Dibujo perfecto

Solíamos salir todos los sábados mi novia y yo, nos divertíamos juntos. Teníamos una casa grande, el dinero nunca nos faltaba. Ella era oficinista en una empresa y yo trabajaba haciendo dibujos.

Hacía todo tipo de dibujos de animales, algunos graciosos, otros divertidos, etcétera. Los que mejor me salían eran los del retrato de una persona. Todos los que me conocían siempre me pedían retratos de ellos mismos o de sus parejas.

Un día me enojé muchísimo, su jefe estaba acosando a mi mujer mientras ella lo detenía con las manos. En la casa solo fueron gritos y discusión después de esa desagradable experiencia. A la mañana siguiente me disculpé con ella y ella conmigo, y le dije que como recompensa le daría un dibujo de ella en nuestro aniversario, para el que todavía faltaban 9 meses. Ella se emocionó y me dio un beso, yéndose a trabajar. Esa tarde no salí de mi habitación, ocupado en retratar el rostro de ella de la forma más realista y bella posible.

Pasaron 6 meses. Me tuve que meter a varias escuelas con los dibujantes más famosos del mundo. Pero quería que fuese perfecto el retrato de mi mujer, y nunca me sentía satisfecho. Debido a la frustración y mi obsesión, abandoné mi trabajo. Mi relación empeoró con mi novia, ella estaba cada vez más distante. Ya no salíamos, me quedaba encerrado todo el tiempo en mi habitación, solo salía para comer.

Bastante trastornado y ante numerosos intentos fallidos, visité a una supuesta bruja, quien me dijo que obtendría el dibujo perfecto del rostro de mi novia a cambio de un sacrificio. Acepté lo que fue la peor decisión de mi vida. Al caer la noche regresé a mi casa terriblemente feliz, con el dibujo precioso, de indescriptible belleza, entre manos. Me esperaba una sorpresa: mi novia muerta, le habían arrancado el rostro como si unas largas uñas destrozasen sus carnes.

— Via Creepypastas