban, uno de 2 años y otro de 6. Cinco días después, murió al menor de los niños y el payaso ya solo mostraba dos dedos.
Una semana transcurrió entre desesperación y llanto para que muriesen los dos, padre e hijo, en un incendio que destrozó la casa. Dicen que el cuadro se salvó; lo cierto es que todas las familias que han poseído un cuadro con dichas características han fallecido sin excluir a ningún miembro.
— Via Creepypastas