Detrás del mostrador

Asesinos del Zodiaco
Asesinos del Zodiaco

Me encontraba entrando a tienda en la cual trabajo. Soy James, tengo 17 años. Decidí trabajar en una tienda en medio de la carretera en el turno nocturno para conseguir algo de dinero. La universidad requería ciertos gastos que hasta mis padres necesitaban ayuda. La tienda se encuentra en una carretera en las afueras de la ciudad, en una gasolinera. Emocionado por mi primer día de trabajo entre para encontrar al trabajador que iba a reemplazar, su horario había terminado. -Es un lugar muy curioso ¿No crees?-Dije entusiasmado al joven de cara risueña- No contesto, me dirigió una sonrisa para salir del local. No le preste atención a la antipatía del joven y me zambullí a conocer todo el local. Lo visite en algunas ocasiones, pero esta sería la primera vez que vería las oficinas, baños y mostrador de los trabajadores. Cuando el dueño del local me enseñó el lugar no estaba muy interesado, deseaba obtenerlo con rapidez. Paseando por los anaqueles y expositores llenos de: Dulces, frituras, medicamentos y otros productos. Me llego un mensaje por WhatsApp de mi pareja ¿Cómo va el nuevo empleo? Respondí inmediatamente. <

Me senté en el mostrador, revise el escritorio del mismo. En el encontré el punto de venta, un bolígrafo, una calculadora, la caja registradora, algunas llaves y un control remoto. El control me produjo curiosidad, recorrí con mis ojos el establecimiento en busca de algún televisor. Para mí sorpresa este se encontraba detrás de mí. Lo encendí, cambie los canales en busca de algo tentador, algo que pueda entretenerme mientras un cliente aparece. Revise el reloj en mi muñeca, son las 11:23 PM. Durante estas horas no es muy frecuentado el establecimiento. Por ello luche por tener el turno nocturno. Tuve suerte, ningún otro empleado parecía querer tenerlo, por un momento pensé observar en ellos felicidad al saber que no lo tendrían. Quien sabe, quizás eran muy supersticiosos.

Durante mi infancia le tuve mucho miedo a aquellas historias de fantasmas, hoy día. Puedo decir que esos cuentos para dormir no pueden hacerme sentir nervios.

En fin, todo esto era aburrido, más de lo que creí que sería. El pensamiento de que algún cliente podría cruzar la puerta de entrada me emocionaba.

1:23 AM: Aún me estaba frente la TV y estaba aburrido, quería emoción. Algo que me entretuviera, y me mantuviera activo. Otro mensaje de mi novia llego a mi celular (¿Acaso no duermes querida?) Pensé. ¿A que horas llegaras a casa? Eso de tu horario nocturno me preocupa, nunca sabes que te puedes encontrar en la oscuridad de la noche, además existen muchos locos sueltos (Vaya como me ayudas) Aún después de su muy alentador mensaje le conteste con rapidez. <

-¿Qué desea señor?- Dije con un tono de voz brusco, siempre fui muy sincero y su apariencia no me agradaba. Él pareció ignorar totalmente mis palabras, caminó por todo el local observando los anaqueles. Empecé a sospechar que era un ladrón. Así que marque el número de la policía, antes de poder escribir el último dígito ese hombre dirigió su mirada hacia mí. Como si se enterara de lo que yo iba a hacer. Solté el celular.

Aquel hombre se acercó cada vez mas al mostrador para recitar unas palabras- ¿Puedo utilizar el baño?- Asentí ligeramente la cabeza. El hombre se percató de ello, y se adentro al baño de empleados. Nunca me atrevería a decirle que tenía que usar el de afuera, el miedo recorría todo mi cuerpo.

Sin saber que hacer decidí enviar un mensaje a mi pareja. No quería molestarte en todo lo que quedaba de noche, pero un hombre ebrio entró al local y actúa de manera muy sospechosa ¿Un consejo? Espere su respuesta, hace 2 minutos mande aquel mensaje y hace 4 entró el hombre al baño. Y aun no sale de el.

El mensaje de mi pareja no tardó en llegar ¡Lo sabía! Algo así iba a ocurrir por eso no quería dormir, no te puedo dejar solo. Mira tienes que ir a hablar con él, pregúntale qué es lo que quiere. Y si tienes que, llénate de valor y enfréntalo

Mis miedos se hacían realidad, sabía que tenía que enfrentarlo y no iba a aceptarlo. No le respondí a mi pareja, preferí dejarlo de esa manera por el momento. Esperar a que ese hombre salga del baño de empleados.

