Cuentos de mi abuelo

Todos los sábados, como de costumbre, mi abuelo me contaba historias de terror, siempre me gustaron. Esperaba toda la semana para escucharlos, cuando llegaba a su casa, lo primero que hacía era ir a su sofá a pedirle con ansias un nuevo relato. Los cuentos eran muy variados, desde barcos piratas encantados que se hundieron que siguen navegando las aguas hoy en días, hasta antiguas escuelas abandonadas que cerraron años atrás tras la desaparición misteriosa de unos niños.

Sin embargo, una noche, mi abuelo dijo que no se sentía bien como para contar una historia completa, pues estaba engripado y solo quería descansar. Así que, en cambio, dijo que me contaría una historia corta, pero que admitió que era real. Me preguntó si sabía que de los muertos vivientes, como vampiros o fantasmas, que no podían ver su reflejo. Asentí, había leído de vampiros en los antiguos folclores, y leí más libros de “Escalofríos” de los que recuerdo.

-Muy bien…-Dijo pensativo, se sentó en su sillón y se quitó los lentes.-Hay una muy buena razón para ello. Verás, los espejos no son simples trozos de vidrio que muestran un reflejo. Son ventanas a otro mundo, un mundo lejano al nuestro. Un mundo que algunos llaman “El Otro Lado”. La persona que crees, es tu reflejo, es, de hecho, tu espíritu, esperándote para ir junto a él. Hasta ese entonces, su trabajo es mantenerte alejado de su mundo. Pero… ¿Sabes por qué mencioné a los vampiros?

Agité mi cabeza, tenía el presentimiento de saber a dónde quería llegar.

-Cuando se vuelven no-muertos su espíritu se desvanece.-Giró sus dedos en el aire y silbó, imitando algo que desaparece.-Se fue, así como así. Por eso, hijo, no hay nadie que los mantenga alejados del otro mundo, del otro lado. Se pueden mover libremente de un mundo al otro. Pero… ¿Te cuento lo más terrorífico?-Hubo un silencio-¿Sabes eso que los vampiros te transforman en uno de ellos mordiéndote?-asentí, me empecé a poner nervioso-Eso no es exactamente cierto. Lo que realmente hacen… es ir al otro mundo… encontrar tu espíritu… y esperar a que te acerques a un espejo… entonces lo “matan”.-En la última palabra gritó, eso mi hizo salar de mi asiento.

-Entonces te vuelves uno de ellos…-Se inclinó hacia mi, eso me hizo sudar más que de costumbre, cuando cuenta sus historias.-Así que hay que preguntarse… ¿Alguno de nuestros espíritus estará del otro lado en este momento… Buscándote?

Me sonrió, me pidió que vaya a lavarme los dientes y a dormir. Mientras estaba en el baño, lavándome las muelas, se me ocurrió una idea, cuando terminé de lavarme, me acerqué a mi reflejo. Curioso, puse mi mano en el espejo, y la empecé a mover, intentando confundir al yo del otro lado para que se mueva al lado equivocado.

Después de unos segundos me rendí, “Nadie querría mi espíritu de todas formas”. Pero cuando estaba a punto de salir capté algo con el rabillo del ojo. En cuanto lo noté, corrí hacia el espejo para ver. Mi reflejo me devolvió la mirada. Pestañeó.

— Via Creepypastas