Un violin viejo

Me llamo Olga,nací y me crié en Rusia, poco después de que la URSS se disolviese. Durante toda mi vida me intereso mucho la música, a los 9 años ingrese a un conservatorio en la ciudad donde vivía, que era Volgogrado. Allí aprendí a tocar el violín, un instrumento que siempre me había gustado, mi madre fue violinista, algo que heredo de su abuelo, algo que mi abuelo heredo de su padre, mi bisabuelo. Mi madre muchas veces me dijo que mi familia llevaba “El talento” en la sangre.

Mi familia era algo pobre, la dura situación política que por entonces sufría Rusia me impedía en gran parte triunfar en el conservatorio, mi madre tenia que darme libros de música que heredo de su familia pero eso no servia de nada, yo seguía sin violín.

Pasó un año desde que no podía conseguir el instrumento por lo tanto iban a echarme del conservatorio si no podía pagarlo en un futuro no muy lejano, los días pasaban lentamente. Un día recibí un pequeño papel que establecía que no podría seguir tocando música si no llevaba el violín en la próxima semana, recuerdo perfectamente que mi madre lloro, mi padre trabajaba a todas horas pero no ganaba mucho dinero.

Los días pasaron sin más, era el fin de semana. Si no llevaba el violín el lunes me echarían. El sábado mi madre apareció con una pequeña caja de violín, estaba casi rota, tenia varias marcas de disparos y por algunas partes parecía que se hubiera quemado. Mi madre me la dio y yo la sostuve no sin mucha ilusión pero cuando lo abrí, mis ojos verdes se llenaron de alegría al ver que dentro había un bonito violín; no tenia ninguna ralladura, nada de nada, todo estaba perfecto.

Mi madre me contó que ese era el violín de mi bisabuelo, mi madre siempre me había contado historias de mi bisabuelo que su padre le contaba, decía que él había hecho muchas hazañas de guerra durante la segunda guerra mundial y que fue un excelente soldado “por la madre patria”. Ese día me reveló que mi bisabuelo solía tocar el violín en marchas militares para así animar a los soldados que se encontraban a su alrededor. Había algo que me extrañaba mucho del asunto, y es que aquel violín estaba perfectamente en estado, lo que estaba muy destrozada era la carcasa.

Tras eso empece a tocar todas las canciones que aprendí con el violín de repuesto que me daban en la clase, desde ese momento mi carrera en el conservatorio fue totalmente exitosa, adquirí un titulado que figuraba que había terminado el conservatorio y solía tocar el violín en mi tiempo libre.

Cuando cumplí los 18 años y termine el instituto,mi familia decidió dejar Rusia para ir a vivir a Gran Bretaña y más concretamente hacia Londres. Fui con todas mis pertenencias hacia un piso de estudiantes, donde conocí a las que serian mis dos mejores amigas ahora que tengo 21 años. Seguía tocando mi violín en mi tiempo libre, cuando de repente un día, deje el violín en su carcasa quemada y destrozada, y no volví a coger. Me centré totalmente en la universidady en mi vida social, mientras aquel violín que había estado de generación en generación tan solo cogía polvo en una esquina de mi armario, no me daba pena, yo ya había crecido y la música había sido dejado a parte para mi.

Una noche, me encontraba sola en mi habitación, chateandoy conversando con varias personas por las típicas salas de chats que tanto abundaban. Era de noche, y muy tarde,en la sala de chat tan solo habían cuatro personas, una estaba inactiva y me encontraba conversando con las otras dos personas. Estábamos divagando acerca de diversas cosas, las típicas cosas sin importancia que las personas hablan cuando están aburridas como eso de “¿Como estas?” “Hace buen tiempo” y demás. Mi armario se abrió, no sabia que ocurría, mi ventana estaba cerrada y que yo sepa el aire acondicionado de mi habitación no hacia tantísima fuerza como para abrir la puerta de mi armario. Tras eso la carcasa de mi violín, destrozada y quemada cayo al suelo, pero había algo que me incomodaba del asunto,la carcasa parecía aun mas destrozada. Un nuevo usuario entro en el chat, su nombre eran dos años “1898-1944” tan solo dijo una cosa:

-Mira el violín

Sentí un escalofrío, me gire y abrí el violín. El violín estaba algo quemado, pero era imposible, yo siempre había tenido mucho cariño a ese violíny nunca le habría hecho nada. Tras eso vi que había una nota en la carcasa que yo no vi antes, la carta decía:

“Querido hijo, este violín está maldito, no lo guardes nunca, fui asesinado mientras tocaba este violín y todos los que lo recogieron también fueron asesinados, ya sean por enfermedades o por algún disparo perdido de algún Alemán, por favor, destruyelo cuanto antes”

Note otro escalofrío, el ordenador se apago y yo tan solo cogí el violín para tocar lo que iba a ser mi ultima melodía, era una pequeña marcha patriótica como las que tocaba mi abuelo durante la guerra, la toque mientras en el pasillo de mi apartamento de estudiantes se oían unos pasos. Unas lagrimas brotaron de mis ojos mientras aquellos pasos se acercaban, la melodía callaba esos pasos pero se podía notar que esa cosa estaba cerca.

Después de encontrar a un hombre encapuchado y totalmente cubierto en mi puerta con un martillo no recuerdo nada más, tan solo me desperté en una camilla de hospital. Notaba un intenso dolor en mi cabeza, no podía ver bien, a lo mejor tan solo me había quedado sin un ojo o puede que peor. Ahora me encuentro escribiendo esto en un portátil mientras paso las ultimas horas de mi vida en una camilla de hospital, es imposible salvarme. Mis amigas me dicen que ahora mi violín ha desaparecido, por favor, si veis una carcasa destrozada pero un violín totalmente perfecto, destruirlo, por favor, destruirlo.

-Nota de una paciente antes de un infarto que acabo con su vida

— Via Creepypastas