Me quedé observando la televisión durante media hora, ese hombre aún no salía del baño de empleados. Ya era suficiente, tenía que sacarlo de ahí. No se me ocurría un cómo hacerlo. Así que hice lo primero que me vino a la mente, ir hacia el baño y hablar con él desde fuera.

Camine hacia la puerta del baño, toque 2 veces y no tuve respuesta, decidí hablar. -Señor, yo también tengo la necesidad de utilizar el baño en estos momentos. Si fuera tan amable de…-El hombre abrió la puerta bruscamente y la cerró a sus espaldas con fuerzas. Y quedó cara a cara contra mí. Sentí el peor miedo de mi vida, apestaba a bebidas alcohólicas pero eso no era la peor. Tenía un hedor a podrido, como si fuera un cadáver. -Mire, no quería ofenderlo, solo…-El hombre se precipitó contra el suelo. Me alarme gravemente, no sabía qué hacer. Un hombre enfermo dentro del local, en estas horas. Iba a llamar al 911 cuando aquel hombre tomó mi tobillo.

-Lléveme en mi camioneta al hospital, por favor.-Dijo ese alcohólico en forma de súplica- Mis manos temblaban, mi vista empezó a nublarse. – ¡James! Tiene que controlarse, no le haré daño, ayúdeme por favor.- Ya era demasiado, iba a hacerlo. Su vida podía correr peligro y yo asustado como un cobarde…Espera.

-¿Cómo sabes mi nombre?- Al terminar aquella frase mire mi camiseta de empleado para asegurarme de no tener nada con lo que dedujera mi nombre.

El silencio dominó el local por unos segundos, la cara del hombre pasó de ser una súplica, a una sin expresión alguna. El hombre se puso de pie tambaleante. Me estrechó la mano y salió del local como pudo. Eso fue demasiado para mi, tuve un ataque de pánico y empecé a gritar. No sabía qué hacer ¿Cómo averiguo mi nombre? ¿Por qué razón tardó tanto en el baño? ¿Qué le sucedió? Miles de interrogantes aparecieron en mi cabeza, pero era inútil, no iba a poder responderlas. Una llamada de teléfono calmo mis nervios, supuse que era mi pareja y conteste sin ver…grave error.

-James, soy yo-Dijo una voz grave y profunda, algo distorsionada y al escucharla se erizó mi piel- ¿Quién eres y que quiere?

Espere una respuesta y la obtuve: Sal de la tienda, ven a averiguarlo.-Dijo esta vez con su tono grave pero más cálido, más confiable. Una voz más amigable.

-No caeré en su juego, déjeme en paz. Quiero trabajar, solo eso. – Y colgué el teléfono bruscamente. Fui por mi celular a hablar con mi pareja sobre lo sucedido y le envié un mensaje. Las cosas empeoraron, el hombre sabía mi nombre y actuó de una forma mucho mas extraña. Y recibí una llamada de una voz irreconocible, no entiendo que esta sucediendo aquí. Espere su respuesta con temor Cálmate y respira, seguro era una broma de mal gusto aprovechando la hora. No prestes mucha atención a lo que sucedió, trata de no pensar en ello ¿Bien?

Yo entendí muy bien a lo que se refería, ella entendió muy bien mi situación y no quiere que me preocupe. Pero en el fondo esta muerta de miedo de que pueda ocurrirme. Y ya somos 2 entonces.

2: 53 AM:

Durante la hora transcurrida no pude hacer nada más que pensar. Y observar la puerta del local, esperando o anhelando que la atravesara alguien confiable. Alguien con quien hablar de lo sucedido. Mi novia ya tenía mucha presión encima. Use el Wifi del local para conectarme a Internet desde el celular. Use Youtube, quería ver uno que otro vídeo. En recomendados apareció. Un directo de un grupo de chicos que estaban a los alrededores del local buscando cosas paranormales. (Ya las encontraron) Me puse mi chaqueta para ir a buscarlos, necesitaba compañía. No puedo estar solo un segundo mas, era insoportable.

Cuando puse mi mano en la puerta para abrirla un miedo recorrió todo mi cuerpo. Y recordé que aquella voz quería que saliera del local, sea lo que sea eso. No me puede hacer daño mientras esté dentro. Y aún más si estoy detrás de mí mostrador. Corrí detrás del de forma inmediata, para luego percatarme que aquellos jóvenes del vídeo estaban entrando al local. Eran jóvenes altos y fornidos, parecían divertirse con su cámara.

