Dile a mis padres
Después de haber reñido con sus padres por una fiesta a la que no le dejaban ir, una joven chica decide a ir a pesar de todo. Para ello se escapa de casa saliendo por la ventana de su habitación. Una vez en la fiesta, conoce a un chico mayor que ella.
Hablan, ríen…, hasta que él le propone ir a otra fiesta, mucho más animada que la que están. Ella acepta (al chico le gusta mucho) y van su coche. Una vez en la fiesta nueva, el chico bebe más de la cuenta, a lo que la joven se siente incómoda y le pide que la lleve a la otra fiesta, donde están sus amigos. Él accede, pero en el trayecto de vuelta: sufren un brutal y terrible accidente.
Cuando la muchacha se despierta, está en la cama de un hospital. Una enfermera le cuenta que su amigo, el que conducía, había fallecido y que también habían muerto los pasajeros del otro coche. El dolor de su alma era muy fuerte. Pero el de su cuerpo más. Sintiendo que su muerte estaba cerca, la muchacha pidió a la enfermera de decirles a sus padres que les quería, que estaba muy dolida por haberles desobedecido y que no se reprocharan nada, que todo esto había sido sólo culpa suya.
Poco tiempo después la muchacha murió. Unos minutos después llegaron los amigos de la chica, que fueron al hospital, enterados del trágico accidente. Uno de ellos le preguntó a la enfermera si la chica había dejado un mensaje para sus padres. Pero la enfermera contestó que no. Otra enfermera escuchó la conversación y se intrigó mucho, porque sabía que la chica sí lo había hecho. Al preguntarle a su colega el porqué de su mentira, esta contestó que las dos personas que habían muerto en el otro coche eran los padres de la chica.
— Via Creepypastas