-¡Oiga señor! ¿Ha experimentado algo paranormal en el transcurso de la noche?-Dijo uno pelo rojizo el cual asumí era el líder de ese grupo.

-Si, por su puesto. Y esto que esta ocurriendo es una de esas experiencias- Luego de que dije eso varios de ellos estallaron en carcajadas.

-Tranquilo señor, no venimos a matarlo. Y no, no somos los asesinos roba locales, esos llegan en 2 horas espérelos- Todo el grupo rompió en risas.

No parecía existir nada fuera de lo común en ellos, jóvenes idiotas y egocéntricos. No hay nada que fuera del otro mundo en ellos. Y aun así no podía confiar, así que decidí mantener mi decisión. Si alguno de ellos proponía que saliera del local, no lo consideraría.

-Queremos 2 Coca-Cola, unas cuantas frituras y-Se tomó su tiempo de observar el local y cambió su expresión a una mas seria- Lo necesitamos, Señor.

(Allá vamos) -¿En serio? ¿Por qué? – Dije tratando de parecer que no esperaba aquella propuesta. -Efectivamente, ¿Señor?-James conteste rápidamente.-James, exacto. Tuvimos un accidente con nuestro auto, verá nosotros estamos en un directo en este momento en Youtube. Y necesitamos su ayuda con el vehículo ¿Podría prestarnos su ayuda?

(Piensa, piensa.) -Lo dudo, las políticas del establecimiento dicen estrictamente que ningún empleado del local puede abandonarlo hasta terminado su horario. Me temo, que no puedo ayudarlo ¿Joven?- Para mi sorpresa todos ellos se retiraron del local rápidamente, esta ves sin risas y con cierta presura.

(Así que si eran como el).

Después de aquello tenía 2 cosas muy claras.

-1. Mientras esté dentro de este establecimiento, ningún espíritu o entidad puede hacerme algún daño.

-2. Si salgo de aquí, básicamente estoy muerto. Y seguirán enviando de esas “cosas” con apariencia humana para engañarme. El problema es cuando confiar y cuándo no. ¿Cómo puedo distinguir lo real de lo irreal? No sabía cómo responder aquello, así que tengo que confiar en mis instintos.

3:30 AM: Dos horas y media y soy libre. Solo en aquello pensaba, si termino mi horario seré completamente libre de este establecimiento y renunciare. Buscaré un empleo en otro lugar, no quiero tener que vivir esto todos los días.

Una niña entró al local.

(No porque sea pequeña, tendré compasión con ella. Si es una de “ellos” esas “cosas” pues tendrá que irse con las manos vacías) -Señor, necesito su ayuda-La niña rompió en llanto dentro del establecimiento, la podía ver llorar.

-¿Qué necesitas, pequeña?-Dije con dulzura, aunque claramente desconfiaba de ella. No solo de ella, ahora en general, de todo.

-Mi mamá fue robada afuera por unos chicos y le dispararon-Al decir eso la niña aumentó su llanto.

(Una historia conmovedora, no la creo. No confio en ti.)

-Puedo prestarte mi celular para que llames a un oficial de policía si deseas, pequeña.-Dije con una gran sonrisa dibujada en mi rostro. (¡Ja! ¿No esperabas eso verdad “cosa”? Te he vencido, básicamente he ganado, jamás saldré del local)

-¡Si! Por favor, llame a la policía se lo ruego-La niña seguía llorando.

-Será un placer-Dije aun mas sonriente-

(Ahora estás en problemas ¿Creías que cuando la niña afirmara que quiere que llame me sorprendería? No, más bien, lo esperaba. Quiero llamar a la policía, solo me diste una excusa “cosa”)

Esta vez llame a la policía sin interrupciones, el oficial de policía se dirigía aquí por el caso de la chica. Y además agregue mi cerecita de aquel ebrio que entró al local.

-Ahora solo nos queda esperar, pequeña. Vas a ver tu madre se va a recuperar. La salvaran.-Las risas dentro de mí no podían detenerse.

Luego de 15 minutos llego una ambulancia a recoger el cuerpo de la madre de la niña y sorprendentemente la historia de la pequeña era cierta. Me siento inmensamente culpable de sospechar de esa pequeña, pero hay que admitir que fue sospechoso. Sea como sea, desde la puerta vi como se la llevaban junto a su madre. Los oficiales de policía abandonaban la zona sin encontrar al ebrio, no esperaba que lo encontrarán de todas formas.

-Vaya ¿Usted fue el que me llamó?-Dijo un policía regordete, tez oscura y una calva brillante. –Oh claro, si fui yo. La niña me pidió auxilio en el local y me puso al tanto de la situación.

(Esto es más tranquilizante, pero estos oficiales se irán. Lo se, y luego esa “cosa” empezará un nuevo round).

-Una tragedia, la madre no sobrevivirá. Dejar huérfana a una niña tan joven. ¿Ha tenido muchos clientes en la noche?-Pregunta el oficial interesado.- Oh no, muy pocos. Creo que el ebrio que buscan fue el único.

(Hablar de esos jóvenes no tiene caso)

-Entiendo, mire le diré que…-Antes de que terminara su frase el oficial, los otros policías llegaron gritando desde afuera-

-Parece que encontraron al ebrio, vamos a verlo. Se alegrará de saber que no le molestara el resto de su jornada laboral, Señor.

Aún no podía confiar en esos policías, pero confiaba extrañamente en ese oficial y decidí contra mi norma. Ir a ver al ebrio. Al salir del establecimiento, mi cuerpo empezó a sudar rápidamente y mi pulso se aceleró. Me mantuve fuerte y me dirigía a ver al ebrio y para mi sorpresa era el.

-Hola, Señor James-Dice aquel ebrio, esta vez tenia muchas heridas en el rostro. Y se desangraba, fue apuñalado en el estómago.

-Soy el oficial Morgan Streegam, mas le vale confesar todo lo que sabe ¿Usted intentó robar este establecimiento hace aproximadamente 2 horas?-El oficial se comportaba violentamente hacia el ebrio y este parecía temerle. Incluso sus compañeros de trabajo parecían nerviosos.

(Algo aquí no cuadra ¿Qué es?)

-Efectivamente, intente robar el local aprovechando que solo estaba este joven. Me oculté en el baño preparando explosivos dentro del local.

Me quedé sin palabras al escuchar aquellas palabras, todos parecían tranquilos. El único que expresó una reacción similar a la mía fue el Oficial Morgan.

-¡Todos ustedes vayan a buscar esa bomba!- ¡Si señor! Manténganse alejados del establecimiento mientras buscamos. (¡Así que eso era! Maldito me tendió una trampa, joder.)

No puedo entrar porque hay una bomba dentro. Y no puedo mantenerme afuera porque algo va a ocurrir tarde o temprano. Lo planeo desde el principio, solo jugo conmigo. Joder, joder eso no lo esperaba.

(¿Qué hago? Piensa ¡Piensa!)

-¿Algo le perturba, Señor James?- Pregunta en tono burlón aquel ebrio que significaba que era la forma humana de esa “cosa” o una marioneta. Da igual, esta conectada con el.

-Bien, tengo que llevarme a este ebrio de aquí. Lo interrogaremos en las oficinas, quédese aquí ¿Señor James? Y espere que mis compañeros terminen de asegurar su local-Luego de que el Oficial Morgan me dijera eso, el ebrio me dirigió una gran sonrisa. (¡Maldito seas! ¿Qué hago?)

Viendo las posibilidades, de cualquier forma iba a morir. Arriesgar todo a un ataque suicida, es todo lo que tengo.

-¡Huya de aquí, Oficial Morgan! Confío en usted, no en sus hombres, manténgase con vida.-Digo eso y corro lo más rápido que puedo al establecimiento.

-¡Espere no haga nada precipitado!-Gritó el Oficial Morgan a la distancia-

No planeaba escucharlo, el hombre ebrio corría detrás de mí. Y cayó su herida no le permitió seguirme, corría lo mas rápido que podía. Y logre entrar nuevamente al local, no estaba seguro, aun no. Fui a buscar en algo con lo cual atacar a los oficiales, y cuando los encontré en los baños me miraron.

-Estoy listo, inténtenlo pero lucharé hasta el final-Dije seguro de mi mismo-

Aquellos oficiales inexpresivos abandonaron el local. El Oficial Morgan se encontraba sin palabras, el ebrio terminó de morir desangrado.

(Aquí me tienes, vamos ¡Inténtalo! Bien planeando, pero no esperabas un ataque suicida. Así que movimientos desesperados no los puedes prever.)

Observe desde el mostrador como el Oficial Morgan era asesinado por sus compañeros. No hice nada, me mantuve como espectador de aquel suceso. No quería que el fuera asesinado, pero era inevitable, no entró al local. Estaba muerto desde que llego y no fue uno de ellos.

Me quede viendo victorioso como se montaban en sus patrullas y se alejaban. Me quedé reflexionando sobre lo sucedido.

5:53 AM: Solo quedaba menos de una hora para poder irme de este infierno. Y para mi alegría o mi alarme llego alguien a la tienda, el dueño. El Señor Jerkstein.

-¡Je! Así que estas aquí, que bueno. Nadie durante meses había aceptado el turno nocturno. Escapaban durante el 1er día. –Aquello que dijo hizo que entendiera el porque nadie de sus otros empleados aceptaban.

-Y yo me pienso unir a esas personas, planeo renunciar dentro de una hora. Al terminar mi horario abandonaré este trabajo.-Dije con seguridad esperando su cara de decepción.

El Señor Jerkstein sonrió durante unos segundos y luego me dijo: Así que tú también lo viviste. ¡Sobreviviste! Ya sabes cómo ¿Por qué no aguantas? –Dice tratando de persuadirme para quedarme en su establecimiento.

-Lo siento, se como sobrevivir. Pero el riesgo es seguido, no entiendo porque debo quedarme.-Digo seguro y de forma tajante.

-Hijo, sabía que esto iba a ser muy difícil para ti, pero eres mi hijo. Este local es mi legado para ti.-Al escuchar aquello el mundo ante mí perdió sentido alguno ¿Yo soy su que? Era imposible no podía ser cierto.

-¿Hijo? ¿Yo soy tu hijo? No, yo entre a este trabajo hoy para pagar la universidad ¿De que hablas?- Dije extremadamente confuso.

-Tu memoria se vio afectada por el local en ese caso. Hijo, tienes que ser fuerte, gánale al local.-Mi mente no podía más.

No es posible, yo entre a este trabajo en la mañana. Y fue para la universidad y quería ayudar a mis padres para el pago de la universidad. Y mi madre siempre fue buena conmigo, me crió y mi padre de igual forma. Lo recuerdo, viví con ellos durante 17 años ¿De quien son estos recuerdos entonces?

Me desmayo.

7:11 AM:

Al despertar, estaba acostado en una silla. Me levanto y veo al Señor Jerkstein el cual era mi padre. Lo entiendo, vi mis recuerdos durante el sueño. -Padre, siento lo de hace unas horas.

-Tranquilo, lo esperaba. Siempre sucede la primera vez.

-No es la primera vez es la primera y última. No pienso volver a sufrir aquello.

Mi padre intentó detenerme. Yo salí de la tienda, era un aire refrescante. Y era libre, por fin tengo la libertad que deseaba, no tengo el miedo de morir como antes. Varias rocas golpean mi espalda y cabeza y me desplomo. Veo atrás de mí, y el local explotó. Con mi padre con dentro, murió. Y lo que el ebrio prometió, ocurrió.

-¡James! Sal de ahí tenemos que huir.-Grita una voz familiar, es Mery. Mi novia. –Al escucharla subo a su auto de forma inmediata. Y ella arranca el vehículo a la mayor velocidad que le es posible.

-¿Cómo sabías que tenías que venir a buscarme?-Preguntó intranquilo.

-Tú me lo dijiste ayer. Que cuando despertara a la 7 estarías a mi lado y no estabas. Me vi obligada a venir. –Acto seguido, nos besamos.

-Fue un infierno, todo lo fue. Pero recordé todo mi pasado.-Le dije a Mery que tenía la mirada fija en el camino.

Todo aquello fue muy rápido, no pude llorar la muerte de mi padre. Como todos aquellos recuerdos que tuve eran falsos, la llegada inesperada de Mery al rescate. Y los golpes ¿Por qué sigo sintiendo que algo esta mal? Esta sensación de que olvido algo importante… ¡No puede ser! -¿¡Quien demonios eres tu!? Aquellos recuerdos eran falsos no tiene sentido que… Siento un fuerte golpe en la frente, luego otro en el cuello. Más tarde siento como mis rodillas se rompen, mi cabeza brota sangre y estoy en un auto volcado. Mery esta muerta, su cráneo fue roto por el impacto. Luego de ver aquello, veo la puerta a mi lado y trato de abrirla.

(No, no entiendo. Ella era real ¿O no? No, ella era una de “ellos” era una “cosa” tengo razón.) Sigo tratando de salir del auto, rompo el vidrio del auto y salgo por la ventana forzosamente. Caigo de espaldas en la calle.

-He sobrevivido, lo hice.-Sonrió para luego sentir el frió en mi pecho y algo de ardor en mis piernas. Un trozo del auto que recién explotó se clavó en mí.

— Via Creepypastas